Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Poema de César Vallejo. Poesía completa. Ed. de Antonio Merino. Akal 2005
(Este poema ya lo transcribí hace catorce años -un diecinueve de febrero de 2010-. Por algo será que catorce años después haya querido volverse a transcribir. Seamos obedientes con las Μοῖραι)


César Vallejo en 1929
César Vallejo en 1929

Según cuenta Carlos del Río León, durante un paseo con Vallejo, éste, que iba vestido con un abrigo negro, se sentó sobre una piedra blanca que le recordó un sepulcro. El contraste entre el negro y el blanco le sugirió el título del poema. Unos años antes (1920), cuando Vallejo se encontraba escondido en casa de Antonio Orrego, se despertó sobresaltado y le comentó a Orrego que acababa de verse a sí mismo muerto en París: "...Acabo de verme en París -me dijo- con gente desconocida y, a mi lado, una mujer también desconocida. Mejor dicho, estaba muerto y he visto mi cadáver. Nadie lloraba por mí. La figura de mi madre, en el aire, me alargaba los brazos sonriente...".

Me moriré en París, con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

César Vallejo murió, 18 años después de su visión, en París, un 15 de abril de 1938... viernes.
 

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Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 16/09/2024 a las 12:41 | Comentarios {0}








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