Estos desfallecimientos. Suspirar de improviso. Es la mañana. Camino por una calle que a nada me recuerda. El sol es el de agosto, cruel como los ocres que cubren los campos de Castilla. En esa calle. Bajo ese sol. El desfallecimiento. Respiro. Dejo que la emoción afloje. Respirar. Escuchar la voz de María Creuza en la Fusa con Vinicious de Moraes y el joven Toquiño. Eu sé que voy t'amar. Estos desfallecimientos ante los dolores que se suceden un día y otro día en este medio hostil en el que vivo desde hace demasiados años. Demasiados, demasiados. También ocurre en el campo. Salgo al caer la noche con Nilo. En esas soledades. Con la verdad en la respiración y la emoción de nuevo, el deseo terrible de ser abrazado. Desfallecimientos en estos tiempos de desolación y resurgimiento de las ideas totalitarias. Eso veo en el cauce de los ríos secos. Eso siento cuando los gritos de unos borrachos me despiertan en mitad de la madrugada. Soledades en los desfallecimientos. Como si me faltara el Otro. Como si sin el Otro lo Uno no fuera nada. No ser nada. Caer en el olvido como hacían los totalitarios con sus enemigos: condenarlos a las costas del olvido. Desfallecimiento por el olvido mientras miro el rojo encendido del sol cuando muere un día más y siento en mí, punzadita de burgués romántico, añoranzas, un tiempo que recuerdo como otro, cuando parecía que allí estaba lo que se había de alcanzar, cuando parecía... Sí, en agosto. Escondido. Habitando en un medio hostil. Nacer. Sufrir. Morir.
Desfallecer en agosto. Recuerdos de la Alpujarra. ¡Ay, la espalda! Desfallecer cuando pasé de largo el cenit de mi existencia y he de iniciar, con dignidad, la retirada hasta arribar al bello puerto de la Nada. ¿Estará allí el Otro? Mon semblable, mon frère y oui, aussi, ma soeur, ma petite soeur, toi aussi, juste a la fin. Desfallecer en agosto ahora que navego multidimensionalmente entre Argentina, Brasil, Francia de la Belle Époque y España pandémica. La epidemia del mal ha vuelto. ¿El mal que nos está contagiando a todos es el que me hace desfallecer? El Mal de la Dominación que ha vuelto, que vuelve siempre, como muy bien saben los que alguna vez han sabido de nuestro pasado sin banderías. El Mal ha vuelto. Estuvo aplacado algunos decenios en Occidente. Dormitaba y se hacía fuerte. El Mal ha vuelto. Desfallezco. Reconozco que tengo ganas de morir pero no aquí, no, no aquí. Reconozco que tengo ganas de morir pero no ahora, no si dejo a Nilo solo. Desfallecer en esta tarde de agosto mientras tecleo y busco en mi interior un mensaje de socorro que no alarme demasiado. María Creuza. Vinicious de Moraes. Toquiño.
Desfallecer... agosto.. una calle que no es nada... vuelto el Mal a las miradas... (me quedo quieto. Miro el fondo de la pared. Hay un agujero que se roe por dentro. Me quedo quieto. Quizá mis dedos. Mis dedos largos. Mis dedos que nunca palparon la cubierta de una nave espacial. Mis dedos quizá se muevan. Dibujen arcos en el aire, jueguen a acercarse a los dedos de dios -El que no puede ser omnipotente. El estéril-.).
Desfallecer en agosto. Recuerdos de la Alpujarra. ¡Ay, la espalda! Desfallecer cuando pasé de largo el cenit de mi existencia y he de iniciar, con dignidad, la retirada hasta arribar al bello puerto de la Nada. ¿Estará allí el Otro? Mon semblable, mon frère y oui, aussi, ma soeur, ma petite soeur, toi aussi, juste a la fin. Desfallecer en agosto ahora que navego multidimensionalmente entre Argentina, Brasil, Francia de la Belle Époque y España pandémica. La epidemia del mal ha vuelto. ¿El mal que nos está contagiando a todos es el que me hace desfallecer? El Mal de la Dominación que ha vuelto, que vuelve siempre, como muy bien saben los que alguna vez han sabido de nuestro pasado sin banderías. El Mal ha vuelto. Estuvo aplacado algunos decenios en Occidente. Dormitaba y se hacía fuerte. El Mal ha vuelto. Desfallezco. Reconozco que tengo ganas de morir pero no aquí, no, no aquí. Reconozco que tengo ganas de morir pero no ahora, no si dejo a Nilo solo. Desfallecer en esta tarde de agosto mientras tecleo y busco en mi interior un mensaje de socorro que no alarme demasiado. María Creuza. Vinicious de Moraes. Toquiño.
Desfallecer... agosto.. una calle que no es nada... vuelto el Mal a las miradas... (me quedo quieto. Miro el fondo de la pared. Hay un agujero que se roe por dentro. Me quedo quieto. Quizá mis dedos. Mis dedos largos. Mis dedos que nunca palparon la cubierta de una nave espacial. Mis dedos quizá se muevan. Dibujen arcos en el aire, jueguen a acercarse a los dedos de dios -El que no puede ser omnipotente. El estéril-.).
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Narrativa
Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 03/08/2021 a las 17:32 | {0}