Al desaparecer le dejaste sin memoria. La memoria -decía Augusto Góngora en el intenso documental titulado La memoria infinita- es necesaria para entender lo presente y lo porvenir; la memoria -esto que escribe ya sale de él- no es un anclarse en el pasado, es no perder de vista el muelle desde el que se partió para saber cuáles fueron los sucesos que generaron procesos que derivaron aquí. Si te fuiste, ya no hubo sucesos, ya no hubo procesos, nada desde ti derivó aquí. Lo que derivó vino desde la ausencia de ti. ¿Puede haber memoria ausente? Te irás diluyendo, piensa, y al final te habrás convertido en una memoria que pudo haber sido. Le robaste la memoria, siente. Le dejaste sin memoria de vosotros y así, sin ella, no puede intentar entender el presente; sin ella se quedó sin futuro.
No escribe sobre la verdad (Galileo y Descartes la mataron para siempre, bien lo sabe). No, la memoria es simple vida, con todos sus accidentes y sus mismos errores y sus mismos caminos que nunca se transitarán igual porque, le gustaría decirte, cada vez que surge un recuerdo se construye de nuevo. Parece ser que no hay archivos en la mente sino redes neuronales que conforman cada vez lo recordado y así, quizá, un día se recuerde un visillo en la ventana y otro no sea visillo sino cortina lo que corrió una muchacha que estaba dispuesta a besar a otra muchacha en su habitación. Tenían doce años (más tarde, cuando volvió a construirse el recuerdo, tenían trece)...
La memoria está viva si se alimenta de la vida si no languidece, se vuelve opaca como tantos cuadros decadentistas que mostraban l'ennui de las clases acomodadas.
Vuelve a pensar: le estás robando la memoria. La estás borrando... lo estás borrando...
Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.
30.- Así define Marguerite Yourcenar su intención al escribir la novela epistolar Alexis o el tratado del inútil combate (precioso título para una novelita ejemplar): retrato de una voz.
31.- No sé cuando ni por qué escribí mis primeras letras (casi seguro que fue un poemita malo y sentimental). Debía de rondar los trece años. Sí recuerdo que en ese momento, desde ese momento, supe que nunca dejaría de escribir. Nunca dejaría de retratar una voz.
32.- Ha pasado medio siglo desde entonces y la premonición se hizo realidad. La escritura ha atravesado mi vida como un estilete que fuera abriéndome en canal cada segundo.
33.- Confieso que he escrito, ¡Oh, Jesucristo, no me dejes caer ahora! Álzame en tus brazos plenos de misericordia. Mírame con los ojos de hombre bueno. Tenme en tu regazo unos segundos. No te olvides de darme tu bendición.
34.- Porque tengo frío y miedo, no me abandones. Porque tengo el don de la mirada, no me abandones. Porque retrato mi voz cada día desde hace tantos años, ten piedad de mí. Porque siento no haber tenido fe, cree en mí. Porque a veces te llamé Buda, abrázame. O hazme higuera. O hazme sombra de un hombre bueno.
35.- Que mantengo erguida la espalda. Que estoy sereno. ¡Jesús! ¡Telescopio! ¡Expropiación de bienes eclesiásticos! ¡Hanna! ¡Hanna!
36.- He plantado el arce japonés en un jardín extraño. Es cierto que es el jardín del que ahora disfruto pero también lo es que si llevo más de cuarenta mudanzas en mi vida, ésta no tiene por qué ser la última. Ha arraigado. Se le ve lozano. Quizá crezca. ¡Hosanna!
37.- Si la perra de enfrente ataca a mi perro y mi perro tan sólo se defiende, ¿estoy obligado a atacarla para defenderle?
38.- Siento el peso y duermo bien.
39.- Retrato de una voz aunque mejor diría retratos de voces. El escritor desnuda las suyas y muestra que, en efecto, el ser humano es un conglomerado de máscaras. Las máscaras de dios. Las máscaras del hombre.
40.- Una cosa en sí aprendí: la alienación del mundo produce bilis negra.
Ensayo poético
Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 02/05/2024 a las 18:59 | {0}Nada es la eternidad si la comparo
con el vacío
que tu ausencia
hace nacer en mí
PD: sí, sabe que vacío y eternidad son semejantes pero lo semejante no es lo idéntico...
Ensayo poético
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/05/2024 a las 20:46 | {0}Sí, buscaba
En la luz que cae en la mañana sobre las laderas buscaba
buscaba la huella
en un gesto de niña que ríe buscaba
buscaba sobre los recuerdos
en el dormir buscaba
buscaba en el paseo junto al amigo por un camino que nunca había recorrido
No pudo hallar
no sabía que hallar no estaba en su mano
no sabía que la teleología no es más que un afán más y tan humano
No halló, no se arriesgó a conceder
Era como los grandes maremotos que llegan en silencio a las costas tranquilas
Era la serpiente que no fue consciente de su cambio de piel
El pacto sería, se decía, entre un azar, un destino y un carácter
Buscaba y la bondad
Buscaba y el anhelo
Buscaba y la guerra
Buscaba y la guirnalda
Buscaba en las fiestas de un pueblo pesquero en las que estuvo muchos años atrás
buscaba en ellas porque recordaba que una noche mientras la orquesta tocaba la canción de aquel verano sintió la dicha de vivir y amó la vida
Buscaba en el vacío
Buscaba en la tristeza del tiempo perdido
No hallaba
el hilo, pensaba, el hilo...
No hallaba el paso siguiente
ni ubicaba el momento donde empezó
No hallaba la música que hacía falta
Escuchaba aquí, se iba hacia allá, volvía, no hallaba
Buscaba
No hallaba
La clave
La llama
No hallaba
Buscaba
Ensayo poético
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/04/2024 a las 18:08 | {0}Q. ***
Ni siquiera me atrevo a escribir tu nombre. Es como si todas las constelaciones de las galaxias todas lo impidieran. Quisiera ponerme muy serio y al mismo tiempo quisiera ponerme muy gracioso y también solemne y claro, también banal... ya sabes (¿o ya no sabes?) que no puedo. Las mañanas me cuestan. No quiero levantarme. Prefiero quedarme un rato, sólo un rato más para ver si sueño o no despierto. Luego hago el esfuerzo y me levanto y lo primero que siento es tu ausencia un día más. Sé que tampoco hoy será el día en el que vuelvas a ponerte en contacto conmigo. Sé que no será el día en el que volveré a escuchar tu voz. Sé que tampoco hoy será el día en que despierte de esta pesadilla que se alarga ya más de cuatro años. Desayuno. Siento la congoja. Me recompongo. Hago, a rastras, mis quehaceres y al llegar la noche deseo con todas mis fuerzas que el sueño llegue para volver a dormir, dormir... He parado. Me he dicho, ¿Para qué escribes esta carta? ¿Cuándo empezó todo? ¿Cómo empezó todo? ¿Cómo si sabes que no tiene la más mínima trascendencia sigues anclado en una espera que se hará eterna, es decir, se hará no tiempo? No tiempo vivido. No tiempo compartido. No tiempo usado. Sí tiempo desperdiciado. Sí génesis, seguramente, de la enfermedad que me llevará a morir. Luego pienso, aunque no estuviera ocurriendo esto seguirías siendo el mismo tipo con tendencia a la monomanía no se lo achaques eres tú que desde hace muchos años a esta parte andas a vueltas con todo buscando respuestas donde no puede haberlas siguiendo rastros que acaban en callejones sin salida queriendo que en los otros se hallen las soluciones cuando sabes lo sabes lo sabes que la única solución está en ti y esa solución sería la plena aceptación de la vida el absoluto respeto a las decisiones de los otros no pensar no exigir no tener actitudes preconcebidas y empezar a pensar en la solución del perdón empezar a perdonarte de una vez y levantarte una mañana y seguir tu camino y saber que hiciste lo correcto dentro de los estrechos límites que nos son dados a los humanos por mucho que venga el fenecido Escohotado a cantarnos las glorias de la civilización occidental y asegure que estamos mejor que queremos y se mofe de aquellos que se quejan de lo mal que está el mundo él el muerto Escohotado que acabó defendiendo a los mercaderes del templo y renegando de los que ponen el grito en el cielo ante las injusticias del mundo cuando no mucho atrás se jactaba de justo lo contrario seguir mi camino y si alguna vez me volviera a cruzar contigo si quisiera la divina tyché que nos encontráramos en una calle en una nevada bajo palio en el cementerio de La Chacarita en una balconada en un precipicio en una montaña rusa en una laguna seca en un páramo verdecido en una sala de una casa recién construida en un avión en un bar en una pista de tenis en un simposio de ergonómica en una plazuela de nuestra ciudad o un recinto ferial pudiera mirarte a los ojos tus preciosos ojos redondos y sonreír como si la devastación no hubiera acabado con mi carne y todo lo vivido desde tu desaparición no hubiera sido una estancia en el Tártaro donde cada segundo dura mil años y donde la luz no es conocida. Esas cosas pienso, sin puntos ni comas, todo de seguido, del todo loco, a punto de abrirme el pecho y sacarme el corazón y ofrecértelo por si la sangre derramada y los pálpitos del músculo pudieran hacerte recapacitar y que tú también me miraras y, ¡Oh, Dios en el que no creo; Oh, Diosa en la que no creo, Oh, daimones en los que no creo; Oh, duendes en los que no creo; Oh, espíritus en los que no creo! con la sonrisa propia de los que fueron hijos me dijeras, He vuelto. Quisiera hablar contigo.
Tuyo siempre tu ***
Epistolario
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 22/04/2024 a las 18:47 | {0}
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Ensayo poético
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/05/2024 a las 18:38 | {0}