Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Documento 19 de los Archivos Póstumos de Isaac Alexander


Carrión de los Condes
un mes de noviembre de mil y novecientos tantos

Así camina por la meseta castellana Ximena enlutada
dicen, los que la oyen, que sus palabras son negras como alas de cuervo
y los que la han visto explican que viste con formas de garza
Ximena discrepa de su destino
y eso, le ha dicho la vieja trotaconventos, degenera en locura
Ximena responde con un ulular lento y abre los brazos como cigüeña que iniciara el vuelo al África
cuando el invierno llega a lo que aquí llamamos meseta y en otros lugares apodarían páramo
(hay grutas secretas, lombrices de tierra, una mujer gafa se camufla con la arena para no ser apedreada, San Lázaro sería si no fuera hembra; hay larvas de mosca en el intestino abierto de una corza y se palpa en el aire miasmas de cólera)
Ximena camina y sus bajos se enlodan
y clama en la noche por el amor que ama y al que amaría ver con la cabeza cortada
(ida discrepa de su destino y argumenta para sí misma la cabeza cortada del Bautista; la cabeza cortada del Bautista se repite y añade que reclinada en su almohada cada tarde)
Ximena enlutada clama al rey venganza
Ximena enamorada clama a Afrodita desvío de sus ansias
Así sorprende a Ximena el amanecer un día y otro día hasta el fin de los días que la vieron nacer  
 

Cuento

Tags : Escritos de Isaac Alexander Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 09/06/2018 a las 13:36 | Comentarios {0}


¿Qué tiene? Nadar es volar en un medio más denso que el aire. Antes de entrar el mundo ya se ha hecho más pequeño (y más azul). Primero es la desnudez en los vestuarios, junto a otros seres humanos machos. La desnudez en compañía (recuerdos de hospital: una auxiliar, los primeros días, cuando no podía beber ni comer, me lavaba tumbado en la cama. La desnudez también entonces. Le agradecía que me limpiara). El espacio es espacial. El agua tiene esencias de atmósfera cero. Parece una analogía de espacio exterior. Y el sonido de los cuerpos abriendo el agua genera ecos que podrían ser lejanas sensaciones rojas. Es al entrar en el agua cuando se produce la extrañeza y la calma y cuando cojo la cadencia justa del braceo -y siempre hay un intervalo de tiempo en que lo consigo- aseguro que desaparece el movimiento. Nadar con cadencia es sentirse quieto.
Justo como ahora que miro el reloj y pone: 0:00.

Miscelánea

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/06/2018 a las 23:46 | Comentarios {0}


Sección de teatro del programa Jardines en el bolsillo que emite Radio Nacional de España los lunes de 5 a 6 de la mañana.


Eugène Ionesco. Fotografía de André Perlstein
Eugène Ionesco. Fotografía de André Perlstein

La cantante calva se emitió el 25 de abril de 2016 y lo traigo a colación porque una querida lectora que estuvo viendo el montaje que de la obra se está poniendo en estos días en  Madrid, me pidió si podía subir lo que de ella hablamos en el programa.
Agradezco su interés.

Ya sabes que si quieres oír el programa completo no tienes más que clicar sobre el título: Jardines en el bolsillo

Un fuerte abrazo.
la_cantante_calva.mp3 La cantante calva.mp3  (23.08 Mb)

Sonidos

Tags : Jardines en el bolsillo Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 21/05/2018 a las 23:43 | Comentarios {0}


Documento 19 de los Archivos Póstumos de Isaac Alexander. Escrito en septiembre de 2015 en la ciudad de Atenas.


Prólogo del Editor
Este breve relato de Isaac Alexander está basado, según me comentó el día antes de morir, en una faceta de la personalidad de un gran amigo suyo y que también lo era mío. Léelo, me dijo y dime después quién es este amigo común.
Nunca pude decírselo.
Éste es el relato. Quizá al final  revele quién es ese amigo común.
 Capítulo I
Ahí está la carnaza. Ahora sólo hay que esperar. Es terrible saber que por mucho que quiera disimular, el hombre culpable acaba dejándose ver. Ahí la ha dejado, casi con temor, encima de la mesa. Espera en una de estas modernas salas de reuniones -que son a la vez cocina e incluso, no sabe por qué lo relaciona, alguna vez pueden hacer las veces del boudoir de Sade e imagina, mientras espera, que dos jóvenes que están contratadas por un sueldo miserable en esa productora progresista, una vez que ha caído la noche y ellas han de terminar un trabajo cuyas horas no les van a pagar, se toman un descanso y tras una mirada intensa, posterior al último bocado de fast food, se hacen una paja sentadas en el banco corrido pero justo en el sitio donde se suele sentar el mandamás- a que aparezca el productor, ese hombre cincuentón de gimnasio, aún joven, con cara de niño -siempre tuvo cara de niño- para que le comunique la decisión que ha tomado acerca de una cuestión laboral que le atañe. No tamborilea en la mesa de madera. Ni fuma un cigarrillo. Ni se coge el periódico del día que como un dinosaurio reposa en papel sobre la mesa. Sencillamente no hace nada. Como mucho imagina la escena lésbica con aires de venganza porque las jóvenes conocen lo melindroso que es su jefe y lo mucho que detesta -teme- los fluidos humanos y más los femeninos.
Lee el título de la carnaza que ha dejado encima de la mesa y le da tiempo a vomitar en el seno del fregadero.

Cuento

Tags : Escritos de Isaac Alexander Terror de ser Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 26/04/2018 a las 17:33 | Comentarios {0}


Reflexión de Isaac Alexander que envió a su sobrino -al que apodaba el pseudo-Lucilo- en el reverso de una tarjeta postal enviada desde Portland, Oregon y con fecha de matasellos del 22 de abril de 1973.


De ti dirán, querido pseudo-Lucilo, que dejaste de sentir la erótica. Un día, una mujer, te mirará con los ojos guasones y te dirá, ¡Oh, tú, hombre de Pijo Indomable, cuánto has cambiado! Y luego te alborotará los cabellos como se hace con los chicos cuando se les perdona el castigo. Y tú mismo, un día, te irás a la cama pensando en que ya nada es como antes y que ese deseo indómito de la sexualidad con dama había dejado de ser insoportable.
Es muy importante entonces que mires la tarde, sobrino, y los colores de la tarde sobre todas las cualidades de la tarde y cuando estés mirando esa luz que declina y es brava a un mismo tiempo, recuerdes la luz de las dos de la tarde y observes -con los cuidados indispensables- la esfera ardiente del sol en el cenit de la bóveda celestial y sugieras una analogía entre esa esfera ardiente y el sexo de una mujer y extiendas la metáfora a la bóveda celeste y la conviertas en vientre.
Nada atañe tanto a la verdad como el símbolo.
Y tras esto y cuando lleguen las noches de luna llena, sal de la ciudad y en la plenitud de la luz lunar en la bóveda oscura del cielo, imagina que tu falo es esfera blanca que genera azul y extiende la metáfora a la bóveda oscura y conviértela en vientre  que como muro cóncavo, contenga la ardiente atmósfera de un universo en llamas.
Las estrellas son fulgor de incendio.
Toda la erótica se contiene en la intensidad gravitacional de una estrella engullida a sí misma. 
Materia y energía oscuras (esos son los gametos de la erótica).
También la órbita que obliga al movimiento.

Narrativa

Tags : Escritos de Isaac Alexander Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 22/04/2018 a las 20:06 | Comentarios {0}


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