La musa y el poeta Rodin 1905
¡Dime dónde te escondiste, Musa, para aventar de mí las telarañas! Ya no eres agua sagrada ni fluye por tu oído la vieja Memoria, la de los pies ligeros y armónica mirada que como una endiablada auguraba el beso al caer la noche y la sólida estirpe de las razas recordaba; ¡dime dónde estás vieja estúpida! arráncame a tiras la piel de mi pasado y muéstramela secándose al sol mientras mi carne en carne viva se dora y adquiere el aroma del asado.
¡Vuelve, hija de Mnemósine! ¡Vuelve, bastarda, al presente! ¡Vuelve y sé valiente y arrastra mi cerebro por mi lodo! Sea todo sanarme en ese barro que como tierra curativa y húmeda infecte el ahora y anhele con locura recobrarme y cierre aunque en cicatrices lo dolido.
¿Dónde estás ciega? ¿Dónde estás sorda? ¿Quisiste sumergirte como ninfa en las profundas aguas del estanque? ¿Quisiste disimularte entre nenúfares? ¿Pudiste olvidar a quien te ignora? ¿Eres partícula tras haber sido onda? ¿Te llamo quark cuando te llamaron diosa?
Surge de nuevo como geiser. Arrasa mi isla entera. Funde a golpe de fuego mis entrañas. Hunde tus manos en mis gónadas y bebe mi plasma germinal hasta saciarte. Ríe en la luna llena; floten tus cabellos en el océano negro y se extiendan como medusas por mis nervios hasta hacerme suplicar misericordia. Pero ven, Musa, ven de nuevo; ven una vez más al llamado del poeta.
Ven, ven, que yo estoy quedo.
Diccionario de Autoridades
Purga: s. f. Medicina que se toma por la boca, à fin de mover los malos humores, y expelerlos por parte posterior; y aunque se hacen de diversas manéras, como son de matéria líquida para beber, de matéria sólida en píldoras, y otras reducidas à polvos, la que por lo común se llama purga es la bebida. Lat. Pharmacum. Potio medica. Frag. Cirug. Trat. de las Evacuaciones. Las purgas se han de huir en tiempo mui caliente, qual es el del Estío.
Purgación: s. f. La acción de expeler los malos humores, mediante la medicina que se ha tomado en paralelo. Lat. Purgatio. Frag. Cirug. Trat. de las Evacuaciones. Y si fueren (los medicamentos) débiles y fáciles de alterarse, no es menester sueño, antes podría impedir la purgación.
Purgación: Se llama tambien la sangre que naturalmente evacuan las mugeres todos los meses, y asimismo se da este nombre de la matéria ò humór que se suele expeler por enfermedad, por la via de la orína, assí en hombres como en mugeres; y ésta regularmente se nombra en plural purgaciones. Lat. Menstrua purgatio. Lag. Diosc. lib 1 cap. III. Bebidas con aguas de llantén, restriñen las purgaciones blancas de las mugeres. Frag. Cirug. lib. 1 cap. 21. De aquí es que muchas que crían, no les baxa su purgación algunos meses, y à otras en ningún tiempo durante la cría.
Purgación: En lo forense se llama al acto de purgarse, y desvanecer los indicios o nota que resulta contra alguna persona de delincuente. Lat. Purgatio. Compurgatio.
Purgación Canónica: La prueba que los sagrados Cánones establecen para el caso en que alguno fuere infamado ù notado de algún delito, que no se puede plenamente probar, se purgue la nota o infamia que resulta contra el acusado, por su juramento, y el de los compurgadores. El notado debe jurar que no cometió aquel delito, ni por sí, ni por substituta persona: y este juramento se llama de verdad. Los compurgadóres deben jurar que, según la buena opinión y fama que tienen al acusado, creen habrá jurado la verdad: y este juramento se llama de credulidad. Todo lo cual consta de los capítulos 5 y 13 de Purgat. Canonica. Lat. Purgatio Canonica
Purgación vulgar: Es la disquisición o examen judicial, en que por defecto de otra prueba, y para decidir la verdad de la innocencia ò culpa del reo, se sujetaba la experiencia del agua hirviendo, ù del hierro encendido, ù del agua fría (en que se le arrojaba atado de pies y manos) declarandole culpado si se hundía en ella, ò si el fuego le quemaba; è inocente si sucedía lo contrario. También se hacía este examen por medio del duelo y otros modos también supersticiosos è ilícitos; porque ò se tentaba a Dios con ellos, para que se hiciera milagros, ò se usaba de medios vanos y no conducentes à la averiguación de la verdad. Prohibieron los sagrados Cánones este abuso, que estuvo muy introducido en los pueblos Christianos, y especialmente entre la gente del vulgo, de donde tomó este examen el nombre de Purgación vulgar. Lat. Ferris candensis, vel aquae purgatio.
Purgatorio: s. m. Lugár donde las almas de los que mueren en gracia, sin haber hecho en esta vida entera penitencia por sus culpas, satisfacen la deuda, con las penas que padecen, para ir después à gozar de la Gloria eterna, donde no pueden entrar, sin estar enteramente limpios y purificados. Lat. Purgatorium ij. Florenc. Mar. tom. 1 Ser. 7 Punt. 2. Los que están en el Cielo dependen de esta Señora para su Gloria accidental, los que en el Purgatorio para su libertad.
Purgatorio: s. m. Se llama por traslación qualquier lugar donde se passa la vida con trabajo y penalidad. Lat. Purgatorium ij Sold. Pind. lib 1-23. En preguntando por la Granja de los Frailes, me la enseñaron a la vista, y tan vecina del triste purgatorio en que habíamos estado, que dél hasta sus bardas no podía haber medio quarto de legua.
Nota del Compilador
¿Es la Tierra un purgatorio? ¿Son las emociones purgas? ¿A veces la medicina que peor sabe es la mejor?
¿Quién sabe?
¿Cómo se puede pasear por este mundo agreste, enloquecido adorador del tiempo y del espacio, sin mirar con menosprecio los aperitivos de la presentación de un objeto de consumo cultural?
¿Por qué con el transcurrir de los años, tantas veces, las experiencias se cuentan con dulzura, quitándoles la importancia que hechos violentos o duros o mendaces, tuvieron en ese preciso momento? ¿no es a eso a lo que se llama revisionismo? ¿Es purgación?
Purgación: s. f. La acción de expeler los malos humores, mediante la medicina que se ha tomado en paralelo. Lat. Purgatio. Frag. Cirug. Trat. de las Evacuaciones. Y si fueren (los medicamentos) débiles y fáciles de alterarse, no es menester sueño, antes podría impedir la purgación.
Purgación: Se llama tambien la sangre que naturalmente evacuan las mugeres todos los meses, y asimismo se da este nombre de la matéria ò humór que se suele expeler por enfermedad, por la via de la orína, assí en hombres como en mugeres; y ésta regularmente se nombra en plural purgaciones. Lat. Menstrua purgatio. Lag. Diosc. lib 1 cap. III. Bebidas con aguas de llantén, restriñen las purgaciones blancas de las mugeres. Frag. Cirug. lib. 1 cap. 21. De aquí es que muchas que crían, no les baxa su purgación algunos meses, y à otras en ningún tiempo durante la cría.
Purgación: En lo forense se llama al acto de purgarse, y desvanecer los indicios o nota que resulta contra alguna persona de delincuente. Lat. Purgatio. Compurgatio.
Purgación Canónica: La prueba que los sagrados Cánones establecen para el caso en que alguno fuere infamado ù notado de algún delito, que no se puede plenamente probar, se purgue la nota o infamia que resulta contra el acusado, por su juramento, y el de los compurgadores. El notado debe jurar que no cometió aquel delito, ni por sí, ni por substituta persona: y este juramento se llama de verdad. Los compurgadóres deben jurar que, según la buena opinión y fama que tienen al acusado, creen habrá jurado la verdad: y este juramento se llama de credulidad. Todo lo cual consta de los capítulos 5 y 13 de Purgat. Canonica. Lat. Purgatio Canonica
Purgación vulgar: Es la disquisición o examen judicial, en que por defecto de otra prueba, y para decidir la verdad de la innocencia ò culpa del reo, se sujetaba la experiencia del agua hirviendo, ù del hierro encendido, ù del agua fría (en que se le arrojaba atado de pies y manos) declarandole culpado si se hundía en ella, ò si el fuego le quemaba; è inocente si sucedía lo contrario. También se hacía este examen por medio del duelo y otros modos también supersticiosos è ilícitos; porque ò se tentaba a Dios con ellos, para que se hiciera milagros, ò se usaba de medios vanos y no conducentes à la averiguación de la verdad. Prohibieron los sagrados Cánones este abuso, que estuvo muy introducido en los pueblos Christianos, y especialmente entre la gente del vulgo, de donde tomó este examen el nombre de Purgación vulgar. Lat. Ferris candensis, vel aquae purgatio.
Purgatorio: s. m. Lugár donde las almas de los que mueren en gracia, sin haber hecho en esta vida entera penitencia por sus culpas, satisfacen la deuda, con las penas que padecen, para ir después à gozar de la Gloria eterna, donde no pueden entrar, sin estar enteramente limpios y purificados. Lat. Purgatorium ij. Florenc. Mar. tom. 1 Ser. 7 Punt. 2. Los que están en el Cielo dependen de esta Señora para su Gloria accidental, los que en el Purgatorio para su libertad.
Purgatorio: s. m. Se llama por traslación qualquier lugar donde se passa la vida con trabajo y penalidad. Lat. Purgatorium ij Sold. Pind. lib 1-23. En preguntando por la Granja de los Frailes, me la enseñaron a la vista, y tan vecina del triste purgatorio en que habíamos estado, que dél hasta sus bardas no podía haber medio quarto de legua.
Nota del Compilador
¿Es la Tierra un purgatorio? ¿Son las emociones purgas? ¿A veces la medicina que peor sabe es la mejor?
¿Quién sabe?
¿Cómo se puede pasear por este mundo agreste, enloquecido adorador del tiempo y del espacio, sin mirar con menosprecio los aperitivos de la presentación de un objeto de consumo cultural?
¿Por qué con el transcurrir de los años, tantas veces, las experiencias se cuentan con dulzura, quitándoles la importancia que hechos violentos o duros o mendaces, tuvieron en ese preciso momento? ¿no es a eso a lo que se llama revisionismo? ¿Es purgación?
1.- ¿Cómo alejarse cuando se está dentro?
2.- ¿Es el tiempo la razón fundamental?
3.- ¿Cómo es posible que la luz de hoy fuera tan hermosa?
4.- ¿Por qué de repente surge la insatisfacción en forma de gusano intestinal?
5.- ¿Por qué la limpieza de la cocina, la encimera lisa, el fregadero -qué clara y hermosa palabra: fregadero- brillante y la cafetera limpiada devuelven un resquicio de paz?
6.- ¿Por qué es tan vergonzoso cagarse encima? ¿Qué de malo tiene el olor y el color de la mierda?
7.- ¿Surgirá la radiación? ¿Se alejará la sombra?
8.- ¿Qué significado tiene haber vivido aterrado -sin tierra- tanto tiempo?
9.- ¿Volverá la mujer terrible a aparecer por la oscuridad del lado izquierdo?
10.- ¿Sonará la luz?
11.- ¿Vendrá el frío?
12.- ¿La cuesta se volverá más leve?
13.- ¿La resistencia del agua fortalecerá las piernas?
14.- ¿La pasión se ubicará en una definición nueva?
15.- ¿Será navidad como si fuera jueves?
16.- Una vez rotos, ¿los hábitos se quedarán colgados en un saliente del claustro?
17.- ¿Se alejarán los oscuros?
18.- ¿La paz existe?
19.- ¿Son siete los estados de conciencia? ¿O son cuatro?
20.- ¿Se pueden rehacer amores? ¿Se pueden recomponer historias?
21.- Lo inservible ¿por qué sirve?
22.- ¿Pienso desde el ego luego no existo?
23.- ¿Cuántas veces más los nervios vencerán la calma?
24.- Si vuelven ¿son antiguos esos días?
25.- ¿Estás sonriendo?
26.- ¿Pensaste alguna vez en...?
27.- ¿Qúe números infinitos son más infinitos: los enteros, los pares o los impares?
2.- ¿Es el tiempo la razón fundamental?
3.- ¿Cómo es posible que la luz de hoy fuera tan hermosa?
4.- ¿Por qué de repente surge la insatisfacción en forma de gusano intestinal?
5.- ¿Por qué la limpieza de la cocina, la encimera lisa, el fregadero -qué clara y hermosa palabra: fregadero- brillante y la cafetera limpiada devuelven un resquicio de paz?
6.- ¿Por qué es tan vergonzoso cagarse encima? ¿Qué de malo tiene el olor y el color de la mierda?
7.- ¿Surgirá la radiación? ¿Se alejará la sombra?
8.- ¿Qué significado tiene haber vivido aterrado -sin tierra- tanto tiempo?
9.- ¿Volverá la mujer terrible a aparecer por la oscuridad del lado izquierdo?
10.- ¿Sonará la luz?
11.- ¿Vendrá el frío?
12.- ¿La cuesta se volverá más leve?
13.- ¿La resistencia del agua fortalecerá las piernas?
14.- ¿La pasión se ubicará en una definición nueva?
15.- ¿Será navidad como si fuera jueves?
16.- Una vez rotos, ¿los hábitos se quedarán colgados en un saliente del claustro?
17.- ¿Se alejarán los oscuros?
18.- ¿La paz existe?
19.- ¿Son siete los estados de conciencia? ¿O son cuatro?
20.- ¿Se pueden rehacer amores? ¿Se pueden recomponer historias?
21.- Lo inservible ¿por qué sirve?
22.- ¿Pienso desde el ego luego no existo?
23.- ¿Cuántas veces más los nervios vencerán la calma?
24.- Si vuelven ¿son antiguos esos días?
25.- ¿Estás sonriendo?
26.- ¿Pensaste alguna vez en...?
27.- ¿Qúe números infinitos son más infinitos: los enteros, los pares o los impares?
Un aliento, querida, eso sentí. Yo no sé cómo explicarte (ya ni siquiera sé si merece el esfuerzo hacerlo). He querido tanto tiempo. Lo he intentado tanto. Seguramente estaba equivocado yo también. Intentaba la sensatez cuando en el pozo tan sólo se ve oscuridad y frío. La oscuridad es femenina. También la humedad. También la luna. El espíritu en principio fue femenino. Por eso también, ¿sabes? Porque en el fondo (en lo inconsciente, en la estructura más arcana) tú sabes también a lo que me refiero. Es una canción de mujer. Una herida abierta como a veces se resuelve la simbología de tu sexo -una herida abierta entre tus muslos- en mi mente, en la mente de cientos, de miles de generaciones. Cuando te dije lo que sentí, lo sentí. ¿Cómo es posible que tú respondieras negando cada una de mis emociones? ¿Cómo se puede negar la emoción de otro? Seguiré recordando el mar algo insolente, ajenas para mí sus mareas vivas donde la vida se debate en cuestión de horas; recordaré la negritud de una noche de octubre cuando se ha huido y el sopor va calmando los nervios. No nos quisimos. Si quieres lo digo así. Me apunto al hecho de no haber amado. Ese aguijón. Esa sensación. El pneuma -que es al fin y al cabo respiración- como inspiración. Supe cantar tus ojos claros, tus cabellos recogidos al descuido, tu largura de mujer baja, la extensión de tus palabras y llegué a alabar la parte de la tierra donde el verdor se vuelve escandaloso para nosotros, seres de secano. Sólo que no llego a entender tu cerrazón. Tu arrogancia, querida mía, en quien tantas querencias puse, sobre la que dejé el peso de mi ansiedad, la necesidad -lo sé: mal asunto- de un encuentro y todas esas cosas que ocurren entre una mujer y un hombre por no hablar de las almohadas, los aromas de almendra y pez, la densidad de los flujos, la piel, el hueso, el tendón, el cartílago, el músculo y el pelo. Yo sé cuánto de arcano sostiene lo que te digo y también adivino el velo que aún me tiñe la vista con una irrealidad de la que ni tan siquiera atisbo el umbral de su alcance; sé que quizá quien te declara este acercarse sea un ciervo o un hombre capitidisminuido o un arce venido de muy lejos y sembrado en una maceta de barro fabricada por un alfarero del sur; sé que quizá la veladura se diluirá en una costa de Nueva Zelanda o cerca, en el Pozo del tío Raimundo; y sé que desde esta perversión nada de lo que te diga puede ser cierto. Deberías convenir conmigo que a ti te ocurre lo mismo y tan sólo por eso deberías cuando menos tener atentos los oídos a mis emociones para no negarlos a prisa y como en breves, para no pasarlos por encima dejando incluso en tus palabras cierta capa de sarcasmo y algo de mediocridad. Sería tan hermoso haber desvelado juntos, en largas sesiones de vino y cigarrillos, de dónde venía la tristeza que me invadió un día o el rechazo que me impusiste aquel domingo; o desentrañar tus exigencias con respecto a mi modo de conducirme en el trabajo o mi desolación cuando no encontraba tu sonrisa el martes en que decidí quedarme a tu lado para siempre; o haber buceado en mi necesidad de otros cuerpos femeninos, en el alejamiento en la cama, en que hubo un día en que no me pareciste inteligente y otro en que quise iniciar la pelea. Ahora ya es tarde, lo sé. Ahora huí y ya no huyo. Esta conversación nunca ha tenido lugar. Ni tan siquiera cuando de nuevo repaso las letras para formar las palabras que se junten en una frase y convengan una idea, veo tu rostro. No te recuerdo. Le hablo quizá al espíritu tuyo que se eleva tras la lluvia cuando las cimas de las montañas han sido invadidas por noviembre. Tomaré el coche ahora. Abandonaré esta bar de carretera donde una mujer activa y entusiasta anima a unos camioneros a tomarse la penúltima. Saldré por mi propio pie. Caminaré sin prisa. Quizá emocionado por lo que seguramente, de nuevo, no vas a saber entender. Montaré y seguiré este rumbo sin rumbo, ahora que por fin voy descubriendo que éste es el verdadero camino y que toda dirección, todo sentido, toda meta es una proeza menor de una forma terca de entender la vida. Quizá, querida, aprenda a tocar la guitarra, incluso ya que tengo esta voz bien timbrada, me vuelva cantautor y así cantaré, por ejemplo: "Noche vestida de malva/ mis pies han rozado la orilla/ del río cuya calma/ forma en mi alma remolinos". Algo así. Después corregiré.
Deriva. Inquietud. Alegría. Temor. Indignación. Rechazo. Tristeza.
El velo que no se desvela.
Un velo de acero (duro y frío)
Querer un acercamiento (¿necesitar. Desear?
Esperar un detalle que no se produce.
La nota del piano.
El viento de la tarde.
La noche cae sobre la carretera de circunvalación y un no sé qué que queda balbuciendo (Juan de la Cruz).
Le llegada. La cuesta. La valla publicitaria. Vaya.
La pizzería cerrada. La rabia. La discusión enrabietada. Las lámparas. El olor de un cigarrillo. La tos. El agua. Una cita quebrada. Un lugar lejano.
La misma respuesta a la misma pregunta. El frío. La alfombra. La luz lechosa de esta mañana.
El nombre de Elena. El nombre de Naya.
Dormir sin poder leer. Agotada la mente. La música callada. El sonido de los barcos. La cima de la montaña. El alma como agua. Y como aire. La llaga. Llegar a mirar frente a frente (des-velada). Salto. Mutación. Con-vertirse en mirada.
El puerto. La helada. La viola. La maniobra. La esperanza. Mi madre. La escarcha. La mortaja. El éxito. El viaje. Cambio en la pulsión del tiempo. Impulso. Brazada. La huella y la almohada. El eco. No querer re-accionar.
Las palabras. Dejar a la mente que decida.
¿Dónde siento está emoción?
Emoción: pensamiento con respuesta física.
Tarda. Largo. Imposible. Reflejo. Esfuerzo. Presente. Aullido.
La horca y la mandrágora. El semen del ahorcado.
A horcajadas.
Tiemblo. Musgo. Ashes to ashes. Flauta. Pan.
Reproducir. Reelaborar. Concluir.
Hay en los verbos la melodía del movimiento.
Clase.
Alumno/discípulo.
Debería ser el silencio.
El velo que no se desvela.
Un velo de acero (duro y frío)
Querer un acercamiento (¿necesitar. Desear?
Esperar un detalle que no se produce.
La nota del piano.
El viento de la tarde.
La noche cae sobre la carretera de circunvalación y un no sé qué que queda balbuciendo (Juan de la Cruz).
Le llegada. La cuesta. La valla publicitaria. Vaya.
La pizzería cerrada. La rabia. La discusión enrabietada. Las lámparas. El olor de un cigarrillo. La tos. El agua. Una cita quebrada. Un lugar lejano.
La misma respuesta a la misma pregunta. El frío. La alfombra. La luz lechosa de esta mañana.
El nombre de Elena. El nombre de Naya.
Dormir sin poder leer. Agotada la mente. La música callada. El sonido de los barcos. La cima de la montaña. El alma como agua. Y como aire. La llaga. Llegar a mirar frente a frente (des-velada). Salto. Mutación. Con-vertirse en mirada.
El puerto. La helada. La viola. La maniobra. La esperanza. Mi madre. La escarcha. La mortaja. El éxito. El viaje. Cambio en la pulsión del tiempo. Impulso. Brazada. La huella y la almohada. El eco. No querer re-accionar.
Las palabras. Dejar a la mente que decida.
¿Dónde siento está emoción?
Emoción: pensamiento con respuesta física.
Tarda. Largo. Imposible. Reflejo. Esfuerzo. Presente. Aullido.
La horca y la mandrágora. El semen del ahorcado.
A horcajadas.
Tiemblo. Musgo. Ashes to ashes. Flauta. Pan.
Reproducir. Reelaborar. Concluir.
Hay en los verbos la melodía del movimiento.
Clase.
Alumno/discípulo.
Debería ser el silencio.
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Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/12/2011 a las 18:58 | {0}