...blanca [...] no quisimos seguir sus pasos nos calentamos solos en la llanura nos quedamos móviles como si fuéramos elementos de una escultura de Calder sujetos a la física clásica sin sentir el vacío nosotros tan llenos de él [...] azul [...] habíamos dejado de escribir de sexo como si éste se hubiera ensanchado en su tabú y las personas siempre temerosas del qué dirán nos refugiáramos en nuestros conceptos y los ocultáramos a los demás porque su publicidad supondría la purga [...] amarillo [...] no éramos alegres aquella tarde la silueta de un enfermo había aparecido en una de las ventanas del ático su gesto nos conmovió sus manos arañando el cristal nos produjo grima algunas gritamos otros recorrimos sin aliento los últimos cincuenta metros muchos y alguna esperaron la llegada de una mano que pudiera significar fraternidad [...] verde [...] ¡la noche! ¡la espada! ¡el alba! [...] rojo [...] la rosa se había quedado en sépalos no podríamos saber su color la angustia se reflejaba en nuestros ojos como se refleja la última luz del día en nuestras pupilas una niña rio un río sonó y las calaveras vueltas hacia nosotros se quedaron huecas como si el mundo todo se hubiera convertido en aspa que gira infinita por una soledad sin mácula [...] negra [...] la nube baja hasta nuestros huesos y crea en nos la estela los sauces y la corriente que nos lleva
Me quedaré [...] ha sido al volver, no han sido los ojos de las personas fijos en mi boca ni la ligera mueca de disgusto de una mujer vieja que escuchaba sentada el sarcasmo contra un obispo muerto hace más de cien años [...] ha sido al volver, las nubes de evolución, las crestas de una sierra, el granito que brillaba o que parecía brillar [...] no ha sido sentir cierta gratitud, no ha sido tener la certeza de haber hecho el bien, ni seguir viviendo junto al animal querido, ni deambular por la casa, por su jardín, por la maraña de esta existencia que se va quedando vacía de contenido [...] tierra estéril en otro tiempo fértil gracias al abono (mierda que da la vida) [...] una empieza a morir cuando los demás le dejan de echar mierda y cuando una misma -yo misma- se deja de cagar encima [...] tierra estéril, faro que no avisa de ningún escollo [...] ¿Dónde está el océano? ¿Dónde están esas olas que iba a cabalgar hasta quedar exhausta? ¿Dónde está la arena caliente bajo la cual hundir los pies una mañana de mayo? ¿Dónde está el sendero que me conducía hasta el corazón del bosque y allí esperaba la llegada del Amado, aquel que deja tras de sí un no sé qué que queda balbuciendo [...] ha sido al volver, sí, ha sido al volver, seguro que más tarde querré despertar.
Teatro
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/02/2024 a las 19:46 | {0}
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Narrativa
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/02/2024 a las 18:18 | {0}