Respuesta de Isaac Alexander a la suave melancolía que exhibe el autor de este blog en el artículo poético que escribió ayer titulado Aquellos ojos míos de 1973
1.- ¿Cómo es posible que el programa dirigido por Jordi Évole sobre el golpe de Estado del 23 de febrero titulado Operación Palace haya levantado semejante polvareda entre los de su profesión? Estos ojos míos de 2014 han sufrido un ataque de estrabismo; el ojo derecho miraba hacia la estulticia y el izquierdo hacia la francachela. Me he decidido a ser definitivamente antisocial y me he apuntado a la tristeza por la muerte de los animales.
2.- Eudald Carbonell arqueólogo y co-director del yacimiento de la sima de Atapuerca le ha dedicado un libro a su hijo titulado La arqueología y el futuro en el cual, según comenta, tiene una visión optimista del ser humano. Estos ojos míos de 2014 han bizqueado en esta ocasión, por decirlo de alguna manera se han vuelto hacia mí y me he dicho: ves doble, no ves nada, no consigues ver esa maravilla que debe de ser el hombre ya desde Atapuerca. Con Puerca mente la mía, he terminado este segundo punto y a continuación he rematado con un Buen título para un libro.
3.- Déjese, señor Loygorri, de melancolías.
4.- Olvide esa horrísona fotografía y ese tiempo de curas reprimidos y palizas a destiempo; siga disfrutando de ser mayor y recuerde siempre -se lo dice este viejo- que usted ya no es un niño.
5.- Por otra parte mi representación del mundo es ciega.
6.- Y por la parte opuesta estoy firmemente decidido a no idealizar nunca más esta especie que no deja de hablar de sí misma desde que afinó sus cuerdas vocales (en todo semejantes por cierto a un hermoso coño).
7.- Estos ojos míos de 2014 alardean de no ser verdes y también de quedarse fijos en la montaña que se me viene encima.
8.- Estos ojos míos de 2014 se recubren ya de una fina telilla que me abocará a la blancura del pensamiento y un sin fin de texturas.
9.- Quiero contarle que ayer por la noche estaba dormido en mi hamaca y sugirió el viento un leve balanceo. Tuve una erección de mi miembro viril y satisfice a la sangre con un recuerdo inviolable.
10.- La vida tan sólo es bella porque se vive. Y la belleza es como la elegancia: casi, casi indefinible.
11.- Tóquese los cojones cuando sea menester. Vague y bogue. En el fondo, y eso está muy bien, a nadie le importa su camino.
12.- Estos ojos míos de 2014 le advierten de que si alcanzara de nuevo las costas de la miseria, las mire con la osadía de quien acaba de nacer y exige con su llanto la teta.
13.- Y juegue, señor Loygorri, juegue a que es un señor mayor con ciertas ideas ciertas.
14.- Estos ojos míos de 2014 van a ocuparse de un árbol que clama mi presencia.
2.- Eudald Carbonell arqueólogo y co-director del yacimiento de la sima de Atapuerca le ha dedicado un libro a su hijo titulado La arqueología y el futuro en el cual, según comenta, tiene una visión optimista del ser humano. Estos ojos míos de 2014 han bizqueado en esta ocasión, por decirlo de alguna manera se han vuelto hacia mí y me he dicho: ves doble, no ves nada, no consigues ver esa maravilla que debe de ser el hombre ya desde Atapuerca. Con Puerca mente la mía, he terminado este segundo punto y a continuación he rematado con un Buen título para un libro.
3.- Déjese, señor Loygorri, de melancolías.
4.- Olvide esa horrísona fotografía y ese tiempo de curas reprimidos y palizas a destiempo; siga disfrutando de ser mayor y recuerde siempre -se lo dice este viejo- que usted ya no es un niño.
5.- Por otra parte mi representación del mundo es ciega.
6.- Y por la parte opuesta estoy firmemente decidido a no idealizar nunca más esta especie que no deja de hablar de sí misma desde que afinó sus cuerdas vocales (en todo semejantes por cierto a un hermoso coño).
7.- Estos ojos míos de 2014 alardean de no ser verdes y también de quedarse fijos en la montaña que se me viene encima.
8.- Estos ojos míos de 2014 se recubren ya de una fina telilla que me abocará a la blancura del pensamiento y un sin fin de texturas.
9.- Quiero contarle que ayer por la noche estaba dormido en mi hamaca y sugirió el viento un leve balanceo. Tuve una erección de mi miembro viril y satisfice a la sangre con un recuerdo inviolable.
10.- La vida tan sólo es bella porque se vive. Y la belleza es como la elegancia: casi, casi indefinible.
11.- Tóquese los cojones cuando sea menester. Vague y bogue. En el fondo, y eso está muy bien, a nadie le importa su camino.
12.- Estos ojos míos de 2014 le advierten de que si alcanzara de nuevo las costas de la miseria, las mire con la osadía de quien acaba de nacer y exige con su llanto la teta.
13.- Y juegue, señor Loygorri, juegue a que es un señor mayor con ciertas ideas ciertas.
14.- Estos ojos míos de 2014 van a ocuparse de un árbol que clama mi presencia.
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Tags : ¿De Isaac Alexander? Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/03/2014 a las 11:17 | {0}