Ayer leí un artículo de Jesús Bonilla sobre Vicente Ferrer. Hay vidas valientes. Ya llego tarde a esas vidas (esto es falso. Quede anotado. Hoy empieza todo).
Yo sé -o creo saber- que Vicente Ferrer era un hombre y que por lo tanto albergaría en sí eso que llamamos -maniqueamente- defectos. Quizá fuera sucio o quizá fuera seco o quizá fuera terco, ¡yo qué sé! Era un hombre, me digo, y luego, luego que es toda una vida, intuyo su obra (un artículo no da más que para una intuición ), su ingente obra de amor por los demás, de entrega a los demás, de riesgo por los demás, de fuerza de voluntad, de concordia, de esfuerzo, de trabajo constante, infatigable, con la consigna del Deus providebit (Dios proveerá) en la mente, cada día, más el brazo firme y físico y material para conseguir una heredad para los desheredados.
Me crea una emoción muy intensa (que me nace en las tripas y me transmite esa terrible certeza de que hay personas valientes, seguras y fuertes, que luchan por un sentimiento muy extraño y muy bello el cual a veces me alcanza y tantas veces me huye) la evidencia de que la mejor manera de vivir es hacia los demás, es abandonarse, dejarse de una vez, olvidarse de uno mismo, mirar lo que ocurre y actuar, actuar, sin descanso. Siempre por los demás (los valientes son los que dejan de ser para sí mismos).
La fraternidad debe crear hábito. Si se ejerce la fraternidad ya no te puede dejar, ya no te huirá.
Cuando conozco retazos de estos valientes deseo que la reencarnación exista por si en alguna de mis futuras vidas pudiera vivir sin mí.
Yo sé -o creo saber- que Vicente Ferrer era un hombre y que por lo tanto albergaría en sí eso que llamamos -maniqueamente- defectos. Quizá fuera sucio o quizá fuera seco o quizá fuera terco, ¡yo qué sé! Era un hombre, me digo, y luego, luego que es toda una vida, intuyo su obra (un artículo no da más que para una intuición ), su ingente obra de amor por los demás, de entrega a los demás, de riesgo por los demás, de fuerza de voluntad, de concordia, de esfuerzo, de trabajo constante, infatigable, con la consigna del Deus providebit (Dios proveerá) en la mente, cada día, más el brazo firme y físico y material para conseguir una heredad para los desheredados.
Me crea una emoción muy intensa (que me nace en las tripas y me transmite esa terrible certeza de que hay personas valientes, seguras y fuertes, que luchan por un sentimiento muy extraño y muy bello el cual a veces me alcanza y tantas veces me huye) la evidencia de que la mejor manera de vivir es hacia los demás, es abandonarse, dejarse de una vez, olvidarse de uno mismo, mirar lo que ocurre y actuar, actuar, sin descanso. Siempre por los demás (los valientes son los que dejan de ser para sí mismos).
La fraternidad debe crear hábito. Si se ejerce la fraternidad ya no te puede dejar, ya no te huirá.
Cuando conozco retazos de estos valientes deseo que la reencarnación exista por si en alguna de mis futuras vidas pudiera vivir sin mí.
Ventanas
Seriales
Archivo 2009
Escritos de Isaac Alexander
Fantasmagorías
¿De Isaac Alexander?
Meditación sobre las formas de interpretar
Libro de las soledades
Cuentecillos
Colección
Apuntes
Archivo 2008
La Solución
Aforismos
Haiku
Recuerdos
Reflexiones para antes de morir
Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
Sobre las creencias
Olmo Dos Mil Veintidós
El mes de noviembre
Listas
Jardines en el bolsillo
Olmo Z. ¿2024?
Agosto 2013
Saturnales
Citas del mes de mayo
Reflexiones
Marea
Mosquita muerta
Sincerada
Sinonimias
Sobre la verdad
El Brillante
El viaje
No fabularé
El espejo
Desenlace
Perdido en la mudanza (lost in translation?)
La mujer de las areolas doradas
La Clerc
Velocidad de escape
Derivas
Carta a una desconocida
Asturias
Sobre la música
Biopolítica
Las manos
Tasador de bibliotecas
Ensayo sobre La Conspiración
Ciclos
Tríptico de los fantasmas
Archives
Últimas Entradas
Enlaces
© 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
Ensayo
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 27/07/2009 a las 09:42 | {0}