Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Fotografía de Evelyn Richter
Fotografía de Evelyn Richter

[...] no corresponde a mi edad, yo lo sé. Habría de desertar. [...] pero la canción, la melodía, ese sentimiento romántico, lo apasionado [...] ya debería declinar [...] ya voy siendo viejo pero aún quisiera querer y ser querido. No, miento: Aún quisiera querer hasta morir y ser querido hasta la muerte. Eso del amar [...] hasta el tránsito, la siguiente parte del proceso, de nuevo el túnel sin memoria [...] llevo demasiado tiempo en el páramo [...] hubo un callarse que me dejó frío [...] me siento, en ocasiones, mañana de enero en lo alto de una cordillera por donde pasa el quebrantahuesos [...] me siento, en ocasiones, un amasijo mal engrasado de articulaciones que nunca estuvieron, ¿para qué negarlo? demasiado bien engrasadas [...] ¿por eso busqué el amor carnal? ¿por el dolor de los huesos? [...] el apetito de ser muy amado y amar mucho, ese deseo que apenas se congracia con la quietud que dicen trae la paz; lo turbulento, lo enredado, lo misterioso, lo húmedo... los hurgalios y los orfelunios [...] la vejez a veces no casa con la emoción intensa [...] coexisten en el mismo cuerpo las dos vertientes del existir: la vivacidad del cuerpo joven con la experiencia del cuerpo por el que el tiempo fue grabando sus memorias [...] no sé si aún [...]  sí sé que merece la pena [...] la noche se hace grave y cuando el amanecer la mate llegará la levedad del canto de los pájaros y esa nube lejana, casi malva, que sugiere en sus claroscuros el cuerpo de una mujer [...]
 

Ensayo poético

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 09/10/2024 a las 12:18 | Comentarios {0}


Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.


Fotografía de Zhare Janati.
Fotografía de Zhare Janati.

129.- Sólo sé cuerpo.

130.- Te convoco si escribo tu nombre y lo uno a mi apellido.

131.- Pienso, ¡Qué cuerpo tan bonito! porque es todo lo que sé. Porque el término cuerpo (la autoridad) abarca eso inteligente, eso  memoria, eso emoción. Porque sólo sé el cuerpo.

132.- Sí, don Benito Pérez Galdós, la vida es una novela que no se puede corregir.

133.- ¿Desechar cierto -cuando menos- sentido finalista a la vida?

134.- Si digo cierto sentido finalista ¿no incurro en oxímoron? Un ápice de sentido finalista ya será lo infinito.

135.- ¿El pre-nacimiento es proceso? ¿También lo es la post-vida?

136.- ¿Cómo defino con precisión la autoridad (término) proceso?

137.- En el concepto proceso cabe el devenir. Una de las características del proceso es que se deviene.

138.- ¿En el pre-nacer y en el post-vivir se deviene entonces? Dos devenirse, en todo caso, sin vida. Dos devenirse entre una vida.

139.- Le diría: lo terrible y  lo maravilloso se unen en esta interpretación, en esta representación de cómo sentimos el vivir: la vida no se puede corregir.

140.- Es tanta mi torpeza que a veces me sonríe.
 

Ensayo

Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/10/2024 a las 13:15 | Comentarios {0}


Fotografía de Evelyn Richter
Fotografía de Evelyn Richter

He de despedirme
Soy un impostor
La noche me lo ha dicho
El aullido del perro que vive mis traiciones me ha avisado
Si yo hubiera sabido que mi destino era éste
No quise ser un falso
No busqué, desde la conciencia, traicionar a nadie
pero mis pies son de barro
mi conciencia escasa
mi conocimiento nulo
mi culpa absoluta
por no haberme formado
por haberme entregado a la estrellas y a unas contemplaciones estúpidas que nada me enseñaron.
¡Manos, cómo pudisteis estar tan sucias! ¡Corazón, cómo no clamaste más alto! ¡Erial es mi cerebro! A nada alcanzo yo que hasta ayer hubiera podido defender la existencia del átomo o con pasión habría hablado de la nueva especie que nace en mis entrañas, una bacteria plateada y larga casi con alas. Sí, hasta ayer me habría defendido de los ataques, habría gritado mi inocencia, me habría puesto en manos de los justos, de aquellos que se llaman justos, de aquellos que se quedaron quietos bajo la higuera o bajo la palmera o a pleno sol o en mitad de una luz azul de luna. Hoy ya no. Hoy no podría plantarme ante la asamblea de los acarnas para defender mi postura porque sé que todos sabrían dónde mirar y ahí, en ese centro justo de mi impostura, lanzarían como flechas sus acusaciones y yo me vendría abajo y caería de bruces y besaría la tierra rogando perdón. Porque no soy de fiar. Porque he traicionado la confianza de mis pares. Porque he ocultado en vasto amor el angosto pasaje del deseo. Porque mis lágrimas eran de sal y mar. Porque mi abrazo destilaba olor a sudor. Porque se me crearon llagas en la lengua. Porque sembré el mal allí por donde pasé.
Si me lapidarais
Si me evitarais el veneno.
Si dejarais de mirarme con desprecio entonces la noche sería mi compañera, un último viaje emprendería este narrador que ya ni sabe expresarse, este falso amante, este niño viejo, este baboso viejo. Os ruego que no tengáis piedad. A pedradas expulsadme. Con insultos acunadme. Arrancadme las tetillas con tenazas de hierro al rojo vivo. Azotadme las espaldas. Quemadme vivo. Me he descubierto. Me habéis descubierto. Sicofanta soy. Lo merezco.
 

Cuento

Tags : Cuentecillos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 28/09/2024 a las 12:11 | Comentarios {4}


Fotografía de Evelyn Richter
Fotografía de Evelyn Richter

[...] que entra rápido, con la urgencia de quien algo teme [...] las niñas jugaban a la comba en los tiempos antiguos [...] chicas y chicos jugaban al churro, mediamanga o mangotera, luego vendría la música y los primeros besos [...] sí, a César Vallejo le pegaban [...] sí, a él también le han zurrado fuerte, a uno que dice llamarse [...] también a él le dieron duro con un palo duro [...] no, no siempre la vida es así, debe de haber un mundo más hermoso, el que nos muestran en las televisiones, ese mundo de gentes amables y solidarias, ese mundo en donde la sociabilidad es la llave del éxito emocional, ese mundo en el que el Estado apoya a los desamparados y los médicos no son unos pobres pagados de sí mismos cuyo único mérito reside en recetar para no matar [...] está seguro que esta visión es debido a las sogas y a los desprecios y a ser malquerido [...] me dice, Hoy he soñado que me cagaba vivo. Entraba en la casa de un amigo. Atravesaba un aula llena de niños y entraba en el cuarto de baño donde obraba justo a tiempo, luego salía a toda velocidad y con una vergüenza tal que se me olvidaba tirar de la cadena; volvía al rato, cuando la clase ha terminado. Me decía mi amigo, Me dice la madre de XXX que te mande a la mierda. Con su gesto me viene a decir que lo va a hacer. Que no vuelva a utilizar su baño para una urgencia [...] El mundo y los años [...] tiene la clara conciencia de su error y el principio de que todo hombre es el primer hombre ante el mundo pero también ha descubierto que la clave de la representación amable radica en la alta infancia, [...] -quizás esos años dejen de ser cruciales, se descubran terapias que borren las marcas que hasta el día de hoy son cicatrices que renacen con cada cambio de estación- [...] cuidad a los niños, vosotros que acabáis de ser padres pero aún diría más: ¡No tengáis hijos! ¡Dejemos de reproducirnos! ¡Acabemos ya con este aborto de la especie! Somos tantos los que hemos cometido el error de procrear [...] ¡Malditas pollas! ¡Malditos coños! [...] ¡Hombres, arranquémonos las gónadas! ¡Mujeres, extirpaos los úteros! Vamos a ser la especie estéril, la liberada a sí misma para su desaparición [...] porque hay demasiados Césares Vallejos a los que zurran todos los días, en todos los lugares del mundo; porque hay muchas Silvias Plath a las que zurran a gusto en todos y cada uno de los rincones del planeta [...] nada merece el nombre de civilización y la manipulación se levanta como un muro infranqueable [...] ¡Paremos aquí! ¡Acabemos de una jodida vez!
 

Ensayo

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 24/09/2024 a las 12:57 | Comentarios {0}



La decendencia es la prole de la decencia
 

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 20/09/2024 a las 19:00 | Comentarios {0}


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