Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Disquisiciones de S. que Isaac Alexander reproduce tras su lectura de Abaddón el exterminador más algunos pensamientos del propio Alexander.


Club night de Georges Bellowz 1907
Club night de Georges Bellowz 1907
1.- El Profesor me desveló este secreto fundamental: el Antiguo Testamento no es la palabra divina […] Hay tan sólo una parte de verdad que se refiere a las etapas de la Creación. El resto es obra de Satanás. Jehová –o Dios- y Satanás son el mismo ser.
 
2.- También el Profesor dijo: […] este juego le ha sido posible a Satanás a partir del instante en que fue arrojado de la región celestial para convertirse en Dios de la Tierra. Tierra que viene gobernando por medio de nuestras pasiones, de nuestro egoísmo y de nuestra ignorancia.
 
3.- También el Profesor nos cuenta: Ahora verán lo que sucedió con la ganadería. Abel representaba el ángel custodio de la ganadería, así como Caín lo era de la agricultura. Jehová, es decir Dios, es decir Satanás, inspiró a Caín el asesinato de su hermano para que eliminada la custodia del ganado, éste sería fácil víctima de la matanza para consumo del hombre (hasta ese momento la carne animal sólo se utilizaba para ofrenda o sacrificio (sacer facere: hacer sagrado) al Divino Padre [el Verdadero]). Con este acto se anulaba la alimentación vegetal, instituida por el Divino Padre, sustituyéndola por los productos de la matanza.
 
4.- Confirma el Profesor: De modo que Caín viene a ser el protocarnicero. Sin él no existiría el negocio de las carnicerías. Y continúa el Profesor: El cambio –recordemos que promovido por Jehová que es Dios que es Satanás- tenía por objeto neutralizar el Plan Divino porque la alimentación vegetariana es conservadora de la salud y además favorece la espiritualización de la humanidad. La alimentación animal o cadavérica acarrea enfermedades, acorta la vida, embrutece la conciencia, embota los sentidos, fomenta las pasiones, acrecienta el egoísmo. Además de constituir un producto inmoral ya que todo lo que atenta contra la vida de un ser es una inmoralidad, un crimen.
 
5.- Me aparto de las teorías acerca de los dioses y sus impostores. Dejo a S. en su ceguera y en su terror. Y me regocijo con las heterodoxias del Profesor. Hay muchos terrores, me digo. Uno de ellos y no el menor es si hay que amar la vida para vivir; si hay que tener curiosidad por la vida para escribir (o para representarla de cualquier otra manera). O si tan sólo bastan la contemplación y las pequeñas acciones de cada uno para adquirir –eso sí desde la atención- una idea general sobre el vivir que valga tanto como la del mayor adorador de la misma.
 
6.- También digo: no creo que la democracia burguesa sea la mejor de las formas de convivencia; es más creo que la democracia burguesa es una de las formas más aviesas que los hombres –regidos, no se nos olvide, por la mente poderosa de Jehová/Satanás- se han dado para sentirse relativamente seres. Tras la Ilustración –y habría mucho que criticar de la Ilustración- hubo una Contrailustración burguesa que convirtió el siglo XIX en uno de los siglos más viriles y, por lo tanto, más reaccionarios de la historia de los hombres. La democracia burguesa es la victoria de los mediocres y éstos están invadidos por el egoísmo burgués del siglo XIX. Y no se nos olvide: egoísmo es antes yo que cualquiera otra cosa.
 
7.- Las mayorías son mediocres.

8.- Por lo tanto yo defiendo un sistema de gobierno que tuviera como máximos representantes a personas popperianas, con conocimientos de derecho natural, su miajita de sensibilidad, su mucho de cultura general, vegetarianos, laicos a más no poder, educados y llamados a formar a sus sucesores en un plazo no mayor a dos años (uno si insultaran a cualquiera). Estos seres podrían volver a la cosa pública –si fueran excepcionales- tras quince años formando a nuevas personas que pudieran desempeñar con honor los asuntos públicos.
 
9.- El epígrafe 8 es un boceto que necesita mejora y pide participación.
 
10.- Hoy es el día de la mujer. No debería haber día de la mujer. La mujer es todos los días como el hombre. Hacer un día para la mujer significa seguir considerando que han de ser protegidas etc… (me aburre escribir lo obvio)
 
11.- Termino estas bocanadas de aire fresco volviendo al Profesor, el cual explica que Cristo es una de las jerarquías espirituales que asistían al Divino Padre (el Verdadero). Los medios de los que se valió Satanás para convertir al pueblo hebreo en su esclavo (a cambio de riqueza y protección) determinó al Padre Celestial a enviar a Cristo a la Tierra, corporizado en Jesús (de ahí el nombre Jesús-Cristo) para emancipar a ese pueblo de tan terrible tutelaje si bien los beneficios se extenderían a toda la humanidad.
 
12.- Hoy sabemos que Jesús-Cristo fracasó.
 
13.- Me dice Angelie, Fracasó de momento, mi amol.

Miscelánea

Tags : Sobre las creencias ¿De Isaac Alexander? Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 08/03/2015 a las 18:12 | Comentarios {0}


Blu: Te digo y no me escuchas. Te lo digo del derecho y de revés. Y no me escuchas. No me escuchas. Si me hubieras visto. Si al menos me hubieras visto, hundida, los cabellos flotando...

Caf: Cabellos, dices. Antes hubieras dicho pelos. Antes hubieras dicho: los pelos flotando.

Blu: No tiene gracia. No es nada cómodo decir cabellos. Parece fácil y no lo es. Tienes que coger aire. Mucho aire. Y ser consciente del velo del paladar. Pero, tú, ¿qué sabes? ¿qué has sabido nunca? ¿cuándo te ha interesado a ti...?

Caf: ...siempre me interesó la gruta de enfrente y la gata del vecino, la gata verde no la gata negra; esa gata, siempre, siempre he pensado: gata verde frita mala es de guardar; también me interesa la baba sobre todas las densa que se arrima a la comisura de los labios...

Blu: Lo oirás aunque no quieras. Me escucharás. Me había ido a la cama. Y creo que me desmayé. Porque no recuerdo. Porque no sé por qué el libro apareció junto a mí, yo que siempre lo dejo encima de la mesilla...

Caf: No es mesilla...

Blu: Cajonera...

Caf: Si dices cabellos no puedes decir mesilla, tienes que decir cajonera, ¡hostias!

Blu: El lenguaje siempre te hizo daño. Las palabras que suenan como valbanera o zodiacal o egido o me desperté con bocarriba, ahogándome como si soñara -también soñar es una palabra dulce que te duele- que unas manos apretaban mi cuello y entonces no sé si la luz estaba encendida, la luz de la mesilla, de la cajonera, no sé si estaba encendida, fue entonces cuando no sabía si la luz de la cajonera estaba encendida cuando pensé por primera vez que me había desmayado y que mis cabellos flotaban y todo tenía el sabor del ácido y el tacto de la escama -cuánto te duele la palabra escama- y yo, aferrada a las sábanas, quería llamarte...

Caf: No hubiera ido.

Blu: ...quería saber qué había pasado, que tú me lo dijeras, tú que siempre me ves dormir y te la cascas en la butaca...

Caf: Soñabas manos alrededor de tu cuello y quizá fuera la polla en tu boca abierta, bocarriba, medio asfixiada, quizá fuera éso el tacto de la escama, el sabor a ácido...

Blu: Y a almendra.

Caf: Tirito con la palabra almendra.

Blu: Esta mañana he sentido fragilidad. Y si desmayarse es eso. Y si me he desmayado más veces. Y si no supiéramos que nos desmayamos. Y si me desmayo cogiendo la sal, ¿se vuelve sosa?

Caf: Nunca te la metería sin tu consentimiento. Lo sabes, ¿verdad? Lo sabes. En la butaca sí. Desde la distancia sí. Ha sido una boutade. Puedo decir boutade porque las palabras francesas no me causan terror. Permíteme ser para siempre francés. Si me dejaras, entonces, tus desmayos, quizás entonces, tus desmayos los soportaría, los escucharía mejor. Incluso yo diría cheveux. ¿Has oído? Digo cheveux y no siento arcadas. Mírame. No soy tan bestia. No es una cuestión de amar la ignorancia, es más bien el color de las palabras, mi estómago no aguanta el color chillón de las palabras que pronuncias y menos aún dormida, menos, menos aún.

Blu: ¿Te quedarás en la butaca?

Caf: Endormie.

Blu: ¡Oh! ¡qué agitado este océano!

Blu cae desmayada en la cama.
Caf se sienta en la butaca. Con calma se desabotona la bragueta y se hurga.
Lentamente se hace el oscuro

Teatro

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/03/2015 a las 20:03 | Comentarios {0}


La voz de la razón del corazón, ¡Sigue, no desfallezcas! ¡Sigue, no te pierdas los amaneceres que tu lucha contra la enfermedad te ha concedido! ¡Sigue! ¡Ve crecer! Es cierto. Te digo es cierto. El páramo es cierto. Esas brumas. También esas brumas. Inclínate sobre la hoja. Apoya la frente en la mano. Puedes encender la luz y a tus espaldas el sol recorre su camino. Tan lejos, sí, tan lejos. Sabes que si se acercara un poco te quemaría. No lo mires ahora. Haz caso a la voz de la razón del corazón. Porque tienes toda la eternidad por delante, disfruta este tiempo/tránsito. No te dejes. No surja en ti esa amargura. Has abierto los ojos. Tus manos no están rotas y hay una respiración que junto a ti atraviesa las horas. ¡Sigue, no desfallezcas! ¡Recuerda tu mente en la noche! ¡Recuerda tu mente en la noche!

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 03/03/2015 a las 08:45 | Comentarios {0}


Los sentimientos pequeño burgueses son los únicos sentimientos (ver al hombre maduro con miedo a amar o la hija que encuentra al padre -que es el hombre maduro que teme amar); los sentimientos de clase son otra cosa, son sentimientos sin esperanza y así dejan, en el fondo, de serlo; los sentimientos de cambios sociales son maquinarias de construcción; una construcción cuyos ladrillos... (y ahí la metáfora, ¡ay, las metáforas!) ¿por qué Sabato no pone el primer signo de interrogación o exclamación? La crítica me la trae al pairo y apenas sé nada más que vivir es traición porque al vivir se muere; los sentimientos pequeño burgueses que se decía en los años sesenta; ¿cómo se podía defender la Unión Soviética? esos sentimientos de pañuelo y abrazo; ese abrazarse a una mujer desnuda un día de otoño con los ventanales abiertos y en la habitación entra la suave brisa de la última hora de la tarde y dentro de la cama huele a dos cuerpos que acaban de follar y huele a melancolía y a fatiga y huele a hambre y a boca mientras fuera todo se desperdiga y apenas importa la mujer reventada en un sótano ni el niño lleno de moscas ni el viejo abandonado ni el hombre desolado por no tener un puto trabajo que llevarse a las espaldas porque en esa habitación con los ventanales abiertos, en una buena casa burguesa, con algún cuadro abstracto colgado en la pared y unas cuantas cerámicas tradicionales colocadas con primor en sus repisas y unas hileras de libros que todos deberíamos leer y en la nevera carne, pescados, frutas, verduras, lácteos y una pizza, esa mujer desnuda y ese hombre desnudo descansan del esfuerzo de amarse, de amarse mucho, de amarse hasta mañana, de estar vivos hasta mañana, mañana que se levanta espantada con los ojos vendados como la justicia y cuando chirríen las palomas y cuando viertan los colectores detritus de todas las ciudades y los ríos se inunden de heces y mueran los peces transexuados y bailen las putas sin gracia y golpeen los proxenetas con sus cintos y se pinchen los drogados de sí mismos y surjan las locomotoras y se eleven los aviones y por los circuitos de mil millones de toneladas de cobre se envíen mensajes y códigos secretos y se hagan transacciones unas más legales que otras y en todas las pantallas se divulguen las noticias y sean unos más guapos que otros y unos tengan éxito y otros se enfanguen hasta quedar podridos, hasta el pelo de mierda y en los colectores y en los suburbios y en las faldas de las montañas y en las grandes cumbres y en los hoteles y en las aceras y en los bares y en los cementerios, todos, todos, alienados como se decía en el pasado siglo como se sienten tantos hombres, tantas niñas, tantos agrimensores, tantos perdularios, tantos presidentes, tantos magnates, tantos chupatintas, tantos escolares, tantos barrenderos, tantos nacionales que defienden sus causas armados de plomo y sigamos mendigando los más, con la extraña prepotencia del cristal los menos, un segundo más de vida por si al final de la mina se encuentra el  filón de diamantes que nos de para comprarnos lo que de ley habría de ser... ¡oh, no! esos, esos sentimientos pequeño burgueses que surgen en La sonata a Kreuzer y por qué no en Doctor Zhivago, esos ojos de Omar Sharif o la vendimia y su fiesta báquica, hombres, hombres, relacionándose, buscándose, perdiéndose, yéndose de este infierno, desapareciendo para siempre, carne de olvido, todo para el olvido, todo, todo para el olvido, ¿será el espíritu de Cioran? ¿O ha venido a visitarme el bueno de Estragón al que acaban de golpear de nuevo y aún no sabe cómo ahorcarse del único árbol del páramo? ¿Y esa escarcha, esa heladura mortal? ¿Y esa idea de desconyuntar a un recién nacido y con la boca rellena de nieve abandonarlo en la estepa para que sirva de aperitivo a los lobos ?

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 28/02/2015 a las 19:47 | Comentarios {0}


...

sueña que todo sucumbe sueña que la vida llega sueña mecerse la palmera en las cumbres de Nepal sueña el corsé muy ceñido sueña el libre albedrío y por no dejar de soñar sueña la voz del señor que a tus plantas se postró pidiendo para sí perdón y para ti luna nueva

sueña la bestia el tesoro sueña la selva inclemencias sueña el barco la deriva sueña la nube la ira de un viento provocador sueña la niña la estirpe sueña la sierpe el camino sueña el loco el embrión y sueña el trigo la mies y la mies sueña el trigal por donde corre un zagal que apenas alcanza a ser

sueña el corzo leopardos sueña la mano ser pie y sueña el ave caer de la rama al almirez sueña el acantilado un faro y el faro sueña volar con las luces desplegadas parejo a un cormorán sueña la sed agua fresca sueña la noche la luz y la luz jamás se acuesta sin haber soñado tú sueña el laud melodías sueña el enamorado versos sueña la doncella siestas y sueña el alba el azur

sueña la esclava sirenas sueña el mirlo una cadencia  sueña el centro del mar su frontera de coral

sueña el cantante una voz sueña un negro la revuelta sueña el militar esposas sueña el arcabuz cadenas sueña la bala el reposo y el oso sueña dormir todo el tiempo y a su antojo

...

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 23/02/2015 a las 19:20 | Comentarios {0}


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