Mira lo que se queda
Fue un salto prodigioso
La tierra misma se volcó
Hay en la ardilla algo de la gracilidad del primer encuentro
Mira la astucia
Mira, la loba gruñe
No sé cómo (esto es un secreto entre tú y yo) quitarme la capa de autocrítica que me impongo
Mira (te)
Será una cuestión de pensamiento
Mira la ausencia
Mírala de frente
Las horas son una pasión más
que tiene su tiempo de desintoxicación
Mira la furia
Mira las estrellas imposibles
Mira a la mujer inteligente cómo se llena de piedras los bolsillos y erguida se encamina al centro de la corriente del río
¡Oh. Ofelia!
Mira la pérdida
El amuleto tiene una constancia de totem
La plenitud se asemeja tanto al negro
Un laud
Una música arábigo-andaluza corretea por mí ahora
La duna se mueve
La espada reposa en su panoplia
El diablo se divierte en Moscú
Muy lejos unas tropas toman al asalto una fortaleza dos mil años antes de ti
Será la curva
El regato seco desde hace un par de meses
O el recuerdo que es materia aún no descubierta
Mira el horizontre que se ha disuelto
Toca el violín
Déjate llevar
Enzarcé un par de palabras eróticas
y las dejé dentro de mí
Eran musgo con un poco de bergamota (aroma de bergamota)
No luches
No te fatigues
Esa visión es un alero (sólo eso)
Camina y si tropiezas...
Túmbate y si cierras las piernas...
Sueña la boca abierta
Mira, no hay pecado
Nada merece la absolución
Vivimos entre hombres
eso es todo
Mañana mira
La mujer inteligente se ahoga con los bolsillos ahítos de piedras
Ha dejado escritos varios monumentos
también (puede ser) una confesión
No te arrepientas
Valga la redundancia: no te confieses
Un hombre vestido no entiende la luz
Mira
¡qué mal respiro!
Mira
¡qué bien respiro!
Mira
la cadencia de la nadadora
¿sabes que bajo su gorro de baño existe una cabellera castaña y larga?
¿sabes que sus brazos, tras el nado, no se sentirán cansados?
¿has visto lo bien que nada?
¿has visto la patada?
Mira
Mira
No juzgues
Mira
Es un día nuevo e igual
El caracol está húmedo
El escarabajo ha sido salvado por una muchacha de morir aplastado bajo la suela de un caminante
Y las hormigas (también entre tú y yo) son unas locas. No veas su trajín. Su trajín en fila de a una. Atravesando el camino. Sin importarles un ardite la forma del orden. Siendo orden en sí. Las hormigas son el orden. Las hormigas no son el beso. Son el orden
Mira el favor que te hago:
yo me escondo y nunca más salgo
Fue un salto prodigioso
La tierra misma se volcó
Hay en la ardilla algo de la gracilidad del primer encuentro
Mira la astucia
Mira, la loba gruñe
No sé cómo (esto es un secreto entre tú y yo) quitarme la capa de autocrítica que me impongo
Mira (te)
Será una cuestión de pensamiento
Mira la ausencia
Mírala de frente
Las horas son una pasión más
que tiene su tiempo de desintoxicación
Mira la furia
Mira las estrellas imposibles
Mira a la mujer inteligente cómo se llena de piedras los bolsillos y erguida se encamina al centro de la corriente del río
¡Oh. Ofelia!
Mira la pérdida
El amuleto tiene una constancia de totem
La plenitud se asemeja tanto al negro
Un laud
Una música arábigo-andaluza corretea por mí ahora
La duna se mueve
La espada reposa en su panoplia
El diablo se divierte en Moscú
Muy lejos unas tropas toman al asalto una fortaleza dos mil años antes de ti
Será la curva
El regato seco desde hace un par de meses
O el recuerdo que es materia aún no descubierta
Mira el horizontre que se ha disuelto
Toca el violín
Déjate llevar
Enzarcé un par de palabras eróticas
y las dejé dentro de mí
Eran musgo con un poco de bergamota (aroma de bergamota)
No luches
No te fatigues
Esa visión es un alero (sólo eso)
Camina y si tropiezas...
Túmbate y si cierras las piernas...
Sueña la boca abierta
Mira, no hay pecado
Nada merece la absolución
Vivimos entre hombres
eso es todo
Mañana mira
La mujer inteligente se ahoga con los bolsillos ahítos de piedras
Ha dejado escritos varios monumentos
también (puede ser) una confesión
No te arrepientas
Valga la redundancia: no te confieses
Un hombre vestido no entiende la luz
Mira
¡qué mal respiro!
Mira
¡qué bien respiro!
Mira
la cadencia de la nadadora
¿sabes que bajo su gorro de baño existe una cabellera castaña y larga?
¿sabes que sus brazos, tras el nado, no se sentirán cansados?
¿has visto lo bien que nada?
¿has visto la patada?
Mira
Mira
No juzgues
Mira
Es un día nuevo e igual
El caracol está húmedo
El escarabajo ha sido salvado por una muchacha de morir aplastado bajo la suela de un caminante
Y las hormigas (también entre tú y yo) son unas locas. No veas su trajín. Su trajín en fila de a una. Atravesando el camino. Sin importarles un ardite la forma del orden. Siendo orden en sí. Las hormigas son el orden. Las hormigas no son el beso. Son el orden
Mira el favor que te hago:
yo me escondo y nunca más salgo
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Ensayo
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 21/07/2015 a las 13:21 | {0}