[...] hasta allí corrió [...] Ubicaba el inicio en Hasta allí corrió [...] hoy las hojas amarillean con descaro. Nada puede disimular su lento devenir a humus [...] sí, llegaron aves nuevas, las aves del otoño, zorzales, escriba zorzales el escriba [...] de la mañana debe de provenir algo [...] luego estableció lo correcto. Se equilibró con respecto a la inclinación del sol. Mañana sería otro día. Mañana todo cambiaría. Buscaría entre el follaje la cadencia de un vals y haría un verso. Mañana respiraría. Mañana encendería la luz con cierto grado de presente. Mañana se encumbraría. Sí, sí, se encumbraría como si un niño, él mismo niño, se pusiera a saltar sobre la cama, sobre aquellos colchones de muelles aquella vez en que su padre cambió los muebles de la habitación de los niños. También podría empezar con La habitación de los niños [...] Tendría tanto que hacer, ¡ah, si tú supieras! si, tú, tú, hubieras querido saber [...] es la despedida [...] un pañuelo atravesó la plaza de una capital de provincias en la Rusia del 1870, cuando los zares, [...] aún no existía Philip Glas para ti, no habías nacido, estabas muerta, no eras ni una idea en la conciencia de tu padre, quizás aún tampoco [...] de la despedida, claro, vino el pañuelo [...] fuiste una esperanza [...] si pudiera, -esto que escribe el escriba es puro. Es lo que desearía el personaje sobre el que el escriba escribe. No es una idealización. No es una metáfora. No es una mera imagen poética. Es realismo. Es casi naturalismo. Es un momento en el que Strindberg se detendría. Es un momento del último Bergman. Por eso insiste, no crea quien esto lea que hay una ensoñación, un querer hacer bello, una estética de la monomanía. Piense en lo siguiente que leerá de la fantasmagoría, que es puro naturalismo. Recuerde. Naturalismo, [...]- escribía el escriba que si pudiera -el personaje- desearía encontrarse con ella a lo lejos. Ella es silueta. Él reconoce la silueta. A las espaldas de ella surge del mar una luna gigantesca casi violeta que empieza a ser naranja. Él alza la mano y la sacude a modo de despedida. Ella, tan lejos, a contraluz de luz de luna, hace el mismo gesto [...] las hojas del roble se debilitan
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Narrativa
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 22/10/2024 a las 20:16 | {0}