Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

El título, la forma y en cierto sentido el espíritu de estos textos se inspiran en el libro Je me souviens de Georges Perec que a su vez se basa en los textos de Joe Brainard recogidos en su libro I remember.


15 Me acuerdo

275
Me acuerdo del personaje de la duquesa de Krisharna que inventé para poder hablar de Vicki.

276
Me acuerdo de los bañadores Meyba.

277
Me acuerdo de los Juegos Olímpicos de München.

278
Me acuerdo de Mark Spitz, su bigote y sus siete medallas de oro. Su Meyba era azul.

279
Me acuerdo de ver pasar el bólido de Nicki Lauda en el circuito del Jarama.

280
Me acuerdo de ir con mi madre y con Pistolita y Pocholita, dos pekinesas negras, a la casa de la madre del torero Antonio Bienvenida. La buena señora tiene un macho de pekinés negro y lo quiere cruzar. Es por la tarde. La casa tiene una galería muy luminosa y acristalada que rodea un patio. El pekinés de la madre de Antonio Bienvenida no monta a ninguna de las dos perras. La casa está en la actual Príncipe de Vergara que entonces se llama Calle del General Mola.

281
Me acuerdo de estar Luis y yo en la plaza de Barceló sin tener un sitio donde dormir. Es finales de agosto. Esa noche compartimos vino y dormimos con los vagabundos de la Plaza.

282
Me acuerdo de la playa de Bolonia una primavera. La playa está vacía. Es el mediodía. Es una playa inmensa. Bajo el sol Chus y yo empezamos a follar. Yo estoy encima de ella. Levanto la vista y veo frente a mí, a unos diez metros, una vaca que no sé de dónde ha salido.

283
Me acuerdo de la guineu que aparece todos los días, al caer la tarde, en lo alto del camino que lleva hasta la masía que Lidia tiene en Lérida.

284
Me acuerdo de estar con Fernando y Alfredo en Barcelona. Al día siguiente de haber llegado. Es por la tarde. Acompañamos a Lidia a visitar a su abuela que vive en una residencia de ancianos.

285
Me acuerdo de ver la ardora -un efecto que se produce a finales de agosto, en ciertas zonas del mundo, con cierto tipo de marea y con luna nueva que consiste en que la orilla del mar se vuelve fosforescente y la arena se llena de millones de puntos de luz verde- en una playa cercana a Torrao do Lameiro un pueblo al norte de Portugal.

286
Me acuerdo de estar el resort Bahía Príncipe en la República Dominicana. Formo parte del equipo de grabación de una serie de televisión. Esperanza, una de las actrices, tiene un tirón en la parte alta del muslo. Le comento que si quiere le doy un masaje, que no los doy mal. Ella acepta. Vamos a su habitación. Se quita los pantalones. Empiezo a darle el masaje y entonces entran, como niños traviesos, por la puerta de la terraza, Luis Fernando y Fernando. Con sus travesuras no puedo seguir con el masaje.

287
Me acuerdo de la ventana de la cocina de la calle Hermosilla. Está orientada al este. En un octavo piso. Frente a ella no hay nada edificado. Tan sólo se ve el cielo. Desde esa ventana veo los amaneceres más hermosos que he visto jamás.

288
Me acuerdo de Violeta vistiéndose muy despacio encima de su cama. Tiene cinco años. Está muerta de sueño. En la casa de Hermosilla.

289
Me acuerdo de una noche de agosto de hace veintitrés años. Estoy en casa de César. Intenta darme un masaje y acabamos muertos de risa.

290
Me acuerdo de Nadia Comaneci y el primer 10 que consiguió en Gimnasia. Nunca antes una gimnasta había hecho, a juicio de los jueces, un ejercicio perfecto. Lo consiguió en barras asimétricas.

291
Me acuerdo de la madrugada en la que vemos a Neil Armstrong y a Edwin Aldrin poner los primeros pies humanos en la Luna. Es un 20 de julio de 1969. Mientras los veo y escucho la narración de Jesús Hermida desde Cabo Cañaveral, pienso en la rabia que le tiene que haber dado al tercero de los astronautas, Michel Collins, haberse quedado en el Columbia mientras el Eagle aluniza.

292
Me acuerdo de una noche de sardinada en el verano de 1988. La hacemos en el prado que hay tras la casa que la familia de Iñaki tiene en Ortiguera, en lo alto del acantilado. Como la madre de Iñaki se llama Gaba, los lugareños llaman a la casa Cá Gaba y así se ríen de los de Madrid.  Vienen todos los amigos de Navia a comer sardinas. Viene Gemma. Pero no está. Se ha metido un pico. 
 

Memorias

Tags : Recuerdos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/04/2021 a las 19:19 | Comentarios {0}








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