Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

1.- Descorazonamiento. España es un país trumpista (imagino que el Oxford English Dictionary ya habrá incluido la acepción en su última edición). Yo por decirlo con cortesía: me cago en los machos y machas de la Asamblea de la Real Federación Española de Fútbol.

2.- Luis Rubiales, su presidente, es un gañán. ¿Cómo es posible que un gañán represente un país como España? Sólo si España es un país gañán. España es canalla y es gañán.

3.- Paradojas: ¿Quién tiene más aspecto de árabe en todo el arco político español que Santiago Abascal el presidente del partido más fascista de esta España gañán?

4.- Cuando escucho la palabra feminismo es boca de estos machos me entran unas ganas irresistibles de emascular.

5.- ¡Qué verano tan atroz! El mundo se está volviendo irrespirable, la irresponsabilidad de los responsables de la responsabilidad me dan arcadas y temor. ¿En manos de quién estamos?

6.- Las aguas mediocres volverán a su cauce. El entrenador de la selección nacional masculina de fútbol, con gafas de marca, con la seriedad de los oficiales de escalafón medio, aplaude a su presidente machista, fascista, gañán sin mover un músculo de su cara. Merdre!

7.- ¡Oh, dónde estáis mujeres! Cuándo, cuándo...

8.- Es cierto que todo empuje genera una resistencia equivalente. No estaría mal que en este mundo que está a punto de saltar por los aires, en el que nos vamos a asar vivos; en este mundo en el que los poderosos siguen enriqueciéndose con la carne, la sangre y los huesos de las mayorías; estaría bien digo, Merdre! estaría bien que alguna vez venciera la justicia, no la ley sino la Justicia, Justicia, ¡Hostias!, Justicia.

9.- Sueño campos de educación sentimental en los que sean recluidos todos estos canallas que hablan de feminismo como si supieran siquiera lo que podría llegar a significar e imagino que desde por la mañana se les vistiera con faldas, se les llamara Luisa Rubiales -por ejemplo- y a lo largo de todo el día se les estuviera acosando, tocando, menospreciando, ninguneando, acusándolas de mentirosas, de víctimas, de histéricas. Así un día y otro día, un año y otro año, una generación y otra generación...

10.- Los movimientos de liberación son necesarios. El feminismo como tal lo es. Es el siglo XIX el que genera toda una literatura en el que la carne, la muerte y el diablo se relacionan con el sexo femenino. ¡Merdre el siglo XIX (curiosamente tan querido por la burguesía)!

11.- Merdre! Merdre! Merdre! Venez père Ubu! Sauvez-nous!
 

Ensayo

Tags : Biopolítica Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 26/08/2023 a las 12:13 | Comentarios {0}



Hija mía, los días se hacen tan largos. Desde lo más profundo del bosque te deseo una vida buena, una fuente siempre cerca, la caricia; hija mía estoy descalzo y me sangran los pies pero todo lo doy por bueno; las moras van a reventar, las nubes van poblando el cielo; hija mía bienaventurada, rincón de mi corazón, pedacito de esmeralda, no pases frío ni dejes que el sol queme tu piel y si vas a la mar, ten cuidado con la piel de los erizos y con los arrebatos de las aguas; hija mía, recuerdos de una traición me asoman algunas noches y todas las mañanas al levantarme pero yo sé que no es cierta, yo sé que no puede ser cierta, yo sé que estoy equivocado; hija mía de mis entrañas, mitad de mi corazón, azogue en el que mirarme, futuro en la semejanza, esperanza de contemplación cuida de tus amores, cuida de los licores, camina erguida, mira de frente y si en el camino ves a un vagabundo tocar la zanfonia dale de mi parte una limosna. Te quiere tu padre, el que te quiso, el que te quiere en esta tarde de agosto, el que espera quererte siempre, siempre, siempre...
 

Cuento

Tags : Cuentecillos Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/08/2023 a las 18:55 | Comentarios {0}



Vuelve a mirar las hierbas que ha arrancado. Se queda con ellas en la mano. Esa misma tarde corre el riesgo de matarse y termina con una mano magullada. El sol ya no pega tan fuerte. La tristeza se mantiene infinita.

Sueña con el amigo que tiene cáncer. Le llama de madrugada. El tiempo corre suyo en los sueños. Todo lo que aparenta ser se esconde. Se muere mientras calienta un arroz blanco.

El páncreas debe de ser. No llegarán las lluvias aunque las baile. Siente que la vida se le escapa. Siente que las horas le dicen algo. Balada de la muerte cantada en alto.

El murmullo del tren. Su tío carnal reposa en el féretro. No lo verá muerto. Era la juventud un afán. Era llegar un destino.

Ahora vuelve. Sabe que hoy caminar le dará miedo. Volverá su imagen a dejarle herido como aún le hiere no haberle honrado.

No era verano. No es invierno. No será en el otoño. No crecería en primavera. No hay estación  para esta espera.
 

Ensayo poético

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 15/08/2023 a las 17:31 | Comentarios {0}



     ...si somos lenguaje, emoción y memoria... ¿qué hará? Hay mañanas en las que basta una brizna de brisa a destiempo para que la ausencia de memoria le produzca congoja. Deduce racionalmente: si no hay vida compartida, si no hay recuerdos, si no hay memoria, falta un tercio de la vida...

     ¿Cuál de las nueve hijas huirá primero? ¿Era Juana Inés de la Cruz la décima musa? ¿Así la llamaron? Cuál de ellas.

     Si no hay memoria no puede haber olvido. Si no hay memoria no puede haber emoción. Si no hay memoria no puede haber lenguaje para lo que se ignora. Sólo se puede decir lo que se puede decir. Ya nunca sabrá lo que te ocurrió un veintiséis de marzo de 2022. No hay memoria. No hija Musa que acuda a él y con ese recuerdo le inspire un cuadro, un verso, un canto. 

     No quiere ir a los libros de consulta y recordar el nombre y el arte de cada una de las nueve. Puede olvidarlos porque tiene memoria de ellos y así, si quisiera recordar, no tendría más que acudir a los grandes baúles de la memoria y buscar en el lugar correspondiente. ¿Pero lo que se ignora? ¿Dónde se busca? Olvido de ti sí, mas no ignorancia tuya escribió Cernuda y también escribió en otro poema, uno de los primeros poemas que cayeron en sus manos adolescentes y provocaron escalofríos y admiración, Donde habite el olvido/ en los vastos jardines sin aurora;/ donde yo sólo sea/ memoria de una piedra sepultada entre ortigas/ sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. ¡Si todo fuera olvido, la memoria podría ser recuperada! ¡Acudiría él a un hipnotizador o al más cruel de los psicoanalistas porque sabría que de su mano viajaría hasta el lugar donde mora el olvido y de entre sus raíces, en esa tierra dura como el pedernal, donde está arraigada la desmemoria arrancaría los recuerdos, por ejemplo aquel de un veintiséis de marzo de 2022! La ignorancia, en cambio, es el páramo de la memoria; en ella ni el más diestro zahorí podría encontrar el manantial oculto de los recuerdos; la ignorancia es una lobotomía radical.

     Porque lo ignora todo de ti, porque le dejaste sin recuerdos y por lo tanto sin la posibilidad del olvido, Las Musas no acuden en su ayuda, no llegan hasta esas simas y recuperan para él ese veintiséis de marzo de 2022; en esa fecha como en tantas otras -tú bien lo sabes- tan sólo hay la negrura de lo anterior al nacimiento, un dormir sin soñar, la muerte pura.
 

Ensayo poético

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 12/08/2023 a las 18:01 | Comentarios {0}



Llevo varios días con una frase en la cabeza: Amo Normandie. Y tras escucharla me dice la cabeza, la misma que ha pensado la frase anterior, la misma que la volverá a pensar en un rato, Tú no conoces Normandie, apenas sabes nada de Normandie. Y es cierto tanto como que la amo. Yo he estado en Normandie. He viajado en tren y atravesé Normandie. He pasado unos días en Caen, la reconstruida Caen, y muchos años antes, muchos, muchos años antes, escribí una versión teatral de la novela de Joseph Roth La leyenda del Santo Bebedor en la que aparece como protagonista y protectora del borracho Santa Teresita de Lisieux. Mi amiga Caroline Lahougue, normanda y una de las primeras mujeres a las que amé, me señaló la basílica de Lisieux cuando viajábamos en tren de Paris a Caen (esa historia está recogida en un cuento -dividido en 8 capítulos- que puedes leer en este mismo blog llamado El Viaje -basta que cliquees sobre el nombre para que te lleve a él-). ¡Claro que quiero a La Normandie por Caroline pero también la quiero por Flaubert, por Monet, por Proust o por Prévert y su casa de Omonville-La- Petite! Amo Normandie por su belleza y su dureza, la imaginaria, la que yo he soñado, por la verdura de sus bosques, por sus brumas matinales cuando el otoño acorta la luz y la humedad se adueña de todos; amo Normandie porque desde su suelo, ¡Oh, Omaha!, desde su dolor, desde su previa destrucción, se pudo vencer a las hordas de la Wehrmacht; amo Normandie por el heroísmo del Dia D, aquel 6 de junio de 1944,  que aún hoy debería resonar en los oídos de aquellos que han olvidado lo que aquel sacrificio, aquel esfuerzo, aquel sufrimiento perseguía; amo Normandie porque hay grupos de normandos que siguen luchando por la libertad y el derecho de los desheredados de la tierra y no sólo luchan con el ineficaz lamento o el discurso escrito sino que luchan en primera fila, hombro con hombro, junto a los migrantes a los que les dan no sólo alimento y cobijo sino también defensa ante la ley; amo Normandie, la que yo imagino, sí, pero que, no sé por qué extraño orden del mundo, creo que no debe de ser muy distinta de la real.
 

Ensayo poético

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 11/08/2023 a las 18:19 | Comentarios {0}


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