Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Documento 6º de los Archivos de Isaac Alexander. Febrero 1946. Portbou.


No abogueis queridos corderos por el rugido. Nada hay que rugir en este mundo. Si llega la noche y surge la discusión has de saber que la llama se apagará sola. Yo te ruego encarecidamente que beses los labios y apures la copa de vino que Gaya te propuso con la uva. Y porque fuiste capaz de descifrar el secreto del fermento pudiste hacer volar tu serenidad hacia un lugar que se llamó ebriedad. Embriágate con la dicha de los sentidos. Descorcha tu propia imaginación hasta que salten chispas y los sonidos parezcan surgir de tus oídos. ¡Cuánto te amo, querida! No sabes cuánto bien me has hecho en los días tenebrosos de la represión. Saber que vivías era para mí la vuelta al encuentro. Porque deberíamos estar callados siempre. Porque debería dejar de escribir de una vez y para siempre y dedicarme en cuerpo y cuerpo al tuyo. Descubrirte sereno. Descubrirte embriagado. Descubrirte con sueño. Descubrirte enfermo. Esa dicha del descubrimiento debería serlo todo. Comenzar cada día a descubrirlo todo de nuevo. No dar nada por sabido. Porque nada se sabe. Porque el mundo es un cementerio si no somos capaces de atravesar la lápida y borrar los epitafios; si no somos capaces de arañar la tierra para llegar hasta el subsuelo donde los ciegos reinan y las pieles se asemejan en todo al cielo; si no somos capaces de apaciguar las iras que anidan en nuestros estómagos; si no somos capaces de escribir una letanía a marzo como si fuera diciembre. ¡Levanta, amiga, muéstrame tus senos y deja que mi lengua recorra tu costado y llanee en tu vientre hasta quedar agotada! El canto del petirrojo se ha hecho grande para mí. La mirada del jabalí me ha llenado de ternura y un palo corto de madera de fresno me ha susurrado una canción de bosque profundo con aromas de fresa salvaje. Yo no sé por qué estoy aquí. Sólo sé que no estoy para hablar. Sólo sé que no estoy para las palabras, ni para limpiar mi alma con los goces del mundo. ¿Sabes, amor mío? Esta mañana me miraba las manos. Esta mañana respiraba el aire de los pájaros. Esta mañana tocaba un piano. Esta mañana estaba callado. La Rueda de la Fortuna te aleja de mí. No envidio los labios que muerden tus labios. Ni envidio la mano que goza tu pubis. Ni envidio la lluvia que mojó tu pómulo. Ni envidio la ola que lamió tus pies. No envidio los ojos que te han visto ayer. Ni envidio la luz que te ilumina. No envidio el camino de vuelta. Ni envidio el próximo silencio que aventuro ha de ser para siempre. Porque en mí habita el día que reías y también la llave que no supiste encajar. Porque en mí habita lo que nunca será y lo que soy capaz de imaginar en silencio, sin palabras, acunado en la tarde, sometido al capricho de unos dioses que en este instante juegan a los bolos. Así suena el trueno. Así el haz del rayo. Así el árbol caído y también el del ahorcado. Sé que jamás seré mandrágora ni tampoco seré nunca tu esposo pero sé que una noche te acordarás de mí y conciliarás la oscuridad con la sábana blanca.
No la palabra. Nunca la palabra.
Pin-up retocada por Olmo Z. en algún momento del año 2009
Pin-up retocada por Olmo Z. en algún momento del año 2009

Ensayo

Tags : Escritos de Isaac Alexander Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 22/05/2016 a las 19:14 | Comentarios {0}


Basado en las Notas de Carlos Rubio López de la Llave al Heike monogatari. Editado por Gredos. 2005


Tríptico. Amida y veinticinco bosatsu. Atribuido a Eshin Sozu siglos XI-XII. Tinta y color sobre seda
Tríptico. Amida y veinticinco bosatsu. Atribuido a Eshin Sozu siglos XI-XII. Tinta y color sobre seda
Cuando se entiende que todo encierra su contrario (o la posibilidad de entenderlo) hay que aceptarlo y humildemente entregarse a lo contrario y rendirse
Y así sólo voy a escribir:
Matsura (Hizen), esta mujer permaneció en lo alto de una colina mirando el lugar por donde el barco, que llevaba a su marido a la guerra de Corea, había desaparecido en el horizonte. Incapaz de moverse por la aflicción, tanto tiempo estuvo sobre la colina que murió allí mismo y quedó convertida en roca
Fudi-myo o Dios Inmutable
Yang Kuei-Fei concubina del emperador chino Hsuan Tung famosa por su belleza. Vivió entre 719-756
Estrella con la cola caudal semejante a una bandera
Escritura de ganso
o trazos de ganso
Aware
melancolía o ¿por qué no? capacidad para conmoverse
Akahito escribió:

De Waka-no-ura
la marea se ha adueñado
y no hay marisma.
Y entre graznidos, grullas
a sus juncales vuelven

Taizokai literalmente significa Mundo del receptáculo uterino y es un término usado en el budismo esotérico.
Taizo también significa fertilidad y es comparado a la flor del loto o al vientre femenino.
La letra "a" es considerada por los budistas la forma definitiva y la fuente de todos los fenómenos del universo

¡Brisa del mar!
Sopla, corre, vuela ya.
[...]
¿A quién, en viaje,
aun breve, la nostalgia
no le atormenta?
¡En mi suerte pensad
y sentid compasión!

Las almas de los seres vivos transmigran por seis vías o caminos: el infierno, los reinos de los espíritus hambrientos, de los animales, de los demonios, de los hombres y el cielo.
Los Tres Mundos son las regiones del deseo, de la forma y del éter
Las Siete Joyas son oro, plata, lapislázuli, cristal, ágata, rubí y cornalina

Por fin atrás
dejé este traicionero
mundo. ¿Por qué
antes de abandonarlo
nunca se me ocurrió?

Los tengu son criaturas sobrenaturales, a veces benéficas, a veces malignas, que habitan en las montañas. Suelen representarse con larga nariz y, a veces, alas, con resplandecientes ojos, roja cara y provistas de un abanico de plumas.
Blanca Garza
Bosque de bambú

Antigua canción cortesana.

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 20/05/2016 a las 00:49 | Comentarios {0}


El campo verde
El campo está verde
El campo está verde mientras pasea
El campo está verde mientras pasea y recuerda una fibra

Bullicio
Historia
Estaba
Anuncia que llega el amo
Le advierte que no lo maten
No saber organizar el material dramático
Destrucción de la vida humana
Objetivamente culpable
Conocida como Villa Rosario
La Costa del Sol
12 de diciembre de 1913
Lamentaciones del coro
La Nodriza hablará largo y tendido del pasado
La tía la jodió
Responde con la misma vehemencia y con un marcado egoísmo
En ninguna otra canción
Condicionamientos socio-políticos

El campo verde
El campo está verde
El campo está verde mientras pasea
El campo está verde mientras pasea y recuerda una fibra

El tema del esclavo
La Bella Geraldine suspendida del trapecio
A lo largo de su vida
entre sus propósitos se encontraba
La sangre salva a su hija
¡Cuánto va a doler!
Por los montes escondido
El blanco siparium de los mimos
Burlas y farsas dialogadas
También el cabello tuvo su importancia
El conflicto entre la pulsión del hombre y la pasión de la mujer
El ciclo épico
Ningún héroe será ya objetivamente culpable

El campo verde
El campo está verde
El campo está verde mientras pasea
El campo está verde mientras pasea y recuerda una fibra

Al final
La espera
y la pregunta ¿es el semen residuo del alimento?
La doctrina sagrada ¿es o no es ciencia?
Cuando se descubrieron unos papiros egipcios en el año de 1911
Año 431
Porque el humor suele ser conservador
Se alzan sobre el suelo podios y tinglados de madera
Hay que centrarse, ¡centrarse, hostias! en la cuestión formal
No clásicas
La dos festividades
El proceso
La luz del día
En todo el Occidente
No cejes. No llores. No mantengas encendida porque la Edad Media no fue más oscura que otras Edades
Abraham Maslow. Discusión con Abraham Maslow. Lectura de Abraham Maslow. Los psicólogos de Abraham Maslow. La excelencia humana en Abraham Maslow. La necesidad de la excelencia según Abraham Maslow.
Vuelve Autos Profanos
Bufones. Juglares. Vagantes.
Hacia 1100

El campo verde
El campo está verde
El campo está verde mientras pasea
El campo está verde mientras pasea y recuerda una fibra

Entonces llegó a Napoles
Era un gesto italiano
Llegó el día de zarpar
Cautivo
Esclavo
Vendido a un corsario
Extremo el silencio
La temática erótica
¡Oh, los versos de Ovidio!
Era la calma obligada fuente de inspiración
Aclamado
Vencido
Exorbitado
A lo largo de la materia oscura
Silente
Sonaba el riachuelo como manantial e invierno
La frente rota
El rito
Tu apuesta

El campo verde
El campo está verde
El campo está verde mientras pasea
El campo está verde mientras pasea y recuerda una fibra
 
Lejanamente Matisse. Fotografía de Olmo Z. 2014
Lejanamente Matisse. Fotografía de Olmo Z. 2014

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 18/05/2016 a las 00:22 | Comentarios {0}


No conoce la rabia del murciélago
apenas ha volado
más allá de una nube un viernes (cuando aún no existía esta nostalgia)
Se ha dejado empapar por la lluvia de la semana
y ha olido, sí, ha olido, lo que ahora cubre otro monte
Ha resuelto la cadencia
Ha desentrañado un manifiesto matérico (sin leerlo siquiera) como a veces se ahonda en la serpiente sin rozar su piel
No ha desencadenado el enigma
No ha decidido apartarse hasta la higuera y bajo su sombra alcanzar la perfección
porque no conoce ese concepto y rehúye con extraña antipatía a los dogmáticos de cualquier dogma
(se pregunta a menudo mientras obra por qué le resulta reaccionario aquel sabio que sabe lo que es mejor para los hombres y discierne mientras lucha contra un texto -de este señor tan culto- por qué habría que basarse en los mejores de la especie para alcanzar no sé qué extraño grado de excelencia)
Los mejores, se dice
Los mejores, se repite
Hay en su paso un desafío a su propia física
Hay en su cansancio un rendirse a la evidencia (que el sol y un paisaje bello son aliados naturales del amor)
Hay en su enfado por estar incomunicado, la ansiedad de la distancia, el imposible eco de una voz
Deshecho (como papel bajo la lluvia)
hay noches en las que la extrema soledad que ha elegido le persigue como Erinia
hay noches en que cuando se arropa con el edredón siente la congoja del niño que ve alejarse a la madre que le ama (porque hay madres que no aman a sus hijos) por el pasillo y él se queda en la oscuridad de su cuarto, indefenso ante los monstruos que la noche ampara
Repite como un mantra la palabra Antofagasta
porque nada le dice
porque a nada le recuerda
y luego se atreve a reventar sus sesos
cuando genera en su garganta
Perla del Norte

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 14/05/2016 a las 13:27 | Comentarios {0}


Documento 5º de los archivos de Isaac Alexander. Enero de 1946. Portbou.
Glosa a Ovidio en su Metamorfosis, III, 320-338


Dicen que habiendo bebido más de la cuenta Júpiter un día, y dejado los graves cuidados que le ocupaban, se divertía con Juno, estando ésta ociosa y de buen humor y, entre otras cosas, le dijo: "Yo me inclino a creer que las mujeres tienen más placer que los hombres en el comercio del amor." Juno le respondió que no era de tal opinión y para determinar esta contienda concertaron que decidiese el sabio y justo Tiresias, que había gustado del amor bajo los dos sexos porque, habiendo hallado cierto día en un bosque dos serpientes que estaban copulando, las hirió con su báculo y, al punto, (¡cosa admirable!) fue transformado en mujer y vivió siete otoños vida penosa. Al octavo, volviendo a encontrar las dos serpientes, asimismo juntas y ligadas, dijo: "Si es tanto el poder de vuestra herida que a quien os hiere dais opuesto sexo, también ahora he de heriros." Apenas lo había hecho, cuando adquiere la primera forma y figura con que había nacido. Nombrado éste por juez en causa jocosa, confirma el parecer de Júpiter. Sentida Juno más de lo justo, castigó al juez, privándole de la vista; pero Júpiter, por esta pérdida (porque dios no puede deshacer lo que otro dios ha hecho), le concedió el don de prever el futuro, compensando así el daño que Juno le infligiera.

Glosa: De la mujer y el hombre nace el mundo. El origen, sin embargo, es indiscutiblemente femenino. Y tengo para mí que si el hombre -en el comercio amoroso- hace gozar a la mujer hasta el delirio y hurga en sus más íntimos placeres con todos los miembros articulados que Naturaleza le otorgó y la mujer llega al orgasmo varias veces, dejando exhalar de este modo el gozo del ser, entonces el mundo nacido de entre ellos será un mundo de placer -por su origen-, hermoso como la tarde gris y verde; hermoso como el sonido de la lluvia en el bosque; hermoso como el horizonte al alcance de la mano; hermoso como la plegaria honda del creyente; hermoso como el dolor que quedó atrás y para siempre.
Hombre y mujer en la cama. Edvard Munch 1890
Hombre y mujer en la cama. Edvard Munch 1890

Invitados

Tags : Escritos de Isaac Alexander Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 08/05/2016 a las 14:51 | Comentarios {0}


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