Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Meditaciones de Marco Aurelio. Libro IV Epígrafe 3. Editado por Gredos. Traducción: Ramón Bach Pellicer


Allain Torbechet: Un hombre haciendo malabares con su propia cabeza (1880)
Allain Torbechet: Un hombre haciendo malabares con su propia cabeza (1880)
3.- Se buscan retiros en el campo, en la costa y en el monte. Tú también sueles anhelar tales retiros. Pero todo eso es de lo más vulgar, porque puedes, en el momento que te apetezca, retirarte en ti mismo. En ninguna parte un hombre se retira con mayor tranquilidad y más calma que en su propia alma; sobre todo aquel que posee en su interior tales bienes, que si se inclina hacia ellos, de inmediato consigue una tranquilidad total. Y denomino tranquilidad única y exclusivamente al buen orden. Concédete, pues, sin pausa, este retiro y recupérate. Sean breves y elementales los principios que, tan pronto los hayas localizado, te bastarán para recluirte en toda tu alma y para enviarte de nuevo, sin enojo, a aquellas cosas de la vida ante las que te retiras. Porque ¿contra quién te enojas? ¿Contra la ruindad de los hombres? Reconsidera este juicio: los seres racionales han nacido el uno para el otro, la tolerancia es parte de la justicia, sus errores son involuntarios. Reconsidera también cuántos, declarados ya enemigos, sospechosos u odiosos, atravesados por la lanza, están tendidos, reducidos a ceniza. Modérate de una vez. Pero ¿estás molesto por el lote que se te asignó? Rememora la disyuntiva "o una providencia o átomos", y gracias a cuántas pruebas se ha demostrado que el mundo es como una ciudad. Pero ¿te apresarán todavía las cosas corporales? Date cuenta de que el pensamiento no se mezcla con el hálito vital que se mueve suave o violentamente, una vez que se ha recuperado y ha comprendido su peculiar poder, y finalmente ten presente cuanto has oído y aceptado respecto al pesar y al placer. ¿Acaso te arrastrará la vanagloria? Dirige tu mirada a la prontitud con que se olvida todo y al abismo del tiempo infinito por ambos lados, a la vaciedad del eco, a la versatilidad e irreflexión de los que dan la impresión de elogiarte, a la angostura del lugar en que se circunscribe la gloria. Porque la tierra entera es un punto y de ella, ¿cuánto ocupa el rinconcillo que habitamos? Y allí, ¿cuántos y qué clase de hombres te elogiarán? Te resta, pues, tenlo presente, el refugio que se halla en este diminuto campo de ti mismo. Y por encima de todo, no te atormentes ni te esfuerces en demasía; antes bien, sé hombre libre y mira las cosas como varón, como hombre, como ciudadano, como ser mortal. Y entre las máximas que tendrás a mano y hacia las que te inclinarás, figuren estas dos: una, que las cosas no alcanzan al alma, sino que se encuentran fuera, desprovistas de temblor, y las turbaciones surgen de la única opinión interior. Y la segunda, que todas esas cosas que estás viendo, pronto se transformarán y ya no existirán. Piensa también constantemente de cuántas transformaciones has sido ya por casualidad testigo. "El mundo, alteración; la vida, opinión".


Glosas:

Y denomino tranquilidad única y exclusivamente al buen orden
: Yo sueño la tranquilidad. La bendita suerte de saber que el orden de las cosas trae el sosiego y la calma. Y también sueño con tener un idioma común, una forma de verdad que diga: el orden de los términos produce armonía en el entendimiento. Y por el contrario, el desorden, la alteración producen confusión y aturdimiento.

Porque ¿contra quién te enojas?: En el fondo me enojo conmigo mismo. Por hacerme daño. Por ponerme en el disparadero de que me pueda dañar. Yo sé que la flecha envenenada ha salido de otra mente; que esa mente ha elaborado el veneno y lo ha lanzado. También sé que el antídoto contra ese veneno está en la indiferencia de la vida del otro, es decir: de su opinión. Aún así siento el daño y no he podido dormir.

¿Contra la ruindad de los hombres?: En lo ruin siempre hay algo de pequeño, mezquino, desmedrado. Pero creo más bien que Marco Aurelio hace referencia a eso que también incluye lo ruin que es la cualidad de vil, de cosa vil y añadiría (con el auxilio del Diccionario de Autoridades) lo infame, lo indecoroso y lo malo. Ejemplo de acción ruin: tras haber cometido una acción reprobable, acusar al objeto de dicha acción de ser él el causante de la misma. Nada hay más ruin -es decir: vil, infame indecoroso y malo- que acusar en falso.

Modérate de una vez. Sobre el principio de la moderación en mi opinión sobre las acciones de los otros, fundo mi negativa al juicio de valor y alimento el silencio. Y añadiría: ante la falsa acusación, la renuncia a la discusión. Incluso más: la renuncia a demostrar mi inocencia.

¿Estás molesto por el lote que se te asignó?: No. Me gustaría un equipaje aún más ligero. Casi desnudo, casi desnudo... En contra de lo escrito dependo aún de muchas cosas y creo que si me faltaran, me faltaría la curiosidad por la vida. La vida en sí y esta consideración enlaza con la siguiente glosa...

Pero, ¿te apresarán todavía las cosas corporales?: Me apresan las cosas corporales. O me atraen las cosas corporales.  Soy plenamente consciente de que no tengo cuerpo de eremita. Es más: la cosa corporal me ata al Mundo porque tengo presente cuanto he oído y aceptado respecto al pesar y al placer.

¿Acaso te arrastrará la vanagloria?: La gloria vana me despierta por la noche. Me arrastra en la aurora con sus dedos marchitos y sus pechos caídos y me dice: Chupa de mi teta seca y sáciate de mi nada. Despierto temblando. La luz de la mañana entra a raudales. La gloria vana huye por los cigarrales.

Invitados

Tags : Meditación sobre las formas de interpretar Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 18/04/2013 a las 17:35 | Comentarios {0}


0.1.- El caso Bárcenas. El caso Urdangarín. El caso Gurtel. El caso de los ERE de Andalucía. No son casos de corrupción. Es la corrupción. El sistema está corrupto. Y sólo hablo de la corrupción española. ¿Dónde está el Derecho Internacional?
0.2.- Asistimos a la podredumbre del sistema capitalista.
0.3.- Los que lo defienden. Los que defienden este sistema de convivencia, los ortodoxos, sólo tienen y utilizan un arma: el miedo al cambio.
0.4.- Cuando los escucho hablar o argumentar siento lo mismo que debió sentir Copernico ante sus descubrimientos frente a los poderosos.
0.5.- No sé si los tiempos que vienen serán oscuros y violentos o si por el contrario se producirá un tránsito pacífico pero algo nuevo va a nacer.

1.1.- El cambio se produce cuando va surgiendo una percepción nueva del mundo.
1.2.- Pensamiento lateral.
1.3.- ¿Cuáles parecen ser las nuevas coordenadas?: Ciencia y Holística.
1.4.- La consciencia de una injusticia brutal genera que se produzcan actos de rebelión. Por ejemplo: una injusticia brutal es que se haga un funeral de estado que va a costar 11 millones de euros a la ex-primera ministra británica Margareth Tatcher.
1.5.- La denuncia de la miseria ante la casa de los políticos neo-liberales es un acto de desobediencia civil pacífica y justificada.

2.1.-  La corrupción del sistema capitalista se muestra en que con los datos en la mano los productos de la tierra y los medios de producción dan para abastecer a absolutamente todos los seres humanos de alimento, agua, salubridad y cobijo.
2.2.- En la actualidad la especulación del precio del arroz y el trigo ( a diez años vista) en las Bolsas de medio mundo está produciendo ya hambrunas en países de África y Asia.

3.1.- Ante tal estado de cosas los actos de desobediencia civil no sólo son razonables sino inevitables.

Ensayo

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 16/04/2013 a las 17:31 | Comentarios {0}


14 de abril
Escucho la música en la mañana. Me he levantado muy temprano. Quiero pensar que ha sido por tu voz cuando me canta esa canción que nos hace reír. La risa en tu rostro con la luz del sol reflejada en tus pupilas. Me he desperezado y he pensado, ¡Qué feliz soy! ¡Qué bueno el olor del sueño de mi mujer! Luego ha llegado el aroma del bizcocho que mi hija y su amiga hacen en la cocina desde primeras horas de la mañana y escucho –llenas de pasión- las carreras del perro.
La primavera será hermosa (por cierto, he descubierto la belleza del jabalí) y un color nuevo, una vieja aspiración se hará realidad (no un deseo). Por eso me asomo al balcón con las manos alzadas y abiertas y ruge en mi interior el hambre de un desayuno con tomate rallado, aceite de oliva, albahaca, su miajita de sal y unas tostadas recién hechas como la vida que acaba de nacer en este 14 de abril, un día tan republicano y que me recuerda tanto a la mujer más amable que jamás conocí; este día del pueblo; este día de ideas de igualdad (ahora que todo es podredumbre y ortodoxia rancia; donde los defensores del orden alardean en todas las televisiones de lo que debe ser pero callan cuando lo que no debe ser campea a sus anchas desde el maldito día en el que los partidos políticos en connivencia con los fuertes económicamente –que no la democracia, la más cercana a la verdadera esencia democrática; la que estipula que un político es aquel que manda obedeciendo y que las más mínima falta a la ética democrática tiene como consecuencia el abandono de cualquier responsabilidad pública. ¿Qué digo? En un país como el nuestro, lleno de aduladores, cortesanos de medio pelo, caciques, corruptores y corrompibles a los cuales se les absolverá de sus pecados en cuanto hagan su particular acto de contrición-); este día de besos, emociones y discursos; este 14 abril cuando por fin la primavera se ha abierto en el abrazo de esta mañana, en el olor a humedad y flor de la mañana, en el cuerpo de mi mujer transparentado a través de su camisón blanco y cuando me has dicho, Te quiero y cuando te he respondido, Acaba de pasar el segundo más emocionante de mi vida y entonces tú has vuelto a la cama, has abierto la boca, la has acercado a la mía y antes de besarme has dicho, Feo y de un salto has salido por la puerta dejándome en los labios la inquietud de los tuyos y en mi recuerdo la eternidad de todo esto. 

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 14/04/2013 a las 11:49 | Comentarios {0}


A room with eye (1930)
A room with eye (1930)


En el castellano antiguo el término vale quiere decir fin o según el Diccionario de Autoridades adiós (Voz latina usada en castellano, para despedirse en estilo cortesano, y familiar y significa, Dios te dé salud). Esa es la última palabra de Don Quijote. Vale.
Fin de los pájaros y sus cantos en esta mañana nublada y húmeda.
Vale que no vuelvas que nunca vuelvas.
Adiós al animal que quisimos. A la gente perro. A la gente hurón. A la gente hamster. A la gente abeto. Dersu Uzala.
Vale el discurso anodino de un escritor afamado que busca y rebusca la oportunidad del ensueño y se diría que tan sólo encuentra una vigilia que por su propia esencia nada unifica.
Fin de la meditación: observar sin emitir juicio sobre la cosa observada. Y quietud absoluta (física, sobre todo física. Esa quietud física llevará en principio a la calma mental o su quietud).
Quietud de las formas, oscurecimiento del concepto árbol y claridad de la forma fractal (algo así).
Vale la lejanía de tus manos.
Dios te dé salud querida mía.
¡Ay, la ausencia!
Vale barrer y quedar el suelo sin apenas mácula. ¡Qué invierno tan nublado! ¡Qué duros son los inviernos! ¡Los inviernos y nuestra desventura! ¡Qué intensa es la palabra desventura! Vale.
Vuelve entonces.
Decidme si el Monte Viejo reverdece. Decidme la bruja Caridween y su olla mágica. Decidme si Vishnu dormita sobre el lomo de la Serpiente Cósmica. Si se le puede hacer una visita. Decidme la saliva de la camarera portuguesa. El alza en los precios del alma. Decidme, Alma mía. Aunque te vayas. Vale.
Vio el coral. Era rojo.Y el temor a quedarse ciego. No ver nunca más. Nunca más. Dios te dé salud. Y que te conserve la vista. Porque pensar viene a ser echar de comer a los animales y también y metafóricamente suele decirse de las cosas incapaces de razón y aún de sentido.
Esa noche frígida.
Y también el olor del guiso. Una guarnición. Un saludo. Una injusticia. Un bolso. Vale. Vale. Vale. Vale.

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 11/04/2013 a las 11:40 | Comentarios {1}



El pelo largo. La barba de días. Crecen y pueden ser aún motivo de comentario (o de censura).
En ese instante Bigas Luna, Sara Montiel, José Luis Sampedro mueren. Morir será no estar entre los vivos.
Deja al perro después de haberlo sacado.
Se mira en el espejo.
Recuerda el día que vio a José Luis Sampedro sentado en la terraza de El Espejo en el Paseo de la Castellana de la ciudad de Madrid (el Paseo de la Castellana se asienta sobre el cauce de un río seco). Acababa de publicar La Sonrisa Etrusca. No se atrevió a acercarse a él y felicitarle.
Se monta en el coche y piensa, Dentro de diez días tengo que castrar al perro. Luego piensa, Tengo que, tengo que, tengo que. Y también se dice, Si hay atasco en la carretera, relájate.
La mañana. Los papeles. La cocina. La cama deshecha. El estuco. La poca luz. Una conversación de otro tiempo. El camino. La vegetación de patio interior. De patio interior. La calle B. La calle A. La calle MCR. La vuelta. La librería. Mira el escaparate. Hoy no hay ningún título que le llame la atención. Jamón, Jamón y la imagen de Ana Galiena abriendo su boca y exclamando como un loro Guaca, Guaca, Guaca y la idea de que esa boca luego se comerá una buena polla, con gusto, con alegría, con desenfado. Vuelta. El tráfico de la una del mediodía. El cansancio y el leve malestar en el ojo izquierdo. Piensa, A José Luis Sampedro ya nunca le dolerá el ojo izquierdo y mientras conduce siente ganas de llorar. Y llora. La montaña. El perro. Le dice mientras le pone la correa, Es que no te iba a dejar que te follaras a todas las perras en celo. No podría hacerme cargo de todas las camadas. Es mejor que te castre. Es mejor para ti y para mí; es preferible  la calma a la ansiedad (entonces se detiene en su pensar y repiensa, ¿Por qué es preferible la calma a la ansiedad?). Vuelta por los lugares conocidos.
Comer. Pan. Le gusta el pan. Luego el sueño. Siesta (que al decirlo le recuerda a Guaca) con masturbación y lubricante. Sueño. Sueño. Despertar. Café. Sara Montiel deja caer sus párpados mientras susurra, Quizás, quizás, quizás. Ducha. Se lava la cabeza. Se afeita. Se aceita la cara y la impregna con aromas de la India. Se viste de estreno. Saca al perro. Le acaricia. Le dice, Me han dicho que por la tarde mismo, ya estarás bien. Que no es nada. Vamos. Dame tú también ánimos. La vuelta.
Piensa, Si hay atasco en la carretera, relájate. Las luces. La tarde. La ciudad. Las calles. Encuentra aparcamiento pronto. Lo agradece a las energías del Universo que controlan el aparcamiento de los coches entre los humanos. Camina. El teatro de la Zarzuela. La cola. El estreno. Viejos amigos. Se siente bien. Abrazo. Besos. Conversaciones. Patio de butacas. La función. Es una función. Cumple su función. Es funcional. Aplausos. Sensación de clá. La salida. Una cerveza. Más caras conocidas. Una conversación interesante. La noche en la ciudad camino del coche. Absolutamente desiertas las calles. Las calles que nunca más serán pisadas por... La radio de vuelta. El frío. Un abril que es más bien principios de marzo. El perro felicísimo con su llegada. El último paseo. Los muslos de una actriz. Piensa, Qué ganas tengo de follar. La vuelta.
La cama. El libro que lee que va perdiendo fuelle (¡qué difícil es escribir con tensión!). El sueño, Guaca, el hedonismo de Bigas Luna. La luna. La teta de Ana Galiena. Elixir del sueño. La oscuridad. La honda respiración del perro a sus pies. Una caricia. La oscuridad.
Vale.

Muerte, castración, encuentros, autopista

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 10/04/2013 a las 19:46 | Comentarios {0}


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