Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.
120.- Desertar como respuesta (Franco Bifo Berardi)
121.- La educación es también negación. Vuela el tiempo y todos los días pasados ya se han perdido. Ojalá la vida muestre el sentido de esta pequeña tragedia mundana.
122.- Todo drama sentimental y con el estómago lleno es, en esencia (quizá no en existencia), insignificante.
123.- También la educación como enseñanza. Enseñar -mediante la educación en el quid pro quo- que el amor no es tan sólo un concepto. Porque en ese quid pro quo hay, además de transacción, acción recíproca... amor.
124.- Si la humillación es el germen de todo totalitarismo, el desamor gratuito -humillación sentimental- es el germen, como mínimo, del desdén (no quiero escribir la antítesis del amor que seria el odio porque no creo que, necesariamente, la humillación sentimental devenga en campos de concentración, hornos crematorios, razias, violaciones y saqueos... emocionales).
125.- Entre el odio y el amor se encuentran los vastos jardines sin aurora (Luis Cernuda).
126.- Sí, estamos asistiendo, construyendo la decadencia de Occidente.
127.- Dataría como momento sin retorno a esta decadencia el 28 de julio de 1914.
128.- Tres hitos que sucederán durante el apogeo de la decadencia de Occidente: la venganza de China por Las Guerras del Opio (1839-1842/1856-1860); la desaparición del Estado de Israel (Franco Bifo Berardi) y las guerras por el agua.
[...] muchacho triste que no has ido a ver el mar, tú que ayer te levantaste seguro y con una sonrisa en tu boca cuyos labios aún tienen el grosor y el color de las cerezas [...] esa ausencia de mar, esa estela que no quedará en tu recuerdo (quizá sí el vuelo del cormorán) [...] ¿recuerdas el pequeño puerto y las casas suspendidas en la ladera de la montaña? ¿la recuerdas con el chaleco salvavidas manejando el timón con la sonrisa traviesa? El sol daba fuerte. Las olas eran mansas. La brisa apenas jugaba con sus cabellos [...] Deberías ir hoy a la Casa del Duque, en ruinas, y subir al primer piso donde está la habitación del columpio; sí, ve cuando caiga la tarde y colúmpiate frente al vano de la ventana a través de la cual verás la luna cuando inicie su persecución -siempre infructuosa- del sol [...] muchacho triste y desnudo, te diría que no hay nada nuevo bajo el sol. Sería falso. Nuevo es todo a cada instante [...] ¿lo aprecias? [...] ¡ponte una corona de laurel! ¡rízate los cabellos pajizos! ¡monta la yegua que pace cerca, en el prado donde ayer perdiste la virginidad! ¡deja que el viento te arrase! ¡aprieta el tronco del sauce con tus brazos fuertes! ¡vuelve tus rezos hacia la diosa blanca la que es mitad abeja mitad araña! y sigue triste, muchacho triste, que no hay emoción mala si es verdadera [...] busca la estela al amparo de la vela de un velero, muchacho triste al que le quedan tantas tristezas por vivir [...]
Ensayo poético
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/07/2024 a las 17:18 | {0}[...] lo escuchaban [...] no pronunciábamos [...] no se escuchaba letanía ninguna ni siquiera suspirábamos como hacen los amantes cuando están sometidos a la vigilancia de sus censores [...] lo escuchaban [...] parecían arder, velas que se abren pálidas en noche sin luna cerca del templo de Afrodita donde una ninfa de Ártemis es violada por un hombre normal [...] cuando una ninfa es violada muere y su cuerpo se vuelve de mármol -frío e inmortal- [...] lo escuchaban y pronto, lo que tarda un colibrí en batir una sola vez sus alas, se instalaba en nuestras neuronas el deseo de lo no dicho, de lo no pronunciado, de lo no susurrado, de lo no suspirado [...] el deseo es el mal del hombre [...] la espera se adueña del mundo, todo gira elípticamente alrededor de un centro que tiene dos puntos, los lugares pierden su nombre, el aliento se hace divino [...] ser divino es estar dormido [...] estar dormido es no necesitar aire [...] ser aire [...] escuchaban nuestros latidos, escuchaban nuestros pasos, escuchaban nuestra saliva recorriendo su tracto lógico, se escuchaban -pábilos de sus velas, oídos de sus orejas, circunvoluciones de sus cerebros, dos centros para una sola curva, una anhelo para millones de espinazos [...] decíamos para nuestros adentros, ¡Parad! ¡Detened la escucha! ¡Permitid la soledad de un pensar sin efecto, de un existir sin motivo! ¡Dejadnos, aquí, en este presente que por ser tal aún no significa nada! ¡Huid! ¡Anidad en los cerebros de las aves! ¡Hundíos si no en las tripas de los peces abisales que son todo luz en mitad de la más pura oscuridad! ¡Os queremos pero alejaos! así podremos olvidaros como se ha de hacer con el sarmiento enfermo o con la tomatera recién plantada que se ha visto infectada por el pulgón verde. Hay que arrancarla. Tenemos que arrancaros de nuestros cuerpos como si fuerais pólipos, pliegues inflamados que pudieran llegar a ser cáncer, cáncer, cáncer [...]
Ensayo poético
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 03/06/2024 a las 17:17 | {0}Al desaparecer le dejaste sin memoria. La memoria -decía Augusto Góngora en el intenso documental titulado La memoria infinita- es necesaria para entender lo presente y lo porvenir; la memoria -esto que escribe ya sale de él- no es un anclarse en el pasado, es no perder de vista el muelle desde el que se partió para saber cuáles fueron los sucesos que generaron procesos que derivaron aquí. Si te fuiste, ya no hubo sucesos, ya no hubo procesos, nada desde ti derivó aquí. Lo que derivó vino desde la ausencia de ti. ¿Puede haber memoria ausente? Te irás diluyendo, piensa, y al final te habrás convertido en una memoria que pudo haber sido. Le robaste la memoria, siente. Le dejaste sin memoria de vosotros y así, sin ella, no puede intentar entender el presente; sin ella se quedó sin futuro.
No escribe sobre la verdad (Galileo y Descartes la mataron para siempre, bien lo sabe). No, la memoria es simple vida, con todos sus accidentes y sus mismos errores y sus mismos caminos que nunca se transitarán igual porque, le gustaría decirte, cada vez que surge un recuerdo se construye de nuevo. Parece ser que no hay archivos en la mente sino redes neuronales que conforman cada vez lo recordado y así, quizá, un día se recuerde un visillo en la ventana y otro no sea visillo sino cortina lo que corrió una muchacha que estaba dispuesta a besar a otra muchacha en su habitación. Tenían doce años (más tarde, cuando volvió a construirse el recuerdo, tenían trece)...
La memoria está viva si se alimenta de la vida si no languidece, se vuelve opaca como tantos cuadros decadentistas que mostraban l'ennui de las clases acomodadas.
Vuelve a pensar: le estás robando la memoria. La estás borrando... lo estás borrando...
Ensayo poético
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/05/2024 a las 18:38 | {0}
Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.
30.- Así define Marguerite Yourcenar su intención al escribir la novela epistolar Alexis o el tratado del inútil combate (precioso título para una novelita ejemplar): retrato de una voz.
31.- No sé cuando ni por qué escribí mis primeras letras (casi seguro que fue un poemita malo y sentimental). Debía de rondar los trece años. Sí recuerdo que en ese momento, desde ese momento, supe que nunca dejaría de escribir. Nunca dejaría de retratar una voz.
32.- Ha pasado medio siglo desde entonces y la premonición se hizo realidad. La escritura ha atravesado mi vida como un estilete que fuera abriéndome en canal cada segundo.
33.- Confieso que he escrito, ¡Oh, Jesucristo, no me dejes caer ahora! Álzame en tus brazos plenos de misericordia. Mírame con los ojos de hombre bueno. Tenme en tu regazo unos segundos. No te olvides de darme tu bendición.
34.- Porque tengo frío y miedo, no me abandones. Porque tengo el don de la mirada, no me abandones. Porque retrato mi voz cada día desde hace tantos años, ten piedad de mí. Porque siento no haber tenido fe, cree en mí. Porque a veces te llamé Buda, abrázame. O hazme higuera. O hazme sombra de un hombre bueno.
35.- Que mantengo erguida la espalda. Que estoy sereno. ¡Jesús! ¡Telescopio! ¡Expropiación de bienes eclesiásticos! ¡Hanna! ¡Hanna!
36.- He plantado el arce japonés en un jardín extraño. Es cierto que es el jardín del que ahora disfruto pero también lo es que si llevo más de cuarenta mudanzas en mi vida, ésta no tiene por qué ser la última. Ha arraigado. Se le ve lozano. Quizá crezca. ¡Hosanna!
37.- Si la perra de enfrente ataca a mi perro y mi perro tan sólo se defiende, ¿estoy obligado a atacarla para defenderle?
38.- Siento el peso y duermo bien.
39.- Retrato de una voz aunque mejor diría retratos de voces. El escritor desnuda las suyas y muestra que, en efecto, el ser humano es un conglomerado de máscaras. Las máscaras de dios. Las máscaras del hombre.
40.- Una cosa en sí aprendí: la alienación del mundo produce bilis negra.
Ensayo poético
Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 02/05/2024 a las 18:59 | {0}
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Ensayo poético
Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 10/09/2024 a las 13:39 | {0}