Envío que me hace Isaac desde el velatorio de su amante más querida
Descree de las casualidades
[...] de las jerarquías
[...] del miedo a lo desconocido y de los que temen a lo que no es como ellos creen que son ellos mismos
[...] de un mundo que valora como único medio para la felicidad la cooperación
[...] de la solidaridad
[...] de quienes rezan
[...] de quienes enfatizan cualquier idea aunque sea en una cena, a los postres, con un licor de hierbas
[...] de quienes ante la afirmación de que la ablación es un valor en la sociedad en que se practica, ponen el grito en el cielo y te tachan de hijo de puta
[...] de los puritanos
[...] de los que siempre se muestran animosos en público porque piensa que cuando están a solas en el cuarto de baño lloran como niños y ensayan una sonrisa ante ese mismo espejo que les ha visto temblar y entonces respiran hondo y se ajustan lo que hayan de ajustarse y salen de nuevo al ruedo con la ilusión del aplauso
[...] de la esperanza
[...] de las sociedades del conocimiento porque parece un eufemismo que encubre una verdad mucho más aterradora
[...] de la verdad (porque puede que un día te descubran)
[...] de este corazón que te golpea
[...] cuando caminas y apenas los pájaros cantan
[...] que la víbora que te observa quiera realmente matarte
[...] de tu propia idea de amar
[...] de amar (como idea pura) en las relaciones sentimentales (que de nuevo suena a eufemismo para no llamarlas relaciones sexuales)
[...] de cualquier forma de adoctrinamiento
[...] de la información
[...] de la psicología como ciencia
[...] de los gurus, los sacerdotes, los entrenadores personales, los políticos, los jueces, los médicos, los abogados, los escritores y artistas, los filósofos y los propagandistas
[...] del método ogino
[...] de las telecomunicaciones
[...] de las interpretaciones
[...] de los libros de Historia
[...] –como lenguaje perfecto- de las matemáticas
[...] de esta tarde que empezó extraña (como si la ausencia de un temblor, de un abrazo la hubiera condenado a ser fútil, a ser el final)
[...] de la introspección
[...] de la materia
[...] del chocolate como medicina
[...] que el mucho viajar conlleve un mayor conocimiento de la condición humana
[...] del valor de la vida
[...] del valor –en sí- del universo
[...] del antropocentrismo
[...] de la belleza
[...] de la fealdad
[...] de los récords
[...] que un día no muy lejano, hayas llegado hasta el nadir de tus asuntos y puedas por fin tumbarte a mirar las estrellas como se miraría uno a sí mismo convertido en mil millones de pedazos luminosos
[...] que el universo se expanda
[...] que el universo no sea al final un inmenso pedazo de piedra rodeado por todas partes de fuego
[...] de quienes ante la afirmación de que abrirle el escroto a lo vivo a un muchacho adolescente, haciéndole una incisión en todo semejante a un coño, es un valor en la sociedad en que se practica, ponen el grito en el cielo y te tachan de hijo de puta
[...] de la silicona
[...] de la vista cansada
[...] de la palabra solsticio
[...] de las jerarquías
[...] del miedo a lo desconocido y de los que temen a lo que no es como ellos creen que son ellos mismos
[...] de un mundo que valora como único medio para la felicidad la cooperación
[...] de la solidaridad
[...] de quienes rezan
[...] de quienes enfatizan cualquier idea aunque sea en una cena, a los postres, con un licor de hierbas
[...] de quienes ante la afirmación de que la ablación es un valor en la sociedad en que se practica, ponen el grito en el cielo y te tachan de hijo de puta
[...] de los puritanos
[...] de los que siempre se muestran animosos en público porque piensa que cuando están a solas en el cuarto de baño lloran como niños y ensayan una sonrisa ante ese mismo espejo que les ha visto temblar y entonces respiran hondo y se ajustan lo que hayan de ajustarse y salen de nuevo al ruedo con la ilusión del aplauso
[...] de la esperanza
[...] de las sociedades del conocimiento porque parece un eufemismo que encubre una verdad mucho más aterradora
[...] de la verdad (porque puede que un día te descubran)
[...] de este corazón que te golpea
[...] cuando caminas y apenas los pájaros cantan
[...] que la víbora que te observa quiera realmente matarte
[...] de tu propia idea de amar
[...] de amar (como idea pura) en las relaciones sentimentales (que de nuevo suena a eufemismo para no llamarlas relaciones sexuales)
[...] de cualquier forma de adoctrinamiento
[...] de la información
[...] de la psicología como ciencia
[...] de los gurus, los sacerdotes, los entrenadores personales, los políticos, los jueces, los médicos, los abogados, los escritores y artistas, los filósofos y los propagandistas
[...] del método ogino
[...] de las telecomunicaciones
[...] de las interpretaciones
[...] de los libros de Historia
[...] –como lenguaje perfecto- de las matemáticas
[...] de esta tarde que empezó extraña (como si la ausencia de un temblor, de un abrazo la hubiera condenado a ser fútil, a ser el final)
[...] de la introspección
[...] de la materia
[...] del chocolate como medicina
[...] que el mucho viajar conlleve un mayor conocimiento de la condición humana
[...] del valor de la vida
[...] del valor –en sí- del universo
[...] del antropocentrismo
[...] de la belleza
[...] de la fealdad
[...] de los récords
[...] que un día no muy lejano, hayas llegado hasta el nadir de tus asuntos y puedas por fin tumbarte a mirar las estrellas como se miraría uno a sí mismo convertido en mil millones de pedazos luminosos
[...] que el universo se expanda
[...] que el universo no sea al final un inmenso pedazo de piedra rodeado por todas partes de fuego
[...] de quienes ante la afirmación de que abrirle el escroto a lo vivo a un muchacho adolescente, haciéndole una incisión en todo semejante a un coño, es un valor en la sociedad en que se practica, ponen el grito en el cielo y te tachan de hijo de puta
[...] de la silicona
[...] de la vista cansada
[...] de la palabra solsticio
En el día de hoy ha vuelto a sonar el cinabrio.
Ciertamente -masculla la princesa Cinchona para sí- el caprimulgo anda muy desmejorado y el cápulo sabía a podrido.
Se puso el capuchón y se dejó capturar.
Arde la arena. La arena que se emplea corrientemente como nombre colectivo genérico, pero también en plural designan las de cierto lugar, Las arenas del desierto; Las arenas del Sil. Porque al fin y al cabo qué es la arena sino partículas disgregadas de rocas.
Amán pidió el moro al entregar su cimitarra.
Amar que también es amigo, amistad, enemigo.
No desafinaré.
¿Cómo hacer? No sé. Pienso, respiro, me aseo. Vivo que no es poco.
¿Qué es dabitis?
Pitpit.
El más importante de los dialectos rumanos.
O dallar.
O dalaga que es, en Filipinas, una mujer joven.
Y me pongo a escribir pero sin ninguna intención trascendente. Para mí escribir no es más que barrer una calle o poner un ladrillo.
¿Qué es la daguilla?
¿Qué es el dadaísmo?
Dafne sí sé, fue la hija del río Peneo y primera mujer en la que se fijó Apolo cuando fue desterrado del cielo. Desdeñado por ella, la persiguió y la alcanzó... (el final).
¿Qué es el dactilión?, Yo, yo te respondo, es un aparato que se colocaba en el teclado de los pianos para contribuir a que el principiante adquiriera agilidad y seguridad en los dedos. Bien, bien, gracias.
No cometeré el escarnio como si fuera un cómitre. No me dejaré alcanzar por la Common Wealth así nadie me podrá llamar comisionista.
¡Cominillo, cominillo
no atosigues comme il faut!
Era -ideó la princesa Cinchona- un astro formado por un núcleo poco denso y acompañado por una larga cola de materia muy difusa; describía una órbita excéntrica y sólo era vista cuando se aproximaba al sol. Sólo entonces.
Silencio.
Capa aguadera; capa del cielo; (fogonadura); capa consistorial; capa geológica; capa magna; capa pluvial; papagayo; baño; barniz; a la capa; andar de capa caída; cantidad pagada al capitán de un barco mercante que se hace constar en la poliza de fletamiento.
Cañí era.
Cañiheria.
Swietenia mahoganis
Cañihueco.
Raíz común a la palabra griega "kephalé" y a las latinas "caput", "capillus" y "cappa"... etimología conexa... relación que la... película, piel, estrato, tertel, yacimiento, brochadura, fiador, capingo, capotillo, capea.
Uña de la gran bestia, de alguna forma aguijada, de alguna forma besucada, muy sabrosa, pajel, abedul, en Guatemala o como en Guatemala se ve Betelgeuse, brillante, con arras. Besarse entonces, causándose desperfecto, por ejemplo dos panes o dos vasijas en el horno. Era una tira que se ponía como adorno en los vestidos de mujer alrededor del pecho, hombros y espalda. Lo llamaré berta.
Dijo, Tenía flores moniocas en amento y frutos en forma de sámara o de aquenio, protegido a veces por una cúpula. Por una cúpula protegido, por una cúpula.
¡Reteñirlo! ¡Dadle brillo!
Era bietense.
Ordenó la princesa, Capialzadme ese arco y alcanzaréis un nombre antiguo de cierta prenda del traje femenino.
Clarea.
Me engañaba con Sofía. Era mi mejor amiga. Mi amiga de toda la vida.
Roto en fragmentos.
Clauquillar.
Grupo. Inferior. Productor. Paria. Gleba. De chicha. Y nabo. Hoy no hay clase formada por las personas que viven de un trabajo no manual... Fumarse. Aula. Hacer fuchina. Entonces uno es más consciente de su propia desesperación. Siervo, Nevó durante todo el día pero aprovechamos un claro para salir... Distribuir el establo. Distribuir el cuadrado impresiona, también esa familia... esa descripción.
Si yo te dijera que cuaderna es la cuarta parte de alguna cosa o si te susurrara, quédamente, Tres poleas colocadas paralelamente dentro de la misma armadura. Si fuera más allá, mucho más allá y me atreviera a decirte, Eran vecinos de los marcomanos.
¡Añazme! y no me anules como si dijéramos (los dos a la vez) Infirmar, Proscribir, Rescindir, Deshacer, Aviar, Encarnar, Cansado, Maltrecho, más de su misma materia, amenazar, semejantes, persona pública, cualquier cosa, anumerar o figura de forma de anillo.
Ánulo.
Siempre tienes algo guardándolo dentro de ti. ¿Qué sabes tú de mi soledad? No sabes nada de mí.
Conforme.
Aña. Aña seca.
Vizcaya.
Anzuelo.
Añil.
Ciertamente -masculla la princesa Cinchona para sí- el caprimulgo anda muy desmejorado y el cápulo sabía a podrido.
Se puso el capuchón y se dejó capturar.
Arde la arena. La arena que se emplea corrientemente como nombre colectivo genérico, pero también en plural designan las de cierto lugar, Las arenas del desierto; Las arenas del Sil. Porque al fin y al cabo qué es la arena sino partículas disgregadas de rocas.
Amán pidió el moro al entregar su cimitarra.
Amar que también es amigo, amistad, enemigo.
No desafinaré.
¿Cómo hacer? No sé. Pienso, respiro, me aseo. Vivo que no es poco.
¿Qué es dabitis?
Pitpit.
El más importante de los dialectos rumanos.
O dallar.
O dalaga que es, en Filipinas, una mujer joven.
Y me pongo a escribir pero sin ninguna intención trascendente. Para mí escribir no es más que barrer una calle o poner un ladrillo.
¿Qué es la daguilla?
¿Qué es el dadaísmo?
Dafne sí sé, fue la hija del río Peneo y primera mujer en la que se fijó Apolo cuando fue desterrado del cielo. Desdeñado por ella, la persiguió y la alcanzó... (el final).
¿Qué es el dactilión?, Yo, yo te respondo, es un aparato que se colocaba en el teclado de los pianos para contribuir a que el principiante adquiriera agilidad y seguridad en los dedos. Bien, bien, gracias.
No cometeré el escarnio como si fuera un cómitre. No me dejaré alcanzar por la Common Wealth así nadie me podrá llamar comisionista.
¡Cominillo, cominillo
no atosigues comme il faut!
Era -ideó la princesa Cinchona- un astro formado por un núcleo poco denso y acompañado por una larga cola de materia muy difusa; describía una órbita excéntrica y sólo era vista cuando se aproximaba al sol. Sólo entonces.
Silencio.
Capa aguadera; capa del cielo; (fogonadura); capa consistorial; capa geológica; capa magna; capa pluvial; papagayo; baño; barniz; a la capa; andar de capa caída; cantidad pagada al capitán de un barco mercante que se hace constar en la poliza de fletamiento.
Cañí era.
Cañiheria.
Swietenia mahoganis
Cañihueco.
Raíz común a la palabra griega "kephalé" y a las latinas "caput", "capillus" y "cappa"... etimología conexa... relación que la... película, piel, estrato, tertel, yacimiento, brochadura, fiador, capingo, capotillo, capea.
Uña de la gran bestia, de alguna forma aguijada, de alguna forma besucada, muy sabrosa, pajel, abedul, en Guatemala o como en Guatemala se ve Betelgeuse, brillante, con arras. Besarse entonces, causándose desperfecto, por ejemplo dos panes o dos vasijas en el horno. Era una tira que se ponía como adorno en los vestidos de mujer alrededor del pecho, hombros y espalda. Lo llamaré berta.
Dijo, Tenía flores moniocas en amento y frutos en forma de sámara o de aquenio, protegido a veces por una cúpula. Por una cúpula protegido, por una cúpula.
¡Reteñirlo! ¡Dadle brillo!
Era bietense.
Ordenó la princesa, Capialzadme ese arco y alcanzaréis un nombre antiguo de cierta prenda del traje femenino.
Clarea.
Me engañaba con Sofía. Era mi mejor amiga. Mi amiga de toda la vida.
Roto en fragmentos.
Clauquillar.
Grupo. Inferior. Productor. Paria. Gleba. De chicha. Y nabo. Hoy no hay clase formada por las personas que viven de un trabajo no manual... Fumarse. Aula. Hacer fuchina. Entonces uno es más consciente de su propia desesperación. Siervo, Nevó durante todo el día pero aprovechamos un claro para salir... Distribuir el establo. Distribuir el cuadrado impresiona, también esa familia... esa descripción.
Si yo te dijera que cuaderna es la cuarta parte de alguna cosa o si te susurrara, quédamente, Tres poleas colocadas paralelamente dentro de la misma armadura. Si fuera más allá, mucho más allá y me atreviera a decirte, Eran vecinos de los marcomanos.
¡Añazme! y no me anules como si dijéramos (los dos a la vez) Infirmar, Proscribir, Rescindir, Deshacer, Aviar, Encarnar, Cansado, Maltrecho, más de su misma materia, amenazar, semejantes, persona pública, cualquier cosa, anumerar o figura de forma de anillo.
Ánulo.
Siempre tienes algo guardándolo dentro de ti. ¿Qué sabes tú de mi soledad? No sabes nada de mí.
Conforme.
Aña. Aña seca.
Vizcaya.
Anzuelo.
Añil.
Análisis de Issac Alexander
A.- ENTENDIMIENTO
A1.- Memoria
A2.- Razón
A3.- Imaginación
... habrán de seguir las subdivisiones de este sistema figurado de los conocimientos humanos que Diderot y D'Alambert expusieron para la realización de su Enciclopedia. Y me parece interesante en tanto en cuanto toda elección se conforma en este sistema de locos, de enfervorizados creyentes en una categoría extrema de la condición terrícola que es el Hombre...
... bienvenidos los cambios, los parlamentos donde se habrá de parlamentar. Aunque sólo sea el escaparate del verdadero poder que gobierna el mundo que por lo menos se vea mono...
... os dejo que escucho a Kukan Dub Lagan y me hierve (habría puesto yerbe que me suena a más meridional y a mí, en ocasiones, lo meridional me lubrica) la sangre tronera ante la muchacha que baila ante mí vestida de morado como los colores del mundo cuando amanece y vemos en las estrellas los designios de las urnas.
... Y juro que esta noche mi papeleta entrará por una ranura carnosa como la papaya, fresca como la lavanda, limpia como la siega a finales de agosto.
... siempre defenderé -mientras la muchacha me come la boca- la educación y el respeto como principales armas contra la corrupción.
... ¡A las urnas! ¡A las urnas!
... O no.
A1.- Memoria
A2.- Razón
A3.- Imaginación
A1a Historia
A2a Filosofía
A3a Poesía
A2a Filosofía
A3a Poesía
A1a1 Sagrada. Historia de los profetas
A2a1 Ciencia del hombre
A3a1 Profana y Sagrada
A2a1 Ciencia del hombre
A3a1 Profana y Sagrada
A1a2 Eclesiástica
A2a1b Metafísica general u Ontología o Ciencia del ser en general, de la Posibilidad, de la Existencia, de la Duración etc...
A3a1b Narrativa
A3a1b Narrativa
A1a3 Historia civil antigua y moderna
A2a1c Ciencia de Dios
A3a1c Dramática
A3a1c Dramática
... habrán de seguir las subdivisiones de este sistema figurado de los conocimientos humanos que Diderot y D'Alambert expusieron para la realización de su Enciclopedia. Y me parece interesante en tanto en cuanto toda elección se conforma en este sistema de locos, de enfervorizados creyentes en una categoría extrema de la condición terrícola que es el Hombre...
... bienvenidos los cambios, los parlamentos donde se habrá de parlamentar. Aunque sólo sea el escaparate del verdadero poder que gobierna el mundo que por lo menos se vea mono...
... os dejo que escucho a Kukan Dub Lagan y me hierve (habría puesto yerbe que me suena a más meridional y a mí, en ocasiones, lo meridional me lubrica) la sangre tronera ante la muchacha que baila ante mí vestida de morado como los colores del mundo cuando amanece y vemos en las estrellas los designios de las urnas.
... Y juro que esta noche mi papeleta entrará por una ranura carnosa como la papaya, fresca como la lavanda, limpia como la siega a finales de agosto.
... siempre defenderé -mientras la muchacha me come la boca- la educación y el respeto como principales armas contra la corrupción.
... ¡A las urnas! ¡A las urnas!
... O no.
Ensayo
Tags : ¿De Isaac Alexander? Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/05/2015 a las 21:28 | {0}
Película escrita y ditigida por Richard Linklater
Antigua maldición china: ¡Ojalá y tengas una vida interesante!
La última escapada. El último aliento. La visión primera. Vivir es ver y someterse (de ahí la grandeza simbólica del toreo), humillar, humillar. Darse de bruces contra un hombre despojado de razón, atenerse a las decisiones de otros, ver cómo tu cabello cae bajo la rasuradora de un hombre al que otro le paga por humillarte. Vivir es también aprender a vadear estos sometimientos, estas humillaciones.
No hay épica en la vida (la épica es la sublimación de lo cotidiano). He visto fotografías de mi hija a lo largo de muchos años por mor de la casualidad; fotografías en las que yo no estoy porque no estaba. Siempre que las veo asoma un pensamiento cruel -para mí- y es que pienso toda la cotidianeidad que no he vivido junto a ella, nuestro vernos ha sido siempre un estado de excepción (excepto el mes de julio que pasamos siempre juntos y justo cuando lo cotidiano ya empieza a ser, termina el mes y ella se va).
Esas decisiones. Incluso esa cotidianeidad de la decisión.
Y al final crecemos, rodeados de hijos de puta. Porque todos hemos tenido a varios hijos de puta cerca cuando éramos niños (de ahí la eficacia de los antiguos cuentos maravillosos) y son ellos los que más van a marcar nuestra existencia y son ellos los fantasmas que vamos a tener que vencer -si es que los vencemos- aunque la mayor parte de las veces nos volvemos nosotros también unos hijos de puta. Y los que no se convierten en canallas, en represores, en detentadores de su pequeña parcela de poder, tendrán una maldita vida interesante -como dice la antigua maldición China- y ahí te quiero ver con el corazón en carne viva, con el terror de tu propia cotidianeidad, campando la estulticia a sus anchas y con unos carroñeros que te dicen que la vida es bella, ya verás. Menos mal que también es muy posible que te encuentres al que te diga, La belleza no es felicidad. La belleza puede ser terrible y no por eso dejará de ser bella; sí, tú que te has apartado de ser un hijo de puta, encontrarás algún maestro que no querrá serlo, porque no puede serlo, porque le va la vida en no serlo y sin embargo de él aprenderás a vivir sin juzgar -si es que está en ti el aprender semejante cenit de la existencia- o cuando menos -seamos cautos- emprenderás ese camino. Y yo te digo, ¡qué bello camino!
Y sí, es cierto, si has pasado la infancia que es una cárcel con unos carceleros y unos barrotes en las ventanas y unos patios grises y unos corredores iluminados con neones blancos y unos urinarios que huelen siempre mal y unos luces que se apagan cuando aún tienes miedo y unas comidas que te hacen vomitar y unos castigos que sacuden tu alma y te dejan extenuado, con ganas de morir, de morir para siempre, en aquel lago, en aquella colina, en aquel avión, en aquella estela; te digo entonces que si superas esa cárcel (que es la única de la que no puedes escapar) no habiendo aprendido a ser un hijo de puta, entonces te espera una vida terrible e interesante, una vida que se te irá vaciando de contenido, una vida que se irá aligerando hasta ser remolino de viento, pelusa de flor o menos aún sueño, sueño de haber sido y aún así vivirás ese último plano -que es el primero de la vida- con una persona que te atrae a tu lado, ante el paisaje más hermoso que puedas imaginar y habiendo ingerido una droga que te hará volar. Y te sentirás dichoso y te sentirás libre y agradecerás a este milagro que ocurre en este planeta, el que te haya permitido ser parte de él y cogerás la mano de la persona que te gusta y la brisa de la tarde se colará entre vuestros labios que ya se están besando y que es, el beso, el preludio de una nueva tempestad, de una vida nueva, de una nueva cárcel, de un nuevo lamento, de una nueva espera, de una pena nueva y del descubrimiento, claro, si es que no has aprendido a ser hijo de puta, de la belleza, de la belleza... y surgirá por enésima vez una maldita vida interesante.
No hay épica en la vida (la épica es la sublimación de lo cotidiano). He visto fotografías de mi hija a lo largo de muchos años por mor de la casualidad; fotografías en las que yo no estoy porque no estaba. Siempre que las veo asoma un pensamiento cruel -para mí- y es que pienso toda la cotidianeidad que no he vivido junto a ella, nuestro vernos ha sido siempre un estado de excepción (excepto el mes de julio que pasamos siempre juntos y justo cuando lo cotidiano ya empieza a ser, termina el mes y ella se va).
Esas decisiones. Incluso esa cotidianeidad de la decisión.
Y al final crecemos, rodeados de hijos de puta. Porque todos hemos tenido a varios hijos de puta cerca cuando éramos niños (de ahí la eficacia de los antiguos cuentos maravillosos) y son ellos los que más van a marcar nuestra existencia y son ellos los fantasmas que vamos a tener que vencer -si es que los vencemos- aunque la mayor parte de las veces nos volvemos nosotros también unos hijos de puta. Y los que no se convierten en canallas, en represores, en detentadores de su pequeña parcela de poder, tendrán una maldita vida interesante -como dice la antigua maldición China- y ahí te quiero ver con el corazón en carne viva, con el terror de tu propia cotidianeidad, campando la estulticia a sus anchas y con unos carroñeros que te dicen que la vida es bella, ya verás. Menos mal que también es muy posible que te encuentres al que te diga, La belleza no es felicidad. La belleza puede ser terrible y no por eso dejará de ser bella; sí, tú que te has apartado de ser un hijo de puta, encontrarás algún maestro que no querrá serlo, porque no puede serlo, porque le va la vida en no serlo y sin embargo de él aprenderás a vivir sin juzgar -si es que está en ti el aprender semejante cenit de la existencia- o cuando menos -seamos cautos- emprenderás ese camino. Y yo te digo, ¡qué bello camino!
Y sí, es cierto, si has pasado la infancia que es una cárcel con unos carceleros y unos barrotes en las ventanas y unos patios grises y unos corredores iluminados con neones blancos y unos urinarios que huelen siempre mal y unos luces que se apagan cuando aún tienes miedo y unas comidas que te hacen vomitar y unos castigos que sacuden tu alma y te dejan extenuado, con ganas de morir, de morir para siempre, en aquel lago, en aquella colina, en aquel avión, en aquella estela; te digo entonces que si superas esa cárcel (que es la única de la que no puedes escapar) no habiendo aprendido a ser un hijo de puta, entonces te espera una vida terrible e interesante, una vida que se te irá vaciando de contenido, una vida que se irá aligerando hasta ser remolino de viento, pelusa de flor o menos aún sueño, sueño de haber sido y aún así vivirás ese último plano -que es el primero de la vida- con una persona que te atrae a tu lado, ante el paisaje más hermoso que puedas imaginar y habiendo ingerido una droga que te hará volar. Y te sentirás dichoso y te sentirás libre y agradecerás a este milagro que ocurre en este planeta, el que te haya permitido ser parte de él y cogerás la mano de la persona que te gusta y la brisa de la tarde se colará entre vuestros labios que ya se están besando y que es, el beso, el preludio de una nueva tempestad, de una vida nueva, de una nueva cárcel, de un nuevo lamento, de una nueva espera, de una pena nueva y del descubrimiento, claro, si es que no has aprendido a ser hijo de puta, de la belleza, de la belleza... y surgirá por enésima vez una maldita vida interesante.
¡Dame veneno que quiero morir! (Popular)
¡Mardito parné! (Popular)
Cada uno cuenta la feria según le va (Popular)
Proemio
Me llama Fernando García-Loygorri a altas horas de la madrugada. Él sabe que soy animal nocturno (en realidad también lo soy diurno y vespertino. Quiero decir: soy animal a todas horas) y que es en la madrugada cuando más me dedico al juego de la elucubración y los escritos con los que suelo (en más de un 99,99%) limpiarme el culo de la primera cagada del día siguiente (la deliciosa cagada del café con leche y cigarrillo mientras el cuerpo caliente de la amante de turno me espera en la cama, oculto por las sábanas... -sabéis que muero por el cuerpo de una mujer dormido a mi lado, en el lado izquierdo del lecho, bajo esta luz salvaje del fin del mundo. No me avergüenza el contaros que en muchas ocasiones disfruto tan sólo del cuerpo, importándome un ardite la mente del cuerpo con el que estoy. Aseguro que el cuerpo del que hablo siente la misma simpatía por mí. Bendito sea si después de toquetearnos, se nos abre la mente y comulgamos aunque sea en dos ideas frenéticas- murmuraciones de viejo verde). Como decía, me llama F.G.L. (me comentó -para que veáis hasta qué punto la vanidad se acomoda hasta a las iniciales- que le gustaba que escribiera sus iniciales porque son las mismas que las de Federico García Lorca) y me pregunta si tengo algo escrito contra la democracia. Yo le contesto, lo más amable que puedo, que por qué no le dan un poquito por el orto y se deja de grandes palabras o de conceptos grandes, que padres tiene la iglesia y que a qué viene ahora esa pregunta. Me responde Loygorri que hace tiempo una amante le metió un consolador por el mismísimo orto y que lo hizo con tal frenesí que le provocó un desgarro -desgarro físico, no moral- y que quizá fue el recuerdo de ese dolor que sintió -a la par que placer- lo que le llevó a pensar en mí y mis posibles escritos anti-democráticos. Le respondo que si es así la cosa cambia. Todo pensamiento nacido de un consolador en el culo me merece el mayor de los respetos. Así es que le pido que me dé unos días para revisar lo poco que guardo de lo mucho que escribo e incluso -le exclamo- si no tuviera nada al respecto quizá sea una buena analogía para empezar a discurrir sobre ese término con el que se llenan la boca tantas y tantas personas del occidente mundo. Me agradece Loygorri mis palabras y le respondo si como agradecimiento no podría presentarme a la amante que le desgarró. Ríe él. Río yo. Me llama viejo rijoso. Le llamo maricón frustrado. Me contesta que no es políticamente correcto llamarle maricón. Le digo que se vaya a la mierda. Vuelve a reír. Vuelvo a reír. Termino la conversación con un algo te mandaré.
Ensayo
Tags : Versus democratia ¿De Isaac Alexander? Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 06/05/2015 a las 19:17 | {0}
Ventanas
Seriales
Archivo 2009
Escritos de Isaac Alexander
Fantasmagorías
¿De Isaac Alexander?
Meditación sobre las formas de interpretar
Libro de las soledades
Cuentecillos
Colección
Apuntes
Archivo 2008
La Solución
Aforismos
Haiku
Recuerdos
Reflexiones para antes de morir
Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
Sobre las creencias
Olmo Dos Mil Veintidós
El mes de noviembre
Listas
Jardines en el bolsillo
Olmo Z. ¿2024?
Agosto 2013
Saturnales
Citas del mes de mayo
Reflexiones
Marea
Mosquita muerta
Sincerada
Sinonimias
Sobre la verdad
El Brillante
El viaje
No fabularé
El espejo
Desenlace
Perdido en la mudanza (lost in translation?)
La mujer de las areolas doradas
La Clerc
Velocidad de escape
Derivas
Carta a una desconocida
Asturias
Sobre la música
Biopolítica
Las manos
Tasador de bibliotecas
Ensayo sobre La Conspiración
Ciclos
Tríptico de los fantasmas
Archives
Últimas Entradas
Enlaces
© 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
Ensayo
Tags : ¿De Isaac Alexander? Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 21/06/2015 a las 01:19 | {0}