A Misery por su insistencia
Coriolano: Glosopeda, una pompa de jabón, que no un pajero aunque sus modernos adaptadores digan que se hacía muchas pajas mentales y eso hay que corregirlo, sí, sí, sí, hay que corregir a William, ¿quién es William?
Cimbelino: Sin ningún género de dudas William Shakespeare es Cristopher Marlow y siento al decirlo un lucha fratricida, un anhelo de patria italiana, un no sé qué que queda en el aire de esta tarde de mayo cuando la caléndula esparce su aroma y el ruiseñor se aboveda en el encaje de un caramillo.
Titus Andronicus: Mi creador es la criadilla que me estoy comiendo; literalmente me estoy zampando un cojón de Shakespeare; ¿quién que lo conociera hubiera apostado una guinea por un verso blanco suyo? ¿quién se hubiera atrevido a lamentarse en décimas ante él que sólo sabía contar balas de paja? ¿quién que defienda su existencia como dramaturgo ha leído su testamento? Ahora, eso sí, el cojón está saladito y en su punto.
Cleopatra: ¡Oh, tus palabras son granos de arena en el desierto de Egipto! ¡Lluvia en las pirámides! ¡Veneno de áspid!
Bruja Una: Así, al retortero, despacito, a la luz de esta luna, con sangre de menstruación de virgen y ala de urania ripheus y uña de pie de viejo y pelo de reno y llanto de viuda y consolador de hierro; así, así, al retortero, lo crearemos.
Escaro: Yo diría, ya que me lo preguntan, y aún a riesgo de salirme de mis parlamentos; con permiso, pues, a vuecencia, diría que el mayor trozo del mundo se ha perdido de pura ignorancia. Ya está, ya está dicho, y aún diría más -remedando a Hernández y Fernández-: hemos disipado en besos reinos y provincias y ahora vuelvo a la nao que huye junto con sus sesenta hacia lo profundo del horizonte.
Lear: (Con ademanes de Bufón) ¡Yo conocí las barbas del poeta y me deje llevar por sus monsergas! ¡Yo puse mi herencia en su cabeza y me sedujeron sus razones ante una pinta de cerveza! Y luego, como fantasma de una obra en la que no tuve cabida, se desvaneció como el alba nace cuando mata a la noche. ¡Oh, Shakespeare, dulce traidor, amanuense seglar, barca a la deriva, pecado mortal!
Ofelia: Si cupiera en mi compleja personalidad volverme cuerda, saltaría a la comba. Visto que esto no es posible y rodeada de nenúfares y ahogada, exijo en la próxima adaptación que de mí se haga que el castillo de Elsinor se ubique en las costas de Túnez. Muchas gracias.
Shylock: Claramente, Shakespeare no vale lo que vale una libra de carne humana.
Bassanio: ¿Sabéis de algo que indique lo contrario?
Ventanas
Seriales
Archivo 2009
Escritos de Isaac Alexander
Fantasmagorías
¿De Isaac Alexander?
Meditación sobre las formas de interpretar
Libro de las soledades
Cuentecillos
Colección
Apuntes
Archivo 2008
La Solución
Aforismos
Haiku
Recuerdos
Reflexiones para antes de morir
Reflexiones que Olmo Z. le escribe a su mujer en plena crisis
Sobre las creencias
Olmo Dos Mil Veintidós
El mes de noviembre
Listas
Jardines en el bolsillo
Olmo Z. ¿2024?
Agosto 2013
Saturnales
Citas del mes de mayo
Reflexiones
Marea
Mosquita muerta
Sincerada
Sinonimias
Sobre la verdad
El Brillante
El viaje
No fabularé
El espejo
Desenlace
Perdido en la mudanza (lost in translation?)
La mujer de las areolas doradas
La Clerc
Velocidad de escape
Derivas
Carta a una desconocida
Asturias
Sobre la música
Biopolítica
Las manos
Tasador de bibliotecas
Ensayo sobre La Conspiración
Ciclos
Tríptico de los fantasmas
Archives
Últimas Entradas
Enlaces
© 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024 de Fernando García-Loygorri, salvo las citas, que son propiedad de sus autores
Ensayo
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/05/2014 a las 19:36 | {0}