Thaid Gaertel pudo nacer en un país escandinavo probablemente Noruega al principio de la década de los sesenta del pasado siglo. Hijo de unos farmacéuticos pasó los primeros años de su infancia en el laboratorio de los mismos y se enamoró profundamente del sulfato de amonio y del cloruro potásico.
Ya desde niño su imaginación excesiva, su tendencia a la suspensión le acarreó algunos problemas en la sociedad protestante en la que vivía. Prueba de ello son unos supuestos comentarios de su profesora de primaria Edelmira Ongeweiss cuando hacía referencia a la ocasión en que Thaid, a la edad de ocho años, se negó a ir a la escuela arguyendo que la susodicha maestra le castigaba a sentarse en el alfeizar de la ventana del aula -sita en el cuarto piso de la escuela- y a pasarse la mañana entre la helada y la altura mirando un pruno.
El paso de los años no alteró esta imaginación salediza y quizás ayudó la inhalación de ciertas sustancias del laboratorio de sus padres a que, a la edad de quince años, decidiera huir de Noruega -aunque nadie se lo impidiera sólo que a él le gustaba la sensación de huida- con tan sólo una mochila y una flauta dulce.
La primera noticia que se tiene de él tras su huida acontece en la ciudad de Amberes donde dos testimonios -el de un guarda municipal y el de un comerciante de quesos- corroboran la presencia de Thaid Gaertel tocando su dulce flauta en la Saint Paul strass a lo largo de la primavera del año 1975 y apuntalan la idea de que fue en esta ciudad y en esta calle donde conoció a Isinvayeva Vaskausas la célebre concertista de chelo la cual según todas las fuentes consultadas le introdujo en el mundo de las escalas cromáticas y en el mundo de su cuerpo eslavo y como corolario a su relación le regaló dos flautas traveseras (ambas aparecen en la portada del CD) y le puso de patitas en la calle por una cuestión de parásitos (nunca se supo si él era el parásito o un parásito que fue a parar a él recorrió el camino hasta el pubis de Isinvayeva con las consecuencias conocidas).
Parece ser que fue entonces cuando compuso su primer tema Sosinha -tema 8º del CD- con el que nunca llegó a las listas de éxitos.
Poco más sabemos de él. No sabemos si el rostro que aparece en la carátula del CD es el rostro de Thaid y tampoco nos atrevemos a elucubrar acerca del título del disco Pesadilla para flauta y Band in a Box. Juzguen ustedes todos estos datos sin confirmar.
En la próxima reseña intentaremos agregar un tema de Thaid Gaertel (siempre que no nos cobre derechos de autor)
Ya desde niño su imaginación excesiva, su tendencia a la suspensión le acarreó algunos problemas en la sociedad protestante en la que vivía. Prueba de ello son unos supuestos comentarios de su profesora de primaria Edelmira Ongeweiss cuando hacía referencia a la ocasión en que Thaid, a la edad de ocho años, se negó a ir a la escuela arguyendo que la susodicha maestra le castigaba a sentarse en el alfeizar de la ventana del aula -sita en el cuarto piso de la escuela- y a pasarse la mañana entre la helada y la altura mirando un pruno.
El paso de los años no alteró esta imaginación salediza y quizás ayudó la inhalación de ciertas sustancias del laboratorio de sus padres a que, a la edad de quince años, decidiera huir de Noruega -aunque nadie se lo impidiera sólo que a él le gustaba la sensación de huida- con tan sólo una mochila y una flauta dulce.
La primera noticia que se tiene de él tras su huida acontece en la ciudad de Amberes donde dos testimonios -el de un guarda municipal y el de un comerciante de quesos- corroboran la presencia de Thaid Gaertel tocando su dulce flauta en la Saint Paul strass a lo largo de la primavera del año 1975 y apuntalan la idea de que fue en esta ciudad y en esta calle donde conoció a Isinvayeva Vaskausas la célebre concertista de chelo la cual según todas las fuentes consultadas le introdujo en el mundo de las escalas cromáticas y en el mundo de su cuerpo eslavo y como corolario a su relación le regaló dos flautas traveseras (ambas aparecen en la portada del CD) y le puso de patitas en la calle por una cuestión de parásitos (nunca se supo si él era el parásito o un parásito que fue a parar a él recorrió el camino hasta el pubis de Isinvayeva con las consecuencias conocidas).
Parece ser que fue entonces cuando compuso su primer tema Sosinha -tema 8º del CD- con el que nunca llegó a las listas de éxitos.
Poco más sabemos de él. No sabemos si el rostro que aparece en la carátula del CD es el rostro de Thaid y tampoco nos atrevemos a elucubrar acerca del título del disco Pesadilla para flauta y Band in a Box. Juzguen ustedes todos estos datos sin confirmar.
En la próxima reseña intentaremos agregar un tema de Thaid Gaertel (siempre que no nos cobre derechos de autor)
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Cuento
Tags : Archivo 2008 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 03/11/2008 a las 14:04 | {0}