Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Sobre la esfera me muevo y persigo la escandalosa belleza, la que a tantos aterra. Estoy en el porche trasero de una casa inmensa, frente a mí dos toros de hierro y al fondo una mujer de 1926 llamada Primavera que corona una piscina cuyos extremos son curvos. La luna está en cuarto creciente y he encontrado una mesa y una silla lo suficientemente cómodas para que el hecho de escribir no sea incómodo.

Narrativa

Tags : Colección Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 01/08/2014 a las 21:01 | Comentarios {0}


Diario


Yo tengo para mí la recompensa y tengo la fotografía de las gotas de agua que penden de la rama del arce japonés y tengo la sonrisa de L. echando un órdago y también tengo el orgullo de V. ganándome al juego que le enseñé y tengo el tono de fastidio de R. ante una nueva mala nueva y tengo el placer de ofrecerle el brazo a mi M. para que baje los escalones y el respeto de Lo. por la vida que llevo y la atención de C. y su compañía y tengo recuerdos que atraviesan los desiertos y tengo la habilidad de contarte y la duda de por qué se me ocurrió a mí pensar que a ti ¡oh, lector! habría de interesarte lo que yo urdo. Yo tengo un extraño estandarte y una absurda divisa. Mi estandarte es la figura votiva de un hombre y mi divisa es ¡Fragilidad, mantente firme! Y en mi casa se acumulan los papeles y mis oídos se avienen a escuchar con placer las melodías lejanas del sitar. Yo tengo para mí la victoria cimentada a base de derrotas y sé que cuando el filósofo antiguo habla del río que nunca vemos igual está, en el fondo, entonando la desesperación por lo móvil, el deseo de perennidad. Yo tengo para mí una conversación por la tarde en el último domingo frente al lago y recuerdo el vestido estampado (blanco y azul) y el comentario del hospedero haciéndome vivir bien. Yo tengo en mi memoria (que no es nigún archivo al que se acuda sino que es un elemento fluyente que nace cada vez que se acude a ella) a mi P. cuando vino a verme en mi puesto de lotería y a mi tata J. que ha sido, es y será un soporte estoico como ya le hubiera gustado a Marco Aurelio y sé que cuando la memoria reconstruye a quienes murieron los está volviendo a la vida. Y porque todo esto tengo estoy y quiero llegar hasta donde mi cupo sabe con la cabeza alta, las ideas en su sitio y la fragilidad a prueba de banderas.

Diario

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 29/07/2014 a las 12:15 | Comentarios {0}


Composición de Fernando Loygorri
Composición de Fernando Loygorri
El perro de abajo muerde
El perro de arriba lame

El perro de abajo desgarra
y surge como un fogonazo de luz (la liebre que cruza la carretera. Los faros del automóvil) el perro de abajo te provoca un dolor tan intenso en los que podríamos llamar los cojones (caso masculino) o el alma (unisex) que miras el mundo y todo te parece una puta mierda, una auténtico basurero, un vertedero mundial el perro de abajo incide en esa visión de sacrificio de carne humana o de extraño jeroglífico sin piedra roseta con la que descifrar el perro de abajo tiene los colmillos afilados y sabe dónde agarrarse puede ser que el perro de abajo surja como reacción a una ficción sobre la incidencia en la infancia de la vida de los otros un mundo digamos simbólico pero mundo que lucha constantemente contra la idea de el perro de abajo es fuerte y se agarra se agarra hasta que lo dejas morder porque como tantas y tantas paradojas sólo dejándole que muerda dejando que muerda donde quiera se soltará al final aburrido de la pasividad de la carne mordida porque el perro de abajo se ensaña contra el que lucha y se debilita si dejas de luchar y te permites levantarte con el mundo a tus espaldas harto de buenismo de confianza en uno mismo de flores a maría y justificaciones de estafas y sencillamente te cagas en dios una y mil veces cuantas veces quieras pero sin rabia sin luchar contra ese sentimiento de impotencia ese sentimiento de rebeldía y de asco ese sentimiento que tiene mucho que ver con el calor que hace y con la partida en muy breves días de los seres que amas y cuando observas ese día en que observas como si tú no formaras parte de lo que observas pero sabiendo que sí que eres lo mismo lo mismo lo mismo que es lo mismo que repetir guau guau guau porque el perro de abajo eres tú eres tú el perro de abajo que no soporta el hedor que el cenicero deja en ti tú que fumas pero tu perro de abajo no fuma o algo así algo parecido a ponerle cara al perro de abajo que tiene algo fisiognómicamente mezquino y cruel como podría ser la indiferencia de un padre o el miedo terrible de un hermano mayor o la cadencia del vientre abortado y la locura o el fondo del mar ahíto de mierda o la sangre o el hígado convertido en coño o el viejo rijoso o la horca o el asesinato selectivo o los que sólo se ocupan del fútbol o los que se ocupan de sus mierdas de cuitas o de los que ahora mismo ahora mismo guau guau guau están matando están extorsionando están sometiendo están obligando y el perro de abajo te impide ver hasta te impide leer un poema consolador de mario benedetti y si lo leyeras tú que eres ahora perro de abajo te reirás de la ingenuidad de semejante soflama sobre la visión propia para convertir la realidad en lo que tú quieras porque lo que quieres es cagarte en la puta madre de quien ideó esta orgía de desastres y el perro de abajo que eres tú guau guau quisiera tomar en su hocico el cenicero y lavarlo pero no puede porque está aquí tecleando usando mi cerebro mi otreidad que no sé ni para qué sirve ni por qué el mundo mi representación de él me está llevando desde hace tanto desde hace tanto guau grñññññ guau zas y siento en los cojones o en el alma o el coño vaya usted a saber ese sabor de la sangre fresca de la sangre que sale a borbotones de un ser bueno que agoniza y no quisiera verlo morir así aunque sea yo convertido en perro de abajo quien le está mordiendo quien le está carcomiendo los intestinos en esta mañana de julio justo cuando el perro de abajo mueve la cola y se ha tumbado y ha cerrado los ojos mientras mastica suavemente mis orfelunios y la música de un acordeón deja ecos de tango y bragas verdes y calzoncillos modernos y camisa quitada y sudor sudor sudor hasta que vuelva a sonreír el muy hijo de puta y sus ojos se inyecten en sangre la sangre fresca del que era inocente y vuelva a dentelladas secas y brutales a desgarrar lo poco que quede de esperanza en este mundo abortado creado por dioses caníbales con máscaras de benefactores de marras y adoradores de los juegos y pan y circo y guau grrrrñññññ y duele me duelo cuando me muerdo y las tazas de café vuelan por encima de mis orejas y siento y siento el sinsentido de todo esto el niño que está espatarrado y con media cara arrancada por no sé qué cuestiones de lindes la gente que se ha volatilizado en no sé qué avión los que fueron asaltados en sus casas el hombre que salía con su pensión y fue navajeado el banquero que sonríe el muy hijo de puta la farmacéutica que vende un producto que sabe falso los que tienen cáncer porque otros contaminaron sus aguas los que tienen sed porque otros les roban el agua el perro de abajo el perro de abajo guau guau grrrrñññññ que soy yo yo despedazándome el hígado el perro de abajo al que tengo que dejar al que tengo que acariciar en esta mañana de julio con todo el terror que me causa que me estoy viendo destripado que me estoy viendo al final del camino y ante mí el perro de abajo me abre el abismo y el infierno y william blake y no sé cuántos más cuántos se atrevieron a enseñar las fauces de su propio perro guau guau guau grrrrrrrrñññññ te voy a arrancar el alma pedazo de cabrón miserable hijo de la gran chingada y voy a esparcir tus tripas por este desierto llamado mundo mundo mundo guau guau grrrñññ déjame descansar un rato deja de morderme deja de morderme que me tengo que marchar y dar los buenos días y esbozar una sonrisa dentro de veinte minutos

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/07/2014 a las 11:13 | Comentarios {6}


Me lleva, ¡Oh, querida!
He intentado
someterme;
dejarme hacer
también lo he intentado,
¡chica, naricita de azúcar!
Y sin embargo
la noche,
como una mujer hermosa,
me ha vuelto a llevar a su terreno.
Yo quise, ¡amor mío!
desnudarme solo
rimar solo mientras escuchaba la rima de las aguas del río
tú sabes, bombón, a qué me refiero.
No pude,
al son de las cartas, al son de la rueda del vapor,
al son de los perfumes y las ligas
me dejé llevar de nuevo
y bebí, ¡amor!
y me drogué, ¡amor!
y acabé sin blanca
entre los dientes de las pirañas, ¡oh, mi muñeca de porcelana!
¡oh, mi corazón salvaje!
¡oh, tus ojos, tirado en la orilla, desnudo de cintura para arriba!
¡Nena, cuánto echaba de menos tu regazo!
Lo volveré a intentar
ya tú sabes, mi jaboncito de aroma a lavanda y a mujer honesta
y claudicaré como los remeros ante el olor a cerveza
pero antes, te juro, sangre de mi sangre, carne de mi carne,
lucharé contra los locales nocturnos,
las partidas de póker,
la bebidas espirituosas,
las muchachas alegres
y los amaneceres junto al río
aunque me lleven, siempre me lleven,
al final, hasta tus brazos,
¡oh, sí, hasta tus brazos siempre, nena!
¡siempre, siempre, siempre hasta tus brazos!

Narrativa

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 22/07/2014 a las 20:30 | Comentarios {0}


Apuntes de Rooms by the sea de Edward Hopper
Apuntes de Rooms by the sea de Edward Hopper
El seis de diciembre de 1321...
Tengo ahora, después...

Cuidado, cuidado con los pastores de hombres... acaban necesitando perros...

O Hannah Arendt ¿qué se podría justificar?...
También hay un día en que una mujer en la cola del supermercado se ofrece a pesarte unos pepinos que a ti se te olvidó mientras tú puedes seguir metiendo los alimentos en las bolsas y luego, más tarde, te puedes sentir a gusto en el mundo y piensas que ese gesto de amabilidad por parte de esa mujer proviene de uno tuyo anterior cuando dejaste pasar a dos personas que llevaban muchas menos cosas que tú...

La conversación en la noche entre una joven y un hombre mayor...

El cuatro de febrero de 23...
La imagen, ¿el recuerdo? de Margarita Porette escribiendo sus propias copias de sus propios escritos... los que escriben para que de repente al atardecer, en un pueblo, una lectora exclame: No, no puede morir y se le salten unas lágrimas de emoción por la muerte de alguien que sólo existe en las hojas de un libro. ¿Existe otra forma más sublime de admirar al ser humano que aquella por la cual uno se pasma de la emoción que una lectora siente por la muerte de un ser que no existe?

Si pudiera transmitirle lo que le quiero contar
Transmitirle en su esencia la esencia

Alzar la voz esta mañana en la que el calor nos da una tregua y tomar sus manos (fuera canta el pájaro y un velo de nubes cubre un cielo caprichoso y azul. La fuente. La vida. El rostro. Su rostro entre mis manos. Callado luego) entre mis manos y recordar los versos de...

El 21 de abril de 1963...
¿Por qué desconfío de los pastores de hombres? ¿Por qué desconfío de los que tienen la fórmula para que todo vaya MEJOR?

¿Qué le ocurrió a su adn social? ¿Por qué ha llegado a desconocer radicalmente sus sentimientos y a ser incapaz de colocar aquí el amor, allí el sexo, acullá la cocaína, más allá la verdad y en un rincón la belleza?

Sobre las notas de una melodía establece sus sentimientos y el ritmo del teclado

Poco más hay que decir... no sabe explicar más... quisiera que fuera su mirada quien lo dijera todo pero habría de esperar a que la mirada del otro tuviera también la capacidad de recibirlo todo...

14 de noviembre de 1584...
Glorioso

2 de marzo de 1061
Avanzan los ejércitos por una llanura en cuyo horizonte se adivina una guarnición. Piafan las caballerías. Se acomoda un jinete sobre un codo y mira a la lejanía y sabe que la muerte tiene algo de atractivo como los tentáculos de la medusa en la mar limpia y atisba en la calima el invento de un instrumento musical que tuviera a los pies dos pedales y uno más, uno más...

El pastor de hombres ha de tener voz de mando y sorprende cuando un discurso se vende como un discurso nuevo y los viejos lemas causan en algunos hombres espanto de historia repetida o de vuelta de tuerca o viento furioso y oleadas y mansedumbre y retaguardias llenas de oprobio...

Por algo la confusión de lenguas. Por algo este estado intermedio...

Quizás en el gesto amoroso de tomar su falo entre sus manos y llevárselo a la boca y succionar con un cuidado lleno de esperanza
Quizás en el gesto de acariciar su clítoris con la lengua mientras un dedo hurga su vagina
Quizás el semen que surge y se aposenta entre sus labios y el vientre
Quizá la despedida

La calle se ha ido llenado
Hay algarabía de niños
Los viejos respiran con dificultad
La historia de la destrucción sobrevuela una ciudad
Ya no hay nieve

Los pastores de hombres conocen a su cabaña y tampoco en esto hay mérito porque todas las cabañas se asemejan

Adios se dijeron
Hasta mañana se dijeron

O cuando la furia del tifón o el temblor de la tierra que levanta la ola hasta hacerla arrasadora

No hay costa a lo largo de semanas. La extensión que la vista abarca se mueve constante. No hay marejada.

La visión de sus bragas grises
La visión de su corazón palpitando

Ensayo

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 19/07/2014 a las 11:56 | Comentarios {0}


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