Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
1.- No ha sido al amanecer. Entiendo el compromiso de Alth. con la muerte. Cuenta que un día a la edad de nueve años caminaba con una carabina por algún bosque francés. Disparó a una tórtola. No la alcanzó y entonces sintió el deseo -probablemente vehemente- de dirigirse la carabina contra su vientre. Lo hizo. No llegó a dispararse aunque estuviera convencido de que no había ninguna bala en la recámara. Luego resultó que había una. ¿Quién había puesto aquella bala? Él no. De eso estaba seguro. Sintió entonces un sudor frío. El pánico de la muerte.

2.- Sudamos frío ante la idea de morir. El alimentar la muerte (buscar los alimentadores de muerte a lo largo de la historia escrita y no escrita, por ejemlo cerámica funeraria china) es uno de los grandes temas de La Conspiración. La religiones soteriológicas que ofrecen paraísos o infiernos, trascendencias de este cuerpo que sin embargo se arraiga a la tierra como la raíz de la más humilde planta...

3.- No ha sido al amanecer cuando he sentido la pulsión de un pájaro, la esencia del trigo, la vacuidad de la acuarela japonesa, la vibración del éter, la nostalgia de aquella boca que susurró en algún momento palabras tendres o saber, positivamente, que es mejor la palabra malla que la palabra leggins. Estas sensaciones que no han sido al amanecer atacan de frente La Conspiración.

4.- También el paseo de la tarde y sentir un rechazo que provoca ganas de vomitar cuando leo que se sigue juzgando a personas por jugar cómicamente con las imágenes de las religiones.

5.- Recuerda, ¡Oh, tú, anarquista mío!, que los símbolos, perdón, Los Símbolos, son una de las armas más sutiles de La Conspiración. Fíjate que cuando paseas por lugares sin asfalto, sin tendidos eléctricos, sin largas alamedas, ni ríos encauzados al atravesar la ciudad, todo símbolo pierde su poder. Basta un cobijo, algo de alimento y la suficiente agua para ser una persona.

6.- No ha sido al amanecer sino mucho antes cuando he descubierto que la muerte no es más que un símbolo alimentado desde el miedo. Urge desmontar la conspiración de la muerte. Urge un desfile de muertos por las ciudades. Urge vaciar los silos (ahondar en la idea de que la posibilidad de almacenar alimentos está en la base del principio de Conspiración).

7.- No ha sido al amanecer sino mucho antes cuando he descubierto el misterio del café con un poco de leche. Ese sabor me entrega una satisfacción que viene de muy lejos, de laderas del África o del Sudamérica. Frutos rojos. Frutos tostados. Es la mañana. Canta el pájaro. Siempre los pájaros. Y de repente Bach.

Ensayo

Tags : Ensayo sobre La Conspiración Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/06/2017 a las 13:35 | Comentarios {0}






calores de verano sin destino
sois la muerte del hombre
que amó el frío



 

Poesía

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 06/06/2017 a las 00:04 | Comentarios {0}


1.- He buscado hoy algo en el viento. El viento, a veces, tiene aires de edad. Así, en la búsqueda, he sentido la vieja historia de siempre. Una historia sin sentido (siempre intentaré llevarle la contraria a Hegel) aunque de ese señor sólo entienda lo que entienden otros -Sánchez Ferlosio, por ejemplo-. Polibio también. Polibio el primero en darle a la historia, perdón a la Historia, un sentido.

2.- Las coaliciones acaban muriendo. Todas las coaliciones acabaron muriendo. (Me digo: hacer un rastreo de las coaliciones muertas). Veo los rostros de las mujeres y hombres que gobiernan el escaparate del mundo -es decir: la política- y veo en esos rostros la codicia. Quizá sea ésa cualidad humana la gran enemiga del gobierno de los pueblos. Recuerdo ahora un comentario clásico del ser humano a propósito de un fiscal anti-corrupción español que ha tenido que dimitir por ser amigo de corruptos y por tener una sociedad mercantil en un paraíso fiscal. El comentario en cuestión era: Tampoco es para tanto. Cualquiera haría lo mismo.

3.- En la lejanía de los hombres, se ve con cierta distancia y también se olvidan los lazos, los hermosos. Ser solitario. Pasear por lugares donde los pájaros son los señores de la música y se escuchan pisadas misteriosas por lugares umbríos. Ver cómo se seca el regato. Oler la ciénaga. Quitarse de en medio la mosca que revolotea ávida de un ácaro de mis pestañas. Inspirar fuerte por el temor a una lejanía que cada día se hace un poquito más grande.

4.- Intuyo, extrañamente, un giro. Y al mismo tiempo me produce una inmensa ternura el esfuerzo de los artistas del siglo XX por acabar con los valores fascistas de la sociedad en la que vivieron. El fascismo no es sólo una forma extrema de conducir la grey. El fascismo es una moral de orden, jerarquía y valores. Los primeros diecisiete años del siglo XXI marcan el triunfo del fascismo en las democracias occidentales alimentado por el nuevo enemigo que va a permitir la represión, el orden y la vigilancia de cada ciudadano: el terrorismo moro.

5.- Buscar una definición que matice a la perfección la diferencia entre terrorismo y guerra. (Evocaciones de Noam Chomsky)

6.- Quizá fuera interesante discutir con Pessoa el relato que escribió titulado El banquero anarquista. La noche ya va cayendo. Van mejor las manos. También mejora el ojo. Hoy he pensado en Borges y también en Juan Goytisolo que ha muerto en una ciudad llamada Marraquesh.

Ensayo

Tags : Ensayo sobre La Conspiración Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 05/06/2017 a las 01:11 | Comentarios {0}



Como tantas veces he dicho el término
ensayo lo utilizo en el sentido de 
intento.

1.- Ayer el rojo no era tan apasionado. La importancia del desapasionamiento del rojo tendrá que ver con una serie de mecanismos mentales a los que no tengo acceso. A los que no quiero tener acceso.

2.- ¿Narrador en primera persona? ¿Quién es ese yo? Se me cruzan entonces fotogramas de la película El mensajero del miedo. Un soldado descubre que su mente ha sido intervenida. Primera pregunta entonces: ¿Primera persona? ¿Narrador? También una primera afirmación: el narrador no es necesariamente el escritor. Yo también he de descubrir quién es.

3.- Más preguntas ¿El siglo del Yo? (a propósito de una serie de documentales emitidos por la BBC sobre el desarrollo de la idea de la yoidad como estrategia publicitaria). Escribir/investigar sobre E. B.

4.-
Macerar a fuego lento. Captar. Aspirar con intensidad el aire que trae consigo notas húmedas. (A veces veo en el detalle que acaba de ocurrir el inicio de un historiador para contar la anécdota a partir de la cual se produjo el nuevo e imprevisible giro en las sociedades humanas). 

5.- Que navegaré (imagen de olas en un escenario que es el mundo). Me urge por una cuestión de células muertas.

6.- Buenas intenciones. Es ahora el interés por las mareas y por escuchar alguna canción cuya letra no entienda. De espaldas sé que la realidad también está frente a mí. En ocasiones la voluntad dispone de una oportunidad.

7.- Existió aquella colina y la zorra asomó en su cima. Marítimas las ideas. Mecida es esta tarde del último día de mayo. Proyecciones.
 

Ensayo

Tags : Ensayo sobre La Conspiración Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 31/05/2017 a las 15:02 | Comentarios {0}


Vete a Copenhagen. Arranca la cabeza a La Sirenita (1966). Húndete en el mar con traje de neopreno. ¿Mar Báltico? Hay en el pétalo de la flor sin nombre un juego perverso con el fuego. No te quites los calcetines. Semeja dormir. Después el viento de mayo descubrirá las algas que anidaban en tus axilas y un cocinero japonés hará con ellas un plato con eco de profundidad. Deja la familia a un lado (se perdieron, lo sabes, en el dédalo infantil de un deseo en verso. Por ejemplo: Cuando solté las manos de las cuerdas del columpio/ y salí volando por los aires/ escuché por fin el grito de mi padre/ pidiendo a Dios que mi madre le follara). Vete a Mälmo donde las tardes se hacen eternas y vuelan por las llanuras unos pájaros que se alumbran a sí mismos mientras flotan bajo ellos las arañas. Ya en la noche, en la pensión para pobres, caminarás desnudo por los pasillos buscando con ansia el agujero donde terminar de una puta vez con el tedio de tu sexo. Siente el sabor de la ausencia. Mira por la ventana la mañana. Aguarda el momento en el que el sol, macho intermitente de los días, mujer amarilla para los teutones, estrella enana amarilla, surja del confín y ascienda minuto a minuto hasta el cenit de un espacio sin espacio, de un dominio sin dominio. Cae a plomo. Que bailen tus pies en el vacío del abismo. Ya te han dicho que Bartlebooth ha muerto y han añadido que aquellas bragas negras nunca las verás custodiando el pubis de la mujer menuda y han aplaudido cuando tú, ¡Oh, menesteroso! te has sacudido el hambre con un gran spaghetti rectilíneo. La nada se está haciendo sitio. El rojo ya no implica pasión. La tarde ha soltado un gen. La arena se ha reconstruido en templo. Mujik se alquila a un precio razonable. El sonido de la regadera suelta un bulo sobre la virginidad de La Virgen. El Papa Francisco se ha asomado en pelotas al balcón del Vaticano. Dicen que la Plaza de San Pedro se ha convertido en un gran surtidor de lefa de toro. Manejan las manecillas los idiotas. Las hostias se reparten atadas a un condón. ¡Los coptos!, ha gemido la monja. ¡Los coptos! ha gritado Rajoy mientras se peinaba los huevos con un cepillo. ¡Los coptos! ¡Los coptos! ¡Los coptos! se escucha por todos los rincones de Murcia. Nada ha quedado en La Bastilla. Ni siquiera el niño que se quejaba porque tenía un paisaje húmedo en el cerebro, ha sabido descifrar la última cópula de los ancianos del tercero C. Mana la salvia. Se regodea el cactus. Destila bourbon la teta de la nodriza (en Arkansas, claro). Los campanarios se inundan de flujo vaginal y sus campanas suenan a chocho. ¡Vademecum! ¡Vademecum! ¡Va de retro, José Luis!

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 28/05/2017 a las 11:26 | Comentarios {0}


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