Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.
51.- No albergo temor porque ya lo conozco. Lo que hace el páncreas es incendiarme. Doy unos cuantos alaridos, aprieto los dientes, maldigo un mundo que parece retorcerse con los cantos de sirena que lanzan los fantoches de la extrema derecha. Luego me calmo. Recuerdo el día, hace muchos años, en el que unos sicarios de Fuerza Nueva -los antecesores de Vox en España- me pusieron una pistola en la cabeza. Recuerdo el temblor que recorrió mi cuerpo cuando sentí que quizá mañana sería una noticia en los periódicos como en aquellos días de principios de la década de los 80 ocurría cada poco. Una mujer fascista nos salvó o de la muerte o de la paliza no por compasión sino porque el lugar donde habíamos sido rodeados era el bar que tenían justo al lado de su sede en la calle Mejía Lequerica de la ciudad de Madrid.
52.- Nunca vencimos los totalitarismos. Sencillamente se retiraron a sus cuarteles de invierno y fueron creando el momento propicio para lanzarse de nuevo al asalto del poder mientras éste lo dejaban en manos de gentes mediocres con más alma de funcionarios que de republicanos -en el sentido original del término: gestor de la cosa pública-.
53.- El sistema totalitario es siempre el mismo: conseguir que nuestra totalidad sea totalizadora, es decir, que nada que escape a nuestra forma de ver el mundo tenga cabida en ese mundo. La totalización de la Totalidad es el germen del Totalitarismo, según afortunada expresión del filósofo mexicano Enrique Dussel. Es lo que hoy se denomina -de nuevo un eufemismo para enmascarar el propósito- polarización. Y la clave de esta totalización de la Totalidad (la nuestra, la de cada uno) es la negación del Otro (sea quien sea Otro).
54.- Cae por su peso que una de las formas más eficaces de luchar contra el totalitarismo es la aceptación del Otro en la Totalidad de tu mundo. Al aceptar al Otro -pongamos que el Otro sea un fascista para un socialdemócrata convencido- lo primero que ocurre es que lo desactivas porque lo incluyes en tu Totalidad, le das eso que se llamaba en el derecho antiguo carta de naturaleza y lo segundo es que le restas poder porque menguas el temor que te provoca.
...alguna vez estuviste en el frente... la mirada casi de algodón... la espalda desnuda y una ambición desmedida [...] La roca no se destruiría. Lo sabías. Lo sabías... ¿Le quisiste? Piénsalo bien. No hace falta que te precipites. Cálmate. Repasa. Quizás en una noche de invierno cuando él te arropó y besó tu frente. Calma. Calla. No respondas aún que tu respuesta se la llevará el viento y cual heraldo antiguo de una tragedia bien urdida se la entregará a quien corresponda [...] anagnórisis provocará tu respuesta, tú, sí, tú que alguna vez estuviste en el frente [...] ahora debes mantener alta la cabeza y sonreír ante la lluvia que llega a destiempo (como una invitada pintona que es bienvenida) [...] ¿en lo alto del acantilado le quisiste? ¿cuando te calmo por un desencuentro con tu madre?... ¡Ay, tu madre! [...] se lo pensó, sí, ¿lo hizo? ¿decidía postergarlo?... como tú ahora... no confundas postergar con no precipitarse... tienes que tomar decisiones... Él mismo se colocará frente a los fusiles, pegado al paredón; habrá ideado un ingenio para que nadie haya de apretar los gatillos sino que por medio de un movimiento suyo (¿de su boca? ¿de sus ojos?) se aprieten y las balas vayan todas dirigidas a su frente donde él ubica el pensamiento que no es sino un diálogo introspectivo que a nada lleva [...] ¿Ya lo sabes? ¿Te atreves? ¡Dispara!
Ensayo
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 15/05/2024 a las 19:51 | {0}
Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.
41.- Ha tomado sus manos entre las suyas. Aún tiene suave la piel.
42.- La duda cartesiana, la que se inaugura cuando el sentido común es reemplazado por el sentido de las matemáticas, anida desde entonces en el corazón de los hombres. Hay veces en que esa duda constante y metódica es vencida no por el lenguaje incompleto de las matemáticas (Gödel) sino por el sentido común que se alza absoluto y no deja lugar a dudas.
43.- A los mentirosos se les debería tener vedado el acceso a la cosa pública. Todo servidor de la cosa pública que lanzara un bulo o mintiera debería ser de inmediato apartado de su cargo y condenado a empresas privadas.
44.- No es el pueblo judío el que está asesinando a miles y miles de palestinos, es el gobierno de extrema derecha y teocrático que preside el nazista Benjamín Netanyahu.
45.- Al dejar de ser abramánicos se convirtieron en yahveícos y por lo tanto, como Yahvé en la Biblia, sólo saben de venganzas, razias y destrucción. Hablo de los ultraortodoxos judíos y su gobierno vengador y asesino.
46.- Yahvé es en realidad le Dieu trompeur.
47.- Sus manos suaves. Su mirada anciana. Las palabras, por fin, delicadas que le dedicó. Fue como una bendición.
48.- A los ególatras -pagados de sí mismos se decía antaño- hay que arrancarles su ego a base de acciones que no les impliquen para nada.
49.- ¿Por qué un ser humano se empeña en demostrar con tozudez de mosca que es miserable?
50.- Tras verla respiró más fuerte. Tras conversar con ella se sintió un poco más cerca de la noción de perdón. Tras sonreírse se aceptaron. Luego la puerta se volvió a cerrar y fue consciente de que seguía sin tener las llaves.
Ensayo
Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 12/05/2024 a las 19:29 | {0}Debería haberse puesto en pie. Haber lanzado una proclama. Airear a los cuatro vientos que tiene cambios de humor repentinos, ¡Ventoleras! y que ya quisiera controlarlas. El mundo se le vuelve oscuro y echa de menos, en esta decisión tomada, no ser más querido. Es lo que la soledad tiene, que sólo te tienes a ti para quererte. Quererte como nadie. Quererte como a nadie. Luego amanece y ve la guerra cerca y siente en su piel, de nuevo, la cercanía del dolor inmenso de quienes hoy sufren la guerra, la enfermedad y la muerte y ante eso palidecen todos sus dolores mundanos. Realmente palidecen y siente que se ríe del mundo si se queja de sus penas y siente más: siente que éstas no son ciertas sino mañas de viejo para sentirse aún vivo. No, no dice que todo haya ya terminado (realmente cree que es ahora cuando mejor compone, que es ahora cuando mejor piensa, que es de esta época de la que se sentirá menos a disgusto); no, habla de la maldita necesidad del Otro. ¿Por qué carajo? se pregunta algunas noches en las que el sueño huye por los resquicios de las mosquiteras. ¿Por qué carajo la grey? ¿Cuándo empezó todo? ¿Cuándo se resquebrajó el palacio? ¿Cuándo ya no pudo reparar las grietas y tan sólo se dedicó a contemplar cómo en las paredes se iban abriendo líneas (líneas que sonaban a repique de muertos; líneas que eran como garras; líneas profundas; líneas arraigadas)? Aún espera como cuando era joven que una mañana, de repente, sin venir a cuento, sin esfuerzo previo, lo entenderá todo, lo asumirá todo, lo agradecerá todo y no sabrá por qué y no podrá explicarlo, tan sólo su rostro se habrá relajado y creerá que el invierno será venturoso y frente a un mar al norte de su sur respirará como dicen que hacen los seres que se han rendido para siempre.
Ensayo
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 16/04/2024 a las 19:43 | {2}
Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.
12.- Soplan vientos de guerra. Lo que hace veinte años parecía una distopía hoy es una realidad más entre las muchas posibles. (m, l)
13.- En la democracia liberal las formas son esenciales porque es la apariencia lo que importa... y lo que campa a sus anchas. (l)
14.- Es muy probable que tampoco mi generación se vea libre de la destrucción y el horror a la puerta de su casa. Porque en el mundo no ha dejado de ocurrir tal horror y tal destrucción. Porque algunos estudiosos mantienen que realmente la Segunda Guerra Mundial no terminó un 14 de agosto de 1945 sino que se trasladó -con otra intensidad y otros métodos- a Oriente Medio. (m, l)
15.- Un síntoma del nacimiento de una nueva era totalitaria es el resurgimiento del reverso de la libertad -porque la libertad tiene reverso-: la difusión del mal. Cuando el mal se puede difundir sin sonrojo y con orgullo es que ha germinado, de nuevo, la semilla del totalitarismo. (l)
16.- La semilla del totalitarismo germina en los cuatro jinetes del Apocalipsis. (m, l)
17.- ¡Soplan aires de guerra, guerra, guerra! (l)
Ensayo
Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 03/04/2024 a las 19:19 | {0}
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Ensayo
Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 20/05/2024 a las 18:11 | {0}