El héroe de las mil caras. Joseph Campbell. Editado por Fondo de Cultura Económica.
Segunda parte. El ciclo cosmológico. Capítulo II El nacimiento de la virgen. 3. El vientre de la redención.
La mitología hindú nos cuenta que la doncella Parvati, hija de Himalaya, el rey de la montaña, se retiró a las altas colinas para practicar austeridades muy severas. Un tirano-titán llamado Taraka había usurpado el gobierno del mundo y de acuerdo con la profecía, sólo un hijo del Alto Dios Shiva podría derrotarlo. Shiva, sin embargo, era el modelo de dios del yoga; apartado, solitario, sumergido en la meditación. Era imposible que Shiva se interesara en engendrar un hijo.
Parvati decidió cambiar la situación del mundo compitiendo con Shiva en la meditación. Alejada, solitaria, sumergida en su alma, también ayunó desnuda bajo el sol ardiente y aumentó el calor haciendo cuatro fuegos suplementarios en los cuatro puntos cardinales. El hermoso cuerpo se convirtió en una frágil estructura de huesos, la piel se volvió apergaminada y dura. El cabello lo tenía desgreñado y crecido. Los suaves ojos líquidos ardían.
Un día un joven brahmín llegó y preguntó por qué una persona tan hermosa había de destruirse con tales torturas.
"Mi deseo -replicó ella- es Shiva, Objeto Supremo. Shiva es un dios de la soledad y de la concentración inalterable. Practico estas austeridades para sacarlo de su estado de equilibrio y atraerlo hacia mí lleno de amor."
"Shiva -dijo el joven- es un dios de destrucción, Shiva es el Aniquilador del Mundo. El deleite de Shiva consiste en meditar en los crematorios, entre el humo de los cadáveres; allí contempla la podredumbre de la muerte y eso congenia con su corazón devastador; las guirnaldas de Shiva son de serpientes vivas. Shiva es un mendigo y además nadie sabe nada de su nacimiento."
La virgen dijo: "Está por encima del espíritu de los que son como tú. Es pobre, pero es la fuente de la riqueza; es aterrador, pero es la fuente de la gracia; puede ponerse a voluntad guirnaldas de serpientes o guirnaldas de joyas. ¡Cómo había de haber nacido si él es el creador de lo increado! Shiva es mi amor."
El joven se quitó su disfraz; él era Shiva.
Parvati decidió cambiar la situación del mundo compitiendo con Shiva en la meditación. Alejada, solitaria, sumergida en su alma, también ayunó desnuda bajo el sol ardiente y aumentó el calor haciendo cuatro fuegos suplementarios en los cuatro puntos cardinales. El hermoso cuerpo se convirtió en una frágil estructura de huesos, la piel se volvió apergaminada y dura. El cabello lo tenía desgreñado y crecido. Los suaves ojos líquidos ardían.
Un día un joven brahmín llegó y preguntó por qué una persona tan hermosa había de destruirse con tales torturas.
"Mi deseo -replicó ella- es Shiva, Objeto Supremo. Shiva es un dios de la soledad y de la concentración inalterable. Practico estas austeridades para sacarlo de su estado de equilibrio y atraerlo hacia mí lleno de amor."
"Shiva -dijo el joven- es un dios de destrucción, Shiva es el Aniquilador del Mundo. El deleite de Shiva consiste en meditar en los crematorios, entre el humo de los cadáveres; allí contempla la podredumbre de la muerte y eso congenia con su corazón devastador; las guirnaldas de Shiva son de serpientes vivas. Shiva es un mendigo y además nadie sabe nada de su nacimiento."
La virgen dijo: "Está por encima del espíritu de los que son como tú. Es pobre, pero es la fuente de la riqueza; es aterrador, pero es la fuente de la gracia; puede ponerse a voluntad guirnaldas de serpientes o guirnaldas de joyas. ¡Cómo había de haber nacido si él es el creador de lo increado! Shiva es mi amor."
El joven se quitó su disfraz; él era Shiva.
Me envía César este enlace.
La entrevista empieza aproximadamente en el minuto 23 del programa.
Creo que la presentación de Owen Jones la proporcionará la propia entrevista.
http://www.carnecruda.es/2015/06/30/owen-jones-contra-la-casta/
Epístola 81. Libro X. Epístolas morales a Lucilio. Seneca.
Traducción de Ismael Roca Meliá.
Editorial Gredos
Te lamentas de haberte encontrado con un hombre ingrato [...] porque si quieres evitar el riesgo de la ingratitud, no prestarás beneficios [...]; me parece que se debe investigar aquel punto que, según creo, no ha sido suficientemente aclarado: si aquel que nos ha favorecido, y luego nos ha perjudicado, ha equilibrado las cuentas y nos ha liberado de la deuda. Añade, si lo deseas, este extremo: que nos ha perjudicado mucho más de lo que antes nos había favorecido.
[...]
Todo obsequio se debe valorar con el mismo espíritu con que se otorga, y no su cuantía, sino la voluntad que lo ha decidido. Ahora dejemos la suposición: aquello fue un beneficio, y asimismo esto, que ha desbordado la medida del beneficio precedente, es una injuria. El hombre de bien echa ambas cuentas de modo que se perjudica él mismo: engrandece el favor y disminuye la injuria.
Otro juez aún más indulgente, el que yo quisiera ser, decidirá que te olvides de la ofensa y recuerdes el favor.
[...]
... un componente del amor y la amistad consiste en corresponder al beneficio, por cierto más frecuente y difundido en mayor número que la verdadera amistad.
[...]
La regla esencial es ésta: se mostrará -el sabio deudor- generoso en compensar, permitirá que se le haga más responsable, será contrario a saldar un beneficio resarciéndose con la ofensa; el lado al que se inclinará, la dirección a que tenderá será desear verse obligado al favor, desear devolverlo.
Yerra, pues, quien con más agrado recibe el beneficio que lo devuelve: en la medida en que está más alegre el que paga que el que pide prestado, igualmente debe estar más alegre el que se descarga de la enorme deuda del beneficio recibido que el otro en el preciso momento en que contrae la obligación.
[...]
Es ingrato el que devuelve el beneficio sin el interés.
[...]
Soy agradecido no para que otro me corresponda más gustoso, estimulado por el ejemplo precedente, sino para realizar una acción sumamente grata y bella; soy agradecido no porque me conviene, sino porque me agrada. De que esto es así, te daré la prueba: si no se me permitiera ser agradecido más que pasando por ingrato, si no pudiera devolver el favor de otra suerte que bajo la apariencia de injuria, con ánimo muy sereno tendería hacia el propósito honesto a través de la infamia. Nadie me parece que tiene en mayor estima la virtud, nadie que le es más afecto que aquel que perdió la reputación de hombre bueno para no perder su conciencia.
[...]
...; nadie es grato a sí mismo si no lo fue a los otros. ¿piensas que yo afirmo que será infeliz quien es ingrato? No le doy un plazo: al instante es desdichado.
Así, pues, evitemos ser ingratos no por causa ajena, sino por la nuestra. Es una parte mínima e insignificante de la maldad la que redunda en los demás; la parte peor de ella, y por así decirlo, más intensa queda en casa y angustia a su dueño, como nuestro Átalo solía decir: "La propia maldad sorbe la mayor parte de su veneno".
El ingrato se atormenta y consume: odia los favores que ha recibido, porque los tiene que devolver, y los rebaja; en cambio acrecienta y amplifica las injurias.
[...]
... y que nadie es más rico que aquel a quien la fortuna no sabe que ofrecer.
[...]
... y la causa principal de ser uno ingrato está en que no pudo ser lo bastante agradecido.
Glosa
La virtud se aprende del error. Como deudor he cometido en alguna ocasión la impureza de valorar en más la injuria que el beneficio y aunque no he llegado hasta ese lodo, rozó mi sentimiento el odio más funesto que es el provocado por la vergüenza de haber profanado un beneficio.
[...]
Todo obsequio se debe valorar con el mismo espíritu con que se otorga, y no su cuantía, sino la voluntad que lo ha decidido. Ahora dejemos la suposición: aquello fue un beneficio, y asimismo esto, que ha desbordado la medida del beneficio precedente, es una injuria. El hombre de bien echa ambas cuentas de modo que se perjudica él mismo: engrandece el favor y disminuye la injuria.
Otro juez aún más indulgente, el que yo quisiera ser, decidirá que te olvides de la ofensa y recuerdes el favor.
[...]
... un componente del amor y la amistad consiste en corresponder al beneficio, por cierto más frecuente y difundido en mayor número que la verdadera amistad.
[...]
La regla esencial es ésta: se mostrará -el sabio deudor- generoso en compensar, permitirá que se le haga más responsable, será contrario a saldar un beneficio resarciéndose con la ofensa; el lado al que se inclinará, la dirección a que tenderá será desear verse obligado al favor, desear devolverlo.
Yerra, pues, quien con más agrado recibe el beneficio que lo devuelve: en la medida en que está más alegre el que paga que el que pide prestado, igualmente debe estar más alegre el que se descarga de la enorme deuda del beneficio recibido que el otro en el preciso momento en que contrae la obligación.
[...]
Es ingrato el que devuelve el beneficio sin el interés.
[...]
Soy agradecido no para que otro me corresponda más gustoso, estimulado por el ejemplo precedente, sino para realizar una acción sumamente grata y bella; soy agradecido no porque me conviene, sino porque me agrada. De que esto es así, te daré la prueba: si no se me permitiera ser agradecido más que pasando por ingrato, si no pudiera devolver el favor de otra suerte que bajo la apariencia de injuria, con ánimo muy sereno tendería hacia el propósito honesto a través de la infamia. Nadie me parece que tiene en mayor estima la virtud, nadie que le es más afecto que aquel que perdió la reputación de hombre bueno para no perder su conciencia.
[...]
...; nadie es grato a sí mismo si no lo fue a los otros. ¿piensas que yo afirmo que será infeliz quien es ingrato? No le doy un plazo: al instante es desdichado.
Así, pues, evitemos ser ingratos no por causa ajena, sino por la nuestra. Es una parte mínima e insignificante de la maldad la que redunda en los demás; la parte peor de ella, y por así decirlo, más intensa queda en casa y angustia a su dueño, como nuestro Átalo solía decir: "La propia maldad sorbe la mayor parte de su veneno".
El ingrato se atormenta y consume: odia los favores que ha recibido, porque los tiene que devolver, y los rebaja; en cambio acrecienta y amplifica las injurias.
[...]
... y que nadie es más rico que aquel a quien la fortuna no sabe que ofrecer.
[...]
... y la causa principal de ser uno ingrato está en que no pudo ser lo bastante agradecido.
Glosa
La virtud se aprende del error. Como deudor he cometido en alguna ocasión la impureza de valorar en más la injuria que el beneficio y aunque no he llegado hasta ese lodo, rozó mi sentimiento el odio más funesto que es el provocado por la vergüenza de haber profanado un beneficio.
Extracto del capítulo III Magia Simpatética de La Rama Dorada de James Georges Frazer. Editado por Fondo de Cultura Económica. Edición de 2001. Traducción de Elisabeth y Tadeo I. Campuzano
[...]
Para asegurarse una larga vida, los chinos recurren a ciertos encantamientos complicados que concentran en sí mismos la esencia mágica que emana, según los principios homeopáticos, de los tiempos y las estaciones, de las personas y las cosas. Los vehículos empleados para transmitir estas influencias felices no son otros que las ropas de amortajar. De ellas se proveen en vida muchos chinos, y la mayoría de las gentes las hacen cortar y coser por muchachas solteras o mujeres muy jóvenes, calculando sabiamente que, como probablemente tales personas vivirán todavía muchos años, una parte de su capacidad para vivir mucho pasará seguramente a la tela y así retardarán por largo tiempo el momento en que deban de tener su uso apropiado. Además las prendas se coserán con preferencia en un año que tenga un mes intercalar, pues la mentalidad china cree sinceramente que las telas de amortajar hechas en un año excepcionalmente largo poseen la capacidad de prolongar la vida de un modo excepcional. Entre las vestiduras, en una de ellas en particular, derrochan cuidados especiales para imbuirle esta cualidad inestimable. Se trata de una gran túnica de seda de color azul obscuro con la palabra "longevidad" bordada sobre toda ella con hilo de oro. Regalar a un padre anciano uno de estos esplendidos y costosos ropajes, conocidos como vestidos de longevidad es estimados por los chinos como un acto de piedad filial y una delicada atención. Como con esta vestidura el propósito es prolongar la vida de su propietario, éste la lleva con frecuencia, especialmente en las fiestas, con objeto de facilitar l influencia de longevidad creada por lñas numerosas letras de oro con las que está adornada, y de que obre con toda su fuerza sobre su propia persona. El día de su cumpleaños, sobre todo, difícilmente dejarán de ponerse esta prenda, pues el sentido común en China atribuye un gran almacenamiento de energía vital al día de cumpleaños, el que se gastará en forma de salud y vigor durante el resto del año. Ataviado con su suntuosa mortaja y absorbiendo su bendita influencia por todos los poros del cuerpo, su feliz propietario recibe complacido las felicitaciones de amigos y parientes que calurosamente le expresan su admiración por el magnífico atavío y por la piedad filial que incitóa a los hijos a regalar tan bellísimo y útil presente al autor de sus días.
[...]
Para asegurarse una larga vida, los chinos recurren a ciertos encantamientos complicados que concentran en sí mismos la esencia mágica que emana, según los principios homeopáticos, de los tiempos y las estaciones, de las personas y las cosas. Los vehículos empleados para transmitir estas influencias felices no son otros que las ropas de amortajar. De ellas se proveen en vida muchos chinos, y la mayoría de las gentes las hacen cortar y coser por muchachas solteras o mujeres muy jóvenes, calculando sabiamente que, como probablemente tales personas vivirán todavía muchos años, una parte de su capacidad para vivir mucho pasará seguramente a la tela y así retardarán por largo tiempo el momento en que deban de tener su uso apropiado. Además las prendas se coserán con preferencia en un año que tenga un mes intercalar, pues la mentalidad china cree sinceramente que las telas de amortajar hechas en un año excepcionalmente largo poseen la capacidad de prolongar la vida de un modo excepcional. Entre las vestiduras, en una de ellas en particular, derrochan cuidados especiales para imbuirle esta cualidad inestimable. Se trata de una gran túnica de seda de color azul obscuro con la palabra "longevidad" bordada sobre toda ella con hilo de oro. Regalar a un padre anciano uno de estos esplendidos y costosos ropajes, conocidos como vestidos de longevidad es estimados por los chinos como un acto de piedad filial y una delicada atención. Como con esta vestidura el propósito es prolongar la vida de su propietario, éste la lleva con frecuencia, especialmente en las fiestas, con objeto de facilitar l influencia de longevidad creada por lñas numerosas letras de oro con las que está adornada, y de que obre con toda su fuerza sobre su propia persona. El día de su cumpleaños, sobre todo, difícilmente dejarán de ponerse esta prenda, pues el sentido común en China atribuye un gran almacenamiento de energía vital al día de cumpleaños, el que se gastará en forma de salud y vigor durante el resto del año. Ataviado con su suntuosa mortaja y absorbiendo su bendita influencia por todos los poros del cuerpo, su feliz propietario recibe complacido las felicitaciones de amigos y parientes que calurosamente le expresan su admiración por el magnífico atavío y por la piedad filial que incitóa a los hijos a regalar tan bellísimo y útil presente al autor de sus días.
[...]
Historia de las creencias y las ideas religiosas. Dirigida por Mircea Eliade. Tomo IV. Extracto del Cap. XLI. El taoísmo en las creencias religiosas de los chinos durante la época de Las Seis Dinastías (ca. 400-600 d.C.). Escrito por Henri Maspero. Editado por Herder.
331. En busca de la inmortalidad: técnicas corporales
[...] El cuerpo está dividido en tres secciones: superior (cabeza y brazos), media (pecho) e inferior (vientre y piernas). Cada una tiene su centro vital, una especie de puesto de mando; son los tres campos de cinabrio, así llamados porque el cinabrio es el ingrediente esencial de la droga de la inmortalidad. El primero, El Palacio de Nihuan (término derivado de la voz sáncrita nirvâna), se encuentra en el cerebro; el segundo El Palacio Escarlata está junto al corazón; y el tercero, El Campo de Cinabrio Inferior, se halla situado bajo el ombligo. Imaginemos en el centro del cerebro nueve casillas de una pulgada formando dos hileras superpuestas, una de cinco casillas y otra de cuatro, con un vestíbulo de entrada entre las cejas (probablemente una representación tosca y esquematizada de los ventrículos cerebrales). Abajo, en la entrada, está la Sala de Gobierno; detrás, la Cámara del Arcano, seguida del Campo de Cinabrio y luego el Palacio de la Perla Oscilante y el Palacio del Emperador de Jade; encima, la Corte Celestial, el Palacio de la Realidad de la Gran Cumbre, el Palacio del Cinabrio Misterioso, situado justo sobre el campo de cinabrio, y finalmente el Palacio del Gran Augusto. En el pecho sirve de entrada el Pabellón Escalonado (tráquea), que conduce a la Sala de Gobierno y a las casillas siguientes; el Palacio de la Perla Oscilante es el corazón. En el vientre, el Palacio de Gobierno es el bazo, y el Campo de Cinabrio se encuentra tres pulgadas por debajo del ombligo.
Los tres campos de cinabrio tienen sus respectivos dioses, que residen en ellos, y los defienden contra los espíritus y hálitos negativos. Ahora bien, estos entes maléficos están muy cerca de sus dioses guardianes. Tres de los más perniciosos, los Tres Gusanos ( o Tres Cadáveres), fueron instalados en el interior del cuerpo antes del nacimiento. Cada uno de ellos habita uno de los tres campos de cinabrio; el Viejo Azul mora en el Palacio del Ni-huan en la cabeza; la Doncella Blanca en el Palacio Escarlata en el pecho; el Cadáver Sangriento en el Campo del Cinabrio inferior. No sólo causan directamente la decrepitud y la muerte atacando los campos de cinabrio, sino que tratan también de acortar el tiempo de vida asignado al hombre que los aloja, subiendo al cielo para referir sus pecados. A los tres gusanos se les da el nombre de Fantasmas porque después de la muerte, en contraste con las almas que van a los Infiernos o se quedan en la tumba, según su especie, los Tres Gusanos salen a vagabundear. Así cuanto antes muera el hospedero, antes obtendrán su libertad. El adepto al taoísmo debe deshacerse de ellos lo más rápidamente posible, y para ello ha de renunciar a los cereales, pues de la esencia de los cereales nacen y se nutren los Tres Gusanos. [...]
[...] El cuerpo está dividido en tres secciones: superior (cabeza y brazos), media (pecho) e inferior (vientre y piernas). Cada una tiene su centro vital, una especie de puesto de mando; son los tres campos de cinabrio, así llamados porque el cinabrio es el ingrediente esencial de la droga de la inmortalidad. El primero, El Palacio de Nihuan (término derivado de la voz sáncrita nirvâna), se encuentra en el cerebro; el segundo El Palacio Escarlata está junto al corazón; y el tercero, El Campo de Cinabrio Inferior, se halla situado bajo el ombligo. Imaginemos en el centro del cerebro nueve casillas de una pulgada formando dos hileras superpuestas, una de cinco casillas y otra de cuatro, con un vestíbulo de entrada entre las cejas (probablemente una representación tosca y esquematizada de los ventrículos cerebrales). Abajo, en la entrada, está la Sala de Gobierno; detrás, la Cámara del Arcano, seguida del Campo de Cinabrio y luego el Palacio de la Perla Oscilante y el Palacio del Emperador de Jade; encima, la Corte Celestial, el Palacio de la Realidad de la Gran Cumbre, el Palacio del Cinabrio Misterioso, situado justo sobre el campo de cinabrio, y finalmente el Palacio del Gran Augusto. En el pecho sirve de entrada el Pabellón Escalonado (tráquea), que conduce a la Sala de Gobierno y a las casillas siguientes; el Palacio de la Perla Oscilante es el corazón. En el vientre, el Palacio de Gobierno es el bazo, y el Campo de Cinabrio se encuentra tres pulgadas por debajo del ombligo.
Los tres campos de cinabrio tienen sus respectivos dioses, que residen en ellos, y los defienden contra los espíritus y hálitos negativos. Ahora bien, estos entes maléficos están muy cerca de sus dioses guardianes. Tres de los más perniciosos, los Tres Gusanos ( o Tres Cadáveres), fueron instalados en el interior del cuerpo antes del nacimiento. Cada uno de ellos habita uno de los tres campos de cinabrio; el Viejo Azul mora en el Palacio del Ni-huan en la cabeza; la Doncella Blanca en el Palacio Escarlata en el pecho; el Cadáver Sangriento en el Campo del Cinabrio inferior. No sólo causan directamente la decrepitud y la muerte atacando los campos de cinabrio, sino que tratan también de acortar el tiempo de vida asignado al hombre que los aloja, subiendo al cielo para referir sus pecados. A los tres gusanos se les da el nombre de Fantasmas porque después de la muerte, en contraste con las almas que van a los Infiernos o se quedan en la tumba, según su especie, los Tres Gusanos salen a vagabundear. Así cuanto antes muera el hospedero, antes obtendrán su libertad. El adepto al taoísmo debe deshacerse de ellos lo más rápidamente posible, y para ello ha de renunciar a los cereales, pues de la esencia de los cereales nacen y se nutren los Tres Gusanos. [...]
Invitados
Tags : Sobre las creencias Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 20/04/2014 a las 19:25 |
Ventanas
Seriales
Archivo 2009
Escritos de Isaac Alexander
Fantasmagorías
Meditación sobre las formas de interpretar
Cuentecillos
¿De Isaac Alexander?
Libro de las soledades
Colección
Apuntes
Archivo 2008
La Solución
Aforismos
Haiku
Reflexiones para antes de morir
Recuerdos
Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
Sobre las creencias
Olmo Dos Mil Veintidós
Listas
El mes de noviembre
Jardines en el bolsillo
Olmo Z. ¿2024?
Saturnales
Agosto 2013
Citas del mes de mayo
Marea
Sincerada
Reflexiones
Mosquita muerta
El viaje
Sobre la verdad
Sinonimias
El Brillante
No fabularé
Perdido en la mudanza (lost in translation?)
Desenlace
El espejo
Velocidad de escape
Derivas
Carta a una desconocida
Sobre la música
Biopolítica
Asturias
La mujer de las areolas doradas
La Clerc
Las manos
Tasador de bibliotecas
Ensayo sobre La Conspiración
Las homilías de un orate bancario
Las putas de Storyville
Archives
Últimas Entradas
Enlaces
© 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023, 2024 y 2025 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
Invitados
Tags : Sobre las creencias Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 21/02/2016 a las 00:31 |