Recitábamos a coro los tiempos del verbo. Traqueteaba la diligencia de firme. Al fin una aldeana vieja que llevaba una cesta sobre el balda, halló acomodo reclinando la cabeza sobre mi hombro. Cruzándole el pecho con adornos de metal o piques de navaja. Ya llegaba el pipero: - Muy buenos días tengan ustedes... ¿qué les pongo?. – Pues cacahués. No es extraño que después de un perrito caliente alguien pida una vaca verde –combinación de leche y pipermín-. Menudo pájaro. Perillán, que es usted un perillán. Aceptan profesores de francés porque llevan perilla. La primera lectura de la última dominica de adviento es una perícope del profesor Miqueas, que vio siempre el mismo llanto de niños en los que la muerte se ceba, el mismo linaje perdido, separado del mundo, que nace, que vive, que muere encerrado en la campiña mezquina de unos lóbregos valles. Su posesión fue disputada sucesivamente por egipcios, hititas, micénicos, fenicios, asirios y griegos.
Cubierta de nieve y entre una nevazón lenta pero persistente, avanzaba la tartana grande de doña Carmen; Willi, que es cuarto y mitad de hombre y el resto de neutro, intentaba poner de moda un baile, el ragueing. - ¡A ese ya no le echas la garfa! Pero volvieron a tropezarse. Se abrazaron entre acometidas feroces, escondidos en matorrales, como amantes salvajes; chocan los cuernos, se cruzan las garcetas, cargan todo el poder de la vaca con su corona de candiles, forcejean macho y macho, las bocas abiertas, jadeantes.
El mirlo, al ver el oro, se puso a silbar una marcha solemne que marcaba los graves pasos o el golpe mismo de los remos; no sentía más que los golpes, pesados también, de su corazón. - ¿Y si le doy un golpe en la cabeza?, me dijo. Y sopesé el candil. Parecía de oro macizo. Se santiguará y se dará golpes de pecho al par que el Celebrante. Entonces la tabernera empuña la faltriquera. La Vitora manipulaba en la cocina y el fogón y había sobre el hornillo una cazuela de aluminio que humeaba y ella colocó sobre el hornillo grande otra cazuela.
Cubierta de nieve y entre una nevazón lenta pero persistente, avanzaba la tartana grande de doña Carmen; Willi, que es cuarto y mitad de hombre y el resto de neutro, intentaba poner de moda un baile, el ragueing. - ¡A ese ya no le echas la garfa! Pero volvieron a tropezarse. Se abrazaron entre acometidas feroces, escondidos en matorrales, como amantes salvajes; chocan los cuernos, se cruzan las garcetas, cargan todo el poder de la vaca con su corona de candiles, forcejean macho y macho, las bocas abiertas, jadeantes.
El mirlo, al ver el oro, se puso a silbar una marcha solemne que marcaba los graves pasos o el golpe mismo de los remos; no sentía más que los golpes, pesados también, de su corazón. - ¿Y si le doy un golpe en la cabeza?, me dijo. Y sopesé el candil. Parecía de oro macizo. Se santiguará y se dará golpes de pecho al par que el Celebrante. Entonces la tabernera empuña la faltriquera. La Vitora manipulaba en la cocina y el fogón y había sobre el hornillo una cazuela de aluminio que humeaba y ella colocó sobre el hornillo grande otra cazuela.
Son extraños los caminos para llegar a la creación.
¿Cómo se ejercita la mente?
Hay que dejarla que se sienta como ella ha de sentirse para que al final eso que algunos llaman inspiración llegue. La inspiración sin embargo no es como el tomar aire. La inspiración conlleva un dejarse ser y si en ese dejarse ser se incluye la lucha por no dejarse ser hay que aceptarlo, acatar la orden y luchar contra uno mismo a sabiendas de que es una lucha artificial, pura tramoya la cual sin embargo nos llevará a la verdad y entonces sí, entonces la inspiración toma vuelo y las letras o los colores o los volúmenes o las notas o el paso planean por una mente que ya sólo sirve para ejecutar, de forma ordenada, las ideas.
¿Cómo se ejercita la mente?
Hay que dejarla que se sienta como ella ha de sentirse para que al final eso que algunos llaman inspiración llegue. La inspiración sin embargo no es como el tomar aire. La inspiración conlleva un dejarse ser y si en ese dejarse ser se incluye la lucha por no dejarse ser hay que aceptarlo, acatar la orden y luchar contra uno mismo a sabiendas de que es una lucha artificial, pura tramoya la cual sin embargo nos llevará a la verdad y entonces sí, entonces la inspiración toma vuelo y las letras o los colores o los volúmenes o las notas o el paso planean por una mente que ya sólo sirve para ejecutar, de forma ordenada, las ideas.
Guión
Tags : Archivo 2008 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 27/10/2008 a las 11:59 | {0}
Esta imagen (por fin la imagen ha sido mostrada y puedo dedicarme tras los tecnicismos a escribir lo que quiero con respecto a este día tan particular o tan artificial aunque sepamos que todos los días, en cuanto medición de tiempo son artificiales. Uno de los descubrimientos más interesantes de los hombres es el de la medición del tiempo. Recomiendo el libro de Daniel J. Boorstin Los Descubridores en dos tomos de la Editorial Mondadori para ir sorprendiéndose con los esfuerzos humanos por dominar a base de mediciones todo lo habido y por haber. En fin eso será objeto de otro comentario) la conseguí a partir de un vídeo que hice en la navidad de hace unos años. Estaba jugueteando en el programa de montaje del ordenador -que es a los programas de montaje como el maletín de la señorita Pepis al maquillaje (aunque ya casi nadie recordará lo que es eso del maletín de la señorita Pepis, cosas de la edad)- cuando congelé un fundido y surgió este gesto en la cara de mi tía Isabel ¿Qué hay en este gesto y en estos tonos difuminados de gris y sepia? Algo y melancolía, exactamente lo mismo que me produce este día, el último sábado de octubre cuando sabemos que cuando entre la madrugada nuestros relojes serán retrasados una hora y mañana domingo la noche llegará antes, la tarde se hará más corta y eso marcará de forma brutal e impuesta la entrada en las fauces del tiempo frío.
Diario
Tags : Archivo 2008 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 25/10/2008 a las 18:30 | {0}
octubre/93
Un aroma a rosas y a mamá muerta
una visión fugaz de flor marchita
el tacto del limón allá en la huerta
la forma de tu boca escrita;
un rumor roto, un reguero
de cirros en comandita,
la sonrisa forzada de un enero
ante la pálida faz de la proscrita;
un alud de dedos, una oferta
generosa de tientos y milagros,
la calma de la tarde en un cigarro,
la copa del árbol descubierta;
¡remotos signos de musgo y caracola,
astral sensación de abrevadero,
una cruz, un puñal y un cenicero!
Un aroma a rosas y a mamá muerta
una visión fugaz de flor marchita
el tacto del limón allá en la huerta
la forma de tu boca escrita;
un rumor roto, un reguero
de cirros en comandita,
la sonrisa forzada de un enero
ante la pálida faz de la proscrita;
un alud de dedos, una oferta
generosa de tientos y milagros,
la calma de la tarde en un cigarro,
la copa del árbol descubierta;
¡remotos signos de musgo y caracola,
astral sensación de abrevadero,
una cruz, un puñal y un cenicero!
Poesía
Tags : Archivo 2008 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 24/10/2008 a las 20:39 | {0}
22 08 2002
En el Musée de l'Armée ha habido un aviso de bomba y todo el público ha sido desalojado.
Una mujer a mi lado me lo cuenta sentados en esta brasserie. Ha creído que soy francés. La mujer que va con su marido, militar sin uniforme, está verdaderamente asustada. La psicosis.
El Musée Rodin en la rue Varennes 77 es de cuento infantil. Y lo constato de nuevo: París es con nubes ¡qué hermosos árboles casi otoñales!
Siempre son sinuosas las ideas en Rodin y Claudel (por supuesto). Hermoso palacio y un par de esculturas: el busto de Jean d'Auteil y uno de los Burgueses de Calais que te miran cuando las miras.
Estoy cansado y me duele la espalda. Creo que tras tomarme un té en la pagoda-cinematógrafo de la rue Babylonne 57 me iré ya para Les Vallées. Beberé un té yelong oolang con ginseng. Su color será anaranjado. Muy suave. La tetera será de hierro y originaria de Indonesia o Vietnam.
23.08.2002
No lo sientas con amargura. Tienes que ser claro. Tienes que dejar al tiempo. No te amaron. Te parece cierto. No lo sientas con amargura. Y si alguna vez te lanzas a la rabia y la rabia se lanza contra ti recuerda los gestos y los nombres de los que te aman. Amar es cuestión de espíritu (o de lo inmaterial/hormonal. Contradicciones hay por doquier. Cómo no en el cuerpo)
Existe Lulú en el Palacio de Festivales.
Al menos la riqueza te permite elegir el lugar donde descansarás para siempre (?)
Le dijiste a una mujer, Me gustas y no te volvió a hablar.
No desees lo que no vas a alcanzar. En cuanto sepas que no lo vas a alcanzar (y eso se sabe, te lo aseguro) lucha contra ese deseo que de elixir pasa a convertirse en tósigo por extraños caminos de la química.
Por mucho que te digan, por mucho que aparente un cambio, cuídate mucho de volver al lugar donde has sufrido.
Todos lo sabemos todo (?) pero al final quien tiene que resolver tus asuntos eres tú con lo que tú sabes.
¿Has visto el rayo? ¿Has sentido el fuerte viento en la piel? ¿Has oído el bramido del trueno? ¿Has olido la fragancia de lo verde húmedo? ¿Has gustado el vaso de caldo?
Ahora que vas a emprender un viaje, disfruta del trayecto. Llegar es lo de menos (aires de Homero) Llegar es lo de menos. Así lo crees. Aunque el deseo de llegar consiga tantas veces abrumar el camino.
En la habitación la vida aparece menos.
Dejando a Wittgenstein en su Cuaderno Azul
No llegaré a ningún cálculo infinitesimal.
Me arden las arterias
En la música el descalabro era absoluto.
Absuélvanse las anginas.
Margaritas para la eternidad se apagaron y luego ¡Fantasmas, ahuyentad los fantasmas! Te ahogas Te quedas petrificado en la pesquisa y luego Dadme, mas dijiste, dadme más y el mar siguió y luego Oh, cómo se escribe un gemido Cómo se escribe la dejadez tras la noche Cómo se escribe el elemento de este luego Cómo mereceremos las setas Cómo navegaremos si no tienes barco Cómo madrugarás si no tienes mañanas Cómo hablarás si te faltan letras Oh (muda la h lo dice todo) O no (¡noh!) La Caída en el diccionario es mucho más brutal
Transitar con calma por estos días
Ataúd, ¡qué bonito sonido!
Evocación para acabar con el pesimismo.
En el Musée de l'Armée ha habido un aviso de bomba y todo el público ha sido desalojado.
Una mujer a mi lado me lo cuenta sentados en esta brasserie. Ha creído que soy francés. La mujer que va con su marido, militar sin uniforme, está verdaderamente asustada. La psicosis.
El Musée Rodin en la rue Varennes 77 es de cuento infantil. Y lo constato de nuevo: París es con nubes ¡qué hermosos árboles casi otoñales!
Siempre son sinuosas las ideas en Rodin y Claudel (por supuesto). Hermoso palacio y un par de esculturas: el busto de Jean d'Auteil y uno de los Burgueses de Calais que te miran cuando las miras.
Estoy cansado y me duele la espalda. Creo que tras tomarme un té en la pagoda-cinematógrafo de la rue Babylonne 57 me iré ya para Les Vallées. Beberé un té yelong oolang con ginseng. Su color será anaranjado. Muy suave. La tetera será de hierro y originaria de Indonesia o Vietnam.
23.08.2002
No lo sientas con amargura. Tienes que ser claro. Tienes que dejar al tiempo. No te amaron. Te parece cierto. No lo sientas con amargura. Y si alguna vez te lanzas a la rabia y la rabia se lanza contra ti recuerda los gestos y los nombres de los que te aman. Amar es cuestión de espíritu (o de lo inmaterial/hormonal. Contradicciones hay por doquier. Cómo no en el cuerpo)
Existe Lulú en el Palacio de Festivales.
Al menos la riqueza te permite elegir el lugar donde descansarás para siempre (?)
Le dijiste a una mujer, Me gustas y no te volvió a hablar.
No desees lo que no vas a alcanzar. En cuanto sepas que no lo vas a alcanzar (y eso se sabe, te lo aseguro) lucha contra ese deseo que de elixir pasa a convertirse en tósigo por extraños caminos de la química.
Por mucho que te digan, por mucho que aparente un cambio, cuídate mucho de volver al lugar donde has sufrido.
Todos lo sabemos todo (?) pero al final quien tiene que resolver tus asuntos eres tú con lo que tú sabes.
¿Has visto el rayo? ¿Has sentido el fuerte viento en la piel? ¿Has oído el bramido del trueno? ¿Has olido la fragancia de lo verde húmedo? ¿Has gustado el vaso de caldo?
Ahora que vas a emprender un viaje, disfruta del trayecto. Llegar es lo de menos (aires de Homero) Llegar es lo de menos. Así lo crees. Aunque el deseo de llegar consiga tantas veces abrumar el camino.
En la habitación la vida aparece menos.
Dejando a Wittgenstein en su Cuaderno Azul
No llegaré a ningún cálculo infinitesimal.
Me arden las arterias
En la música el descalabro era absoluto.
Absuélvanse las anginas.
Margaritas para la eternidad se apagaron y luego ¡Fantasmas, ahuyentad los fantasmas! Te ahogas Te quedas petrificado en la pesquisa y luego Dadme, mas dijiste, dadme más y el mar siguió y luego Oh, cómo se escribe un gemido Cómo se escribe la dejadez tras la noche Cómo se escribe el elemento de este luego Cómo mereceremos las setas Cómo navegaremos si no tienes barco Cómo madrugarás si no tienes mañanas Cómo hablarás si te faltan letras Oh (muda la h lo dice todo) O no (¡noh!) La Caída en el diccionario es mucho más brutal
Transitar con calma por estos días
Ataúd, ¡qué bonito sonido!
Evocación para acabar con el pesimismo.
Ensayo
Tags : Cuaderno de Paris Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 23/10/2008 a las 20:43 | {0}
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Tags : Archivo 2008 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 28/10/2008 a las 15:10 | {0}