¿Tiempos convulsos? (esa mano sería la convulsión si se posara en la suya y se acompañara el gesto con otro de los labios en los que se quiere manifestar pesadumbre y fatum; o el atardecer que se ha convertido, en el último suspiro, en una leve coloratura morada en el cielo; o si le hubiera llegado la voz que espera, una voz que sonriera, una voz que se abriera a la esperanza; o si fuera la nieve en la cumbre de la montaña de allá, la que está tras las primeras, las que no tienen nieve y tienen menos altura; también la vida se volvería convulsa si naciera el norte en cualquier sitio que no le correspondiera; esas convulsiones no laceran) ¿Tiempos convulsos que nos obligan a fijar la atención? ¿Qué queda difuminado? ¿qué se pierde nuestra atención? (convulsión si el cosmos se alterara o si el James Webb hallara en alguno de los confines que está atravesando un yacimiento infinito de madera; convulso si al abrir los ojos se encontrara con su personaje frente a frente y supiera la forma de desnudarlo y tuviera la capacidad, milagrosa, de aliviarle sus pesares y luego, arcádico, lo arrullara en su regazo, blando como la pradera, oloroso como el rosal en octubre) ¿Quién quiere los tiempos convulsos? ¿Quién busca camorra? ¿Quién alza los gritos a los cielos? ¿Quién blande el puñal? ¿Quién el bastón? ¿Qué buscan hurgando en nuestra ira? ¿Quiénes? ¿Qué se prepara? ¿Qué se anuncia? ¿Por qué cualquier suceso parece ser la chispa que encenderá la hoguera de una nueva época totalitaria sobre la tierra, sobre las sociedades humanas, sobre cada mujer y cada hombre? (convulsión si por fin supiera aplicar cierta sabiduría a sus deseos; convulsión de la buena si se atreve a mirar a su destino y lo reta sentándose a esperar que llegue, sin juicio, sin expectativa, sin justificación, sin queja; convulsión si acaricia el pecho de la mujer que le quiere, es por la tarde, fuera la luz es un prodigio y vuelan ajenos a ese amor los halcones; convulsión si le canta una canción y suena su voz a tiempos muy antiguos, eones, cuando aún las proteínas no habían intentando la membrana) ¿Volverá el hombre escarlata? ¿Habrá autos de fe? ¿Serán paseados los reos por las avenidas para escarnio y aviso a las poblaciones? ¿Será obligatorio acudir a las ejecuciones? ¿Los habrá valientes que desobedezcan la orden? ¿A qué castigo serán sometidos? (real la convulsión ante la salida de la estrella que trae de su mano la mañana; convulsión el orgasmo; convulsión la buena nueva; convulsión de los hurgalios ante la enésima frase que describe con precisión un acontecimiento planetario; convulsión, sí, y casi atroz, la llegada de la noche en el jardín). ¡Por Atenea, que no vuelva a morir la inteligencia!
Ventanas
Seriales
Archivo 2009
Escritos de Isaac Alexander
Fantasmagorías
¿De Isaac Alexander?
Meditación sobre las formas de interpretar
Libro de las soledades
Cuentecillos
Colección
Apuntes
Archivo 2008
La Solución
Aforismos
Haiku
Recuerdos
Reflexiones para antes de morir
Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
Olmo Dos Mil Veintidós
Sobre las creencias
Jardines en el bolsillo
El mes de noviembre
Listas
Olmo Z. ¿2024?
Saturnales
Agosto 2013
Citas del mes de mayo
Mosquita muerta
Marea
Reflexiones
Sincerada
No fabularé
Sobre la verdad
El Brillante
El viaje
Sinonimias
El espejo
Desenlace
Perdido en la mudanza (lost in translation?)
Carta a una desconocida
Biopolítica
La mujer de las areolas doradas
La Clerc
Asturias
Velocidad de escape
Derivas
Sobre la música
Tasador de bibliotecas
Ensayo sobre La Conspiración
Las manos
Las putas de Storyville
Las homilías de un orate bancario
Archives
Últimas Entradas
Enlaces
© 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
Ensayo
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 09/11/2023 a las 18:42 | {0}