20 h 03 m
Han sido pocas cosas y todas duras. Me pregunto si este mundo donde la codicia campa por sus respetos merece ser vivido. Pienso en metáforas. Las desecho.
Escucho por el teléfono la desesperación de un hombre. Es de tal magnitud que ese hombre caga negro, caga sangre, le falta el aire, no duerme y sufre una crisis de ansiedad que le lleva a desahogarse conmigo al que apenas conoce. Y esa ansiedad viene por la falta de dinero. Un hombre con una empresa y con dieciséis empleados a los que insulta, a los que desprecia porque no se dejan la vida en un negocio que no es suyo. Un hombre que se lamenta de que al final de su vida laboral se vea en semejantes estrecheces, todo a punto de derrumbarse.
Yo le contesto que mi vida ya se ha derrumbado varias veces, si fuera rico le diría que me he arruinado varias veces. Le digo que lo único importante es ser digno. Se lo digo yo que estoy a punto de quedarme sin hogar, sin mis queridas paredes, sin mi querido Volga, sin mis espacios. ¡Qué importantes son los espacios para los mamíferos!
El hombre está inconsolable.
Mi vida vuelve a saltar por los aires.
El viento se ha levantado y la luna llena campa por el cielo. La miro y le hago un ruego mientras Volga juguetea con la hierba de una pequeña pradera. Al caminar por la cuesta del cementerio un muchacho navega el suelo con su tabla. Volga se alborota. El muchacho se sienta en el bordillo de la acera. Volga se le acerca. El muchacho le acaricia. Me emociona ese momento. He buscado a Su. No lo hemos visto. Entonces he vuelto y he mirado mi casa como se mira lo que se va a dejar atrás para siempre: un amor, una mirada, un cielo en lugar improbable o el recuerdo de una frase de Wislawa una tarde en una ciudad de Albania junto a la tapia de otro cementerio en todo semejante al que acabo de rodear, Hasta muertos los hombres necesitan estar cerca unos de otros.
Han sido pocas cosas y todas duras. Me pregunto si este mundo donde la codicia campa por sus respetos merece ser vivido. Pienso en metáforas. Las desecho.
Escucho por el teléfono la desesperación de un hombre. Es de tal magnitud que ese hombre caga negro, caga sangre, le falta el aire, no duerme y sufre una crisis de ansiedad que le lleva a desahogarse conmigo al que apenas conoce. Y esa ansiedad viene por la falta de dinero. Un hombre con una empresa y con dieciséis empleados a los que insulta, a los que desprecia porque no se dejan la vida en un negocio que no es suyo. Un hombre que se lamenta de que al final de su vida laboral se vea en semejantes estrecheces, todo a punto de derrumbarse.
Yo le contesto que mi vida ya se ha derrumbado varias veces, si fuera rico le diría que me he arruinado varias veces. Le digo que lo único importante es ser digno. Se lo digo yo que estoy a punto de quedarme sin hogar, sin mis queridas paredes, sin mi querido Volga, sin mis espacios. ¡Qué importantes son los espacios para los mamíferos!
El hombre está inconsolable.
Mi vida vuelve a saltar por los aires.
El viento se ha levantado y la luna llena campa por el cielo. La miro y le hago un ruego mientras Volga juguetea con la hierba de una pequeña pradera. Al caminar por la cuesta del cementerio un muchacho navega el suelo con su tabla. Volga se alborota. El muchacho se sienta en el bordillo de la acera. Volga se le acerca. El muchacho le acaricia. Me emociona ese momento. He buscado a Su. No lo hemos visto. Entonces he vuelto y he mirado mi casa como se mira lo que se va a dejar atrás para siempre: un amor, una mirada, un cielo en lugar improbable o el recuerdo de una frase de Wislawa una tarde en una ciudad de Albania junto a la tapia de otro cementerio en todo semejante al que acabo de rodear, Hasta muertos los hombres necesitan estar cerca unos de otros.
Vuelve Olmo Z.
Si quieres saber de él cliquea sobre el serial Colección
7h. 30m
Suena el despertador. Siento de inmediato un dolor en el centro de la frente. Me levanto. Con los primeros fríos. Noviembre es un mes hermoso. Mi nombre es Olmo. Estoy perdido. Y tengo miedo. Desde que sé que soy un perdedor (de ahí perdido). Desde que sé que no me creo. Desde que sé que tengo la capacidad de crear relatos a mi favor. Apago el despertador. Pienso: ¿Para qué me voy a levantar? Pienso: Cinco minutos más. Escucho el calentador del vecino. Pienso: ¿Me habrán intentado robar el coche otra vez?. Pienso: Cierra los ojos. Pienso: Me duele la cabeza.
8h. 30m
Mi nombre es Olmo y no voy a ser capaz.
Mi nombre es Olmo y voy a ser capaz.
Toso.
Tabaquismo.
Recuerdo los días de agosto. Ayer vi la piscina donde nadé, donde nadé tanto.
Me sigue doliendo la cabeza. Es un dolor que une el centro de la frente con el centro del estómago. Me digo frases de aliento. Abro la ventanas cuyos cristales están limpios. Los limpié hace tres días. Los limpié como símbolo.
9h 15m
Vuelvo del paseo con las manos heladas. Mi perro que se llama Volga ha corrido y ha jugado con un perro abandonado al que llamaré Su.
He subido. Quiero irme de esta casa. Me roban en esta casa. Ensueño la visión del mar. Hace demasiado que no veo el mar. No veré el mar.
9h 30m
Purgo los radiadores. Decido que no puedo estar sin calefacción. No puedo permitir que mis huesos y mis músculos se contraigan y sufran espasmos. Enciendo la calefacción y pienso: no podré pagarlo. Pienso: Soy Olmo Z. y voy a ser capaz. Luego tomo fotos de una página erótica para tratarlas de tal modo que sólo se pueda intuir el motivo. Soy Olmo Z. ¿Recuerdas?
Escucho madrigales del libro 1º de Palestrina.
10h
Llamo a mi acreedor que es el Estado. No me contestan. Debo abrirme en canal. En este mes de noviembre. No construir un relato que me favorezca. Seré incapaz de cumplir esta premisa, pienso. Seré capaz de cumplir esta premisa, pienso.
Barro la casa de la que me quiero ir.
La calefacción caldea el frío.
Miro la hora. Me digo: no más de dos horas, no más, no.
Vuelvo a llamar.
Tiemblo.
Me golpea la cabeza.
Esto no va a ser agradable.
10h 50m
Corrijo. Quisiera decir que fui a recoger las cenizas de Wislawa (si cliqueas sobre su verde nombre accederas al serial Colección donde podrás conocerme mejor y conocer algo de ella). Quisiera pensar que me emocioné. Quisiera recorrer las calles de Tirana. Pienso: me duele la cabeza. Pienso: me tomaré una pastilla contra el dolor. Pienso: iré a nadar. Pienso: los gastos del mes. Pienso: la calefacción encendida. Pienso: La belleza de los madrigales. Pienso: ¿Me están invadiendo los virus? Pienso: ¿Es demasiado? Pienso: ¿Dónde?
Suena el despertador. Siento de inmediato un dolor en el centro de la frente. Me levanto. Con los primeros fríos. Noviembre es un mes hermoso. Mi nombre es Olmo. Estoy perdido. Y tengo miedo. Desde que sé que soy un perdedor (de ahí perdido). Desde que sé que no me creo. Desde que sé que tengo la capacidad de crear relatos a mi favor. Apago el despertador. Pienso: ¿Para qué me voy a levantar? Pienso: Cinco minutos más. Escucho el calentador del vecino. Pienso: ¿Me habrán intentado robar el coche otra vez?. Pienso: Cierra los ojos. Pienso: Me duele la cabeza.
8h. 30m
Mi nombre es Olmo y no voy a ser capaz.
Mi nombre es Olmo y voy a ser capaz.
Toso.
Tabaquismo.
Recuerdo los días de agosto. Ayer vi la piscina donde nadé, donde nadé tanto.
Me sigue doliendo la cabeza. Es un dolor que une el centro de la frente con el centro del estómago. Me digo frases de aliento. Abro la ventanas cuyos cristales están limpios. Los limpié hace tres días. Los limpié como símbolo.
9h 15m
Vuelvo del paseo con las manos heladas. Mi perro que se llama Volga ha corrido y ha jugado con un perro abandonado al que llamaré Su.
He subido. Quiero irme de esta casa. Me roban en esta casa. Ensueño la visión del mar. Hace demasiado que no veo el mar. No veré el mar.
9h 30m
Purgo los radiadores. Decido que no puedo estar sin calefacción. No puedo permitir que mis huesos y mis músculos se contraigan y sufran espasmos. Enciendo la calefacción y pienso: no podré pagarlo. Pienso: Soy Olmo Z. y voy a ser capaz. Luego tomo fotos de una página erótica para tratarlas de tal modo que sólo se pueda intuir el motivo. Soy Olmo Z. ¿Recuerdas?
Escucho madrigales del libro 1º de Palestrina.
10h
Llamo a mi acreedor que es el Estado. No me contestan. Debo abrirme en canal. En este mes de noviembre. No construir un relato que me favorezca. Seré incapaz de cumplir esta premisa, pienso. Seré capaz de cumplir esta premisa, pienso.
Barro la casa de la que me quiero ir.
La calefacción caldea el frío.
Miro la hora. Me digo: no más de dos horas, no más, no.
Vuelvo a llamar.
Tiemblo.
Me golpea la cabeza.
Esto no va a ser agradable.
10h 50m
Corrijo. Quisiera decir que fui a recoger las cenizas de Wislawa (si cliqueas sobre su verde nombre accederas al serial Colección donde podrás conocerme mejor y conocer algo de ella). Quisiera pensar que me emocioné. Quisiera recorrer las calles de Tirana. Pienso: me duele la cabeza. Pienso: me tomaré una pastilla contra el dolor. Pienso: iré a nadar. Pienso: los gastos del mes. Pienso: la calefacción encendida. Pienso: La belleza de los madrigales. Pienso: ¿Me están invadiendo los virus? Pienso: ¿Es demasiado? Pienso: ¿Dónde?
Narrativa
Tags : Colección El mes de noviembre Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 05/11/2014 a las 10:22 | {2}
En tres partes -porque el blog no me coge tanto peso de una sola vez- os presento este documento sonoro realizado a finales de 1991, que forma parte de una larga conversación que mantuve con mi tata Julia y en la cual ella tuvo la amabilidad de contarme su vida para que yo pudiera novelarla como parte de mi novela Inventario.
Lo que narra es la historia de su primer pretendiente ocurrida en el año 1932.
Para seguir escuchando la segunda y la tercera parte haz un clic en Seguir Leyendo
Lo que narra es la historia de su primer pretendiente ocurrida en el año 1932.
Para seguir escuchando la segunda y la tercera parte haz un clic en Seguir Leyendo
Julia y Dioni se hacen novios parte 1.mp3 (20.54 Mb)
¿Está usted de acuerdo en que la rosa es única y exclusivamente un conjunto de moléculas?
¿Es lícito ser pobre y aún así tener derecho a vivienda, energía y alimento?
¿Se puede decir: No me avergüenzo?
¿Cabe en el vivir la inocencia?
¿Deberíamos someternos, mostrar la cerviz, no alterarnos por el tajo?
¿Podrá la cama servir para tanto?
¿Puedo tomarle la mano?
¿Puede sonreírle con tristeza?
¿Responder al saludo de una niña levantando una mano servirá para algo?
¿Es arbitraria esta escala de complejidad hacia la vida: átomos → moléculas → biomonómeros → macromoléculas → complejos poliméricos → redes metabólicas → células?
¿Hay en la escarcha presagio?
¿El puesto de verduras anima al blastocisto y es por eso que la mujer, además de lo pensado, toma un gran manojo de salvia?
¿Os besaréis mañana?
¿Está mañana esperando?
¿Descenderán las aguas del torrente hasta el punto justo?
¿Lo determinado y lo contingente realmente se oponen?
¿Os abrazáis?
¿Domesticarán las grandes potencias el azar? ¿Definitivamente?
¿Ese pie, denso como el mundo, tiene algo que decir?
¿No es igualmente igual que haya como que no haya más vida en el universo?
¿Por qué explicarse y comprenderse se pelean tanto?
¿El relojero ciego de Richard Dawkins?
¿Llegaba la caricia y huía el alba?
¿Llegaba el temblor y se acercaba la sangre?
¿Y si el fin?
¿Y la almohada?
¿Las tos nerviosa liberó sus alvéolos?
¿Sólo vela?
¿Juegas al juego de las dos listas?
¿Está viva una manzana que cuelga del árbol? ¿Sigue viva cuando cae?
¿Consideramos algunas otras implicaciones?
¿Fue tan feliz aquel momento?
¿Y éste qué cualidad tiene?
¿Dejaste la llave a propósito?
¿Alabarás, tomándosela, la cana?
¿Escucharéis in memoriam conditor alme siderum de Tomas Luis de Victoria?
¿A cuatro voces?
Bienvenidos al Simposio para más tarde.
¿Es lícito ser pobre y aún así tener derecho a vivienda, energía y alimento?
¿Se puede decir: No me avergüenzo?
¿Cabe en el vivir la inocencia?
¿Deberíamos someternos, mostrar la cerviz, no alterarnos por el tajo?
¿Podrá la cama servir para tanto?
¿Puedo tomarle la mano?
¿Puede sonreírle con tristeza?
¿Responder al saludo de una niña levantando una mano servirá para algo?
¿Es arbitraria esta escala de complejidad hacia la vida: átomos → moléculas → biomonómeros → macromoléculas → complejos poliméricos → redes metabólicas → células?
¿Hay en la escarcha presagio?
¿El puesto de verduras anima al blastocisto y es por eso que la mujer, además de lo pensado, toma un gran manojo de salvia?
¿Os besaréis mañana?
¿Está mañana esperando?
¿Descenderán las aguas del torrente hasta el punto justo?
¿Lo determinado y lo contingente realmente se oponen?
¿Os abrazáis?
¿Domesticarán las grandes potencias el azar? ¿Definitivamente?
¿Ese pie, denso como el mundo, tiene algo que decir?
¿No es igualmente igual que haya como que no haya más vida en el universo?
¿Por qué explicarse y comprenderse se pelean tanto?
¿El relojero ciego de Richard Dawkins?
¿Llegaba la caricia y huía el alba?
¿Llegaba el temblor y se acercaba la sangre?
¿Y si el fin?
¿Y la almohada?
¿Las tos nerviosa liberó sus alvéolos?
¿Sólo vela?
¿Juegas al juego de las dos listas?
¿Está viva una manzana que cuelga del árbol? ¿Sigue viva cuando cae?
¿Consideramos algunas otras implicaciones?
¿Fue tan feliz aquel momento?
¿Y éste qué cualidad tiene?
¿Dejaste la llave a propósito?
¿Alabarás, tomándosela, la cana?
¿Escucharéis in memoriam conditor alme siderum de Tomas Luis de Victoria?
¿A cuatro voces?
Bienvenidos al Simposio para más tarde.
Se pregunta Plutarco si es lícito hablar de filosofía estando borracho en sus Charlas de sobremesa. Se pregunta él si es lícito vivir sin estar drogado. Y también se pregunta, ¿Quién él? y ¿quién Plutarco? Él sabe que ha llegado tarde. Podría buscar muchos nombres, podría encontrar historias parecidas en otras personas, en otras épocas, en otras situaciones (a lo mejor lo hace para cumplir la premisa del Tag, ¿qué es tag? ¿por qué escribe tag? La noche lo abruma en una sinrazón que lo mantiene vivo y muerto y cuando ha salido por la tarde y se ha ido caminando hacia el fin del mundo, sentía la decisión, el terror, la hambruna) Bermudo el Gotoso por ejemplo que peleó en litera contra los Moros o Cleantes que fue philósopho stoico discípulo de Zenón y sucesor de su doctrina. Fue tan pobre que para poder estudiar trabajaba de noche sacando agua de un poço y por no tener en que escrevir la dotrina de su maestro, la escrivía en huesos de vaca y en tejas. Púdose decir de cleo, celebro... y podría morir esta misma noche, por la sensación de estúpido que tiene, por las manchas en sus alma, máculas, máculas, por la certeza de que todo lo que le pase se lo tiene merecido, por la falta de certeza, por la ausencia de convicción, por el tumulto de ratas en su hígado, por la calma en sus uñas, por la ausencia de artritis en sus dedos y quisiera volver a Roma y postrarse ante Clelia Virgen romana y noble. La qual siendo dada en rehenes junto con otras vírgenes a Porsena, rey de los Etruscos, aviendo engañado las guardas y subiendo en un cavallo, pasó el Tybre y volvió a Roma, capitaneando las demás que estavan detenidas con ella. Porsena, encendido en ira embió embajadores para que restituyesen a Clelia, donde no, daría las treguas por rompidas, y si la embiaban, daba su palabra de volverla a los suyos sin que reçibiese ningún agravio. Finalmente restituyéndosela, la volvió a embiar con mucha honra, haciéndole particulares merçedes. Y ansí hechas paces entre el pueblo romano y Porsena, le pusieron una estatua eqüestre en la vía Sacra como lo escribe Tito Livio, lib. 1 et 2 de la primera Decada, Valerio Máximo, lib 3, cap. 2. ¡Volver a Roma! exclama tras abrir las puertas de la terraza y encaramarse a sus propias barbas sin más esperanza, sin más fuerza, sin el entusiasmo propio de quien confía y más tarde se mesará los cabellos, se arrancará la camisa, escuchará por si acaso a Chopin, se diluirá en gérmenes, se agotará con la mano, se detendrá ante la estrella, se preguntará de nuevo, no se dará respuesta y buscará como un enfermo la historia de Flavio Claudio.
... irritado de esto, Trajano envió a una persona que atara un áncora al cuello de Clemente y lo echase a lo profundo del mar. Y puesto en ejecución, otro día amaneció encima de la mar una capillita de mármol y dentro una arca de piedra donde estaba puesto el cuerpo del mártir y cerca de él, el áncora con que fue echado. El mar se retiró tres millas con lo que pudieron los fieles reverenciar su cuerpo.
Es Ificlo hijo de Amphitrión y Alcmena, naçido de un mismo parto con Hércules. El qual sintiendo las culebras que Iuno había arrojado para que matasen a Hércules por el odio que como madrastra le tenía, empeço a dar gritos y arrojándose de la cuna despertó a sus padres, los quales levantándose hallaron a Hércules con dos de ellas en las manos que las estava ahogando. Es Ificlo ignorado ante las proezas de su hermano. Hoy, en el camino largo, se ha sentido entre barrotes, con la soga al cuello, sin más salida que dejarse caer para por fin balancearse sin voluntad.
... irritado de esto, Trajano envió a una persona que atara un áncora al cuello de Clemente y lo echase a lo profundo del mar. Y puesto en ejecución, otro día amaneció encima de la mar una capillita de mármol y dentro una arca de piedra donde estaba puesto el cuerpo del mártir y cerca de él, el áncora con que fue echado. El mar se retiró tres millas con lo que pudieron los fieles reverenciar su cuerpo.
Es Ificlo hijo de Amphitrión y Alcmena, naçido de un mismo parto con Hércules. El qual sintiendo las culebras que Iuno había arrojado para que matasen a Hércules por el odio que como madrastra le tenía, empeço a dar gritos y arrojándose de la cuna despertó a sus padres, los quales levantándose hallaron a Hércules con dos de ellas en las manos que las estava ahogando. Es Ificlo ignorado ante las proezas de su hermano. Hoy, en el camino largo, se ha sentido entre barrotes, con la soga al cuello, sin más salida que dejarse caer para por fin balancearse sin voluntad.
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Narrativa
Tags : Colección El mes de noviembre Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 05/11/2014 a las 19:57 | {0}