Ya es la hora. Ha de encender la luz. No sabe si empezará a hacerlo poco a poco o si será súbito, de una vez y para siempre [...] no le dirá nada el sueño que tuvo en el que caminaba por la ciudad en la que nunca estuvo (jamás soñó Seúl) [...] es ponerse de pie, atreverse a bailar un calypso a la orilla del mar Caribe mientras sobre una mesa de cristal y forja descansa un ron bien tostado [...] caricias en los muslos, dentro de los muslos, caricias de humedales bajo un cielo más cercano a la Tierra, un cielo que diera la sensación de poder ser alcanzado con tan sólo estirar el brazo [...] cielo de piedra [...] fuego orbital [...] ya, ya es la hora, en este momento de las sociedades del espectáculo donde la hegemonía del cuerpo sigue ejerciendo su tiranía -el cuerpo de Hitler, el cuerpo de Mussolini, el cuerpo de Trump- y la belleza canónica se expande por la inteligencia artificial [...] será ahora y nunca más. Tendrá que mirarse y aceptar la comisura de sus labios, la poca carne que atesoran, lo poco vigorosa que luce su melena. Cae sobre el mundo el frío del invierno; apenas las manos consiguen moverse y el aire que respira le devuelve una historia de aguas [...] podría haber sido mañana [...] será ahora: su cuello, sus hombros (sí, un día, un muchacho, le acarició el hombro y alabó su forma), su pecho, su columna, sus brazos, su cintura, su cadera, sus nalgas, su sexo, sus muslos, sus rodillas, sus gemelos, sus tobillos, sus dedos; ahora ha de ser, tras encender la luz, sí, ahora, súbitamente, sí, a golpe de vista, el fin del mundo, la carne cae, la atardecida [...]
¡Imperfección, perra del Hades, cuya mordedura me infecta día a día! ¡Vete de mí! ¡No me sigas más! ¿Por qué me buscas tanto? ¿Cómo me dejé enredar entre tus dientes como si fueras, tú, la belle dame sans merci?
Bosques de agua caían en la mañana. La carretera se iba haciendo líquida y luego [...] el encuentro con unos seres vacíos que contemplaban la belleza como si no fuera con ellos.
¡Maldita! ¡Querida! Siento desfallecer y luego me yergo, me digo, Respira una vez más y suelta el aire como quien mira en la luna nueva la blancura que vendrá. ¡Abrázame! sí, a pesar de todo. ¡Abrázame! No me dejes nunca, nunca; hasta morir quiero ir de tu mano para llegado al Leteo no recordar de quien hasta su orilla había venido toda mi vida acompañado.
Son estos los años más abundantes, cuando soy capaz de contemplar la montaña en la que me he convertido. De ahora en adelante habré de ir arrancando mojones de tierra, desde la cima; los lanzaré más allá del valle de Lágrimas, hasta donde mi vista no alcance y así mojón a mojón convertiré mi ser montaña en fragmentos de tierra y la tierra, ¡Ya lo sabes tú, Amada! no es más que detritus.
Llegué vivo a la noche. Escuché unas canciones de juventud. Recordé a mi madre. Recordé a mi hija y cuando el sueño acariciaba mis mejillas, sentí que volvía a mirarme hermosa y fría como la escarcha petrificada -cuchillos de hielo frente a mí- en el viejo roble de aquella sierra al Norte de un país boreal.
Narrativa
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/11/2024 a las 18:50 | {0}
Fotografía de Colita
[...] diría que era la debilidad, abandonarse, pensar, Ya llego. Nada tendré que hacer. Como siempre la vida saldrá antes al encuentro [...] hablé y apenas oía ¿por qué quedaban tan lejos los sonidos? [...] ¿por qué esperaba? ¿no es más hermoso saber que se abandona el barco porque está lleno de ratas? [...] por la noche, quedos, los sueños salieron de sus madrigueras y atravesando túneles de una largura extraordinaria llegaron hasta la conciencia y se mostraron en forma de imágenes; luego quedó de ellos la intensidad de una mirada, un amarillo clara de huevo, la estela de un cometa y el último tintineo de la campanilla del padre [...] por ahí anda el tiempo y el susurro y la dicha [...] por ahí quedaría el olor que renace en el abrazo [...] diría abandonarse por no buscar otro reflexivo que lo punzara más (crucificarse, sostenerse, amilanarse, entregarse, rendirse) [...] aturdimiento también; sí: aturdimiento e ira [...] por eso he subido el puerto en mitad de la ventisca con el pecho descubierto y una soga en la mano izquierda y cuando he llegado a las negras aguas del pantano, la he lanzado con todas mis fuerzas mientras maldecía al Cielo la idea del ahorcamiento [...] escara que brilla bajo la luz de la luna una tumefacción azul [...] sí, porque es hermoso el sonido de las aguas de la rivera; sí, porque la urraca habita el roble desnudo, a punto de invierno [...] así me abandonaría y empezaría la historia de una saga con la siguiente frase... [...]
Narrativa
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 24/11/2024 a las 18:37 | {0}Canta el Coro de los troyanos la llegada de Reso, rey de Tracia, y ensalzan en su canto su linaje y su futuro [...] ¡Illión! No te dejes vencer por los argivos. Acude con todos los tuyos contra las cóncavas naves y en maniobra envolvente atácalos al fin por retaguardia y quema sus naves. Que el cielo del amanecer se tiña del rojo del fuego. Que los peces pontíacos se sumerjan en las profundidades [...] mientras imaginaba, no muy lejos, en tierras del este, la gente se ahogaba amarrada a los volantes de sus automóviles El temporal se había cocido a fuego lento y cuando decidieron los dioses que era el momento dejaron caer tormenta tras tormenta el diluvio sobre una extensión de tierras que nunca debieran haber sido propiedad de los hombres [...] Siguió pensando, ¿No contiene la sexualidad mamífera cierto grado de agresividad? y si fuera así, ¿puede el neocórtex domeñar el hipotálamo o siquiera el núcleo accumbens para que no sea la agresividad quien genere respuestas y fomente estímulos sexuales? Hablo de una agresividad aceptada, de una erótica compartida, es decir no me refiero a una agresividad y una erótica impuestas (se pregunta si tendría que definir el término agresividad, si debería buscar etimologías o si basta la idea que el lector tiene de este término para que no necesite tanta precisión) [...] ¿Por qué suscitó tanto enojo la belleza? ¿Por qué tuvieron los antiguos escribas que escribir el Libro del Éxodo, germen del insaciable afán occidental por encontrar nuevas tierras prometidas según deducen los estudiosos que analizan estos textos casi tres mil años después de haber sido redactados? [...] El agua purifica y ahoga, las palabras se las lleva el tiempo, los muertos amarrados a los volantes de sus automóviles no volverán a discurrir. Eso sí: se reconstruirán las carreteras, se limpiarán los restos del naufragio, florecerá la próxima primavera, se hará un monumento a la tragedia, se escribirán libros, se harán críticas, se acabará volviendo todo una cuestión de seguros, la aguas del mediterráneo seguirán acogiendo ahogados de las costas de su sur [...] queda tan poco [...]
Narrativa
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 31/10/2024 a las 14:02 | {0}[...] hasta allí corrió [...] Ubicaba el inicio en Hasta allí corrió [...] hoy las hojas amarillean con descaro. Nada puede disimular su lento devenir a humus [...] sí, llegaron aves nuevas, las aves del otoño, zorzales, escriba zorzales el escriba [...] de la mañana debe de provenir algo [...] luego estableció lo correcto. Se equilibró con respecto a la inclinación del sol. Mañana sería otro día. Mañana todo cambiaría. Buscaría entre el follaje la cadencia de un vals y haría un verso. Mañana respiraría. Mañana encendería la luz con cierto grado de presente. Mañana se encumbraría. Sí, sí, se encumbraría como si un niño, él mismo niño, se pusiera a saltar sobre la cama, sobre aquellos colchones de muelles aquella vez en que su padre cambió los muebles de la habitación de los niños. También podría empezar con La habitación de los niños [...] Tendría tanto que hacer, ¡ah, si tú supieras! si, tú, tú, hubieras querido saber [...] es la despedida [...] un pañuelo atravesó la plaza de una capital de provincias en la Rusia del 1870, cuando los zares, [...] aún no existía Philip Glas para ti, no habías nacido, estabas muerta, no eras ni una idea en la conciencia de tu padre, quizás aún tampoco [...] de la despedida, claro, vino el pañuelo [...] fuiste una esperanza [...] si pudiera, -esto que escribe el escriba es puro. Es lo que desearía el personaje sobre el que el escriba escribe. No es una idealización. No es una metáfora. No es una mera imagen poética. Es realismo. Es casi naturalismo. Es un momento en el que Strindberg se detendría. Es un momento del último Bergman. Por eso insiste, no crea quien esto lea que hay una ensoñación, un querer hacer bello, una estética de la monomanía. Piense en lo siguiente que leerá de la fantasmagoría, que es puro naturalismo. Recuerde. Naturalismo, [...]- escribía el escriba que si pudiera -el personaje- desearía encontrarse con ella a lo lejos. Ella es silueta. Él reconoce la silueta. A las espaldas de ella surge del mar una luna gigantesca casi violeta que empieza a ser naranja. Él alza la mano y la sacude a modo de despedida. Ella, tan lejos, a contraluz de luz de luna, hace el mismo gesto [...] las hojas del roble se debilitan
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Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 22/10/2024 a las 20:16 | {0}
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Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 26/11/2024 a las 18:55 | {0}