Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

¡Que se viene la noche y hay luna!
sorprende la luna
(por debajo en los tiempos de diciembre, hoy es el invierno,
a algunos se nos hizo largo, cubrimos etapas a resuello, la imagen de una nochebuena infantil)
que se viene la noche
hay lagartos que se ponen panza arriba y se vuelven azulados
las niñas se visten a hurtadillas y escapan por la ventana
vuela la última esperanza de un condenado
el orgullo siempre es verdugo
se aniquilaron)
cuando se refleja sobre las cimas de una cordillera
y quisiéramos saber algo más, arrimarnos a ese instante,
al lugar
(una y otra vez se dice, ante nosotros, que tuvo que existir
el instante de un abrazo lleno de ternura; nosotros callamos)
donde la luna se muestra esbelta
¿Cómo estará iluminada la laguna a estas horas?
¿Por qué ya no quiere ser directo?
¿Por qué piensa en el jardín que está a sus espaldas y no lo mira de frente
o va hasta él y bien abrigado contempla la luna y las cimas de la cordillera?
Es verdad que parte de nosotros son los otros
(probablemente en la construcción de la membrana que generó individuos
se produjo una falla que impide que nos aislemos del todo)
sin los otros se atrofia el individuo y se adelgaza.
La luna vuelve a sombrear la noche.
Están solos los campos.
Tememos adelgazar hasta la anemia
o que empalidezcan nuestros hígados.
¡Qué manufactura extraña genera Gaia!
El sol lo abrasará todo y los nuevos profetas serán cenizas.
Eso es... ¡los otros! ¡queridas mentes! La tarde ha dejado de existir.
 

Ensayo poético

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 21/12/2023 a las 19:17 | Comentarios {0}



...estaba el mundo loco, veía tus maletas, volvía la mirada hacia atrás, pensaba, mugía, berreaba, me sentía un toro solo al que el invierno le llegó; quería ver tus ojos, sí, eso quería, en esas laderas áridas, en las que la hierba se ha vuelto mortecina y por las que los vientos pasan una vez y otra, inclementes; oh, si yo te viera, si te viera, con la sonrisa dibujada en tus ojos y tus labios prestos a saludar; si fuera febrero de cualquier año anterior a la debacle, si fuera por una calle asfaltada, si fuera en la ciudad que nos vio nacer, si fuera, ¿por qué no? por un camino de tierra casi, casi a orillas del mar...

...si fuera cualquier agosto posterior a la debacle ( me había quedado dormido... la tarde bochornosa, el perro en el jardín, el final del pueblo), verte entonces, tras tantos años, al final de mi camino, cuando tanto importa todo porque ya no importa, cuando he descubierto la parte de mi que los demás no pudieron ver y lo he aceptado y espero que llegue el invierno para sentir, justo al inicio, la tremenda nostalgia de lo que nunca fue; si fuera entonces el rencuentro bajo una acacia -que es el árbol favorito de las jirafas-, la sombra se proyecta sobre el manto del mundo, se escucha el canto postrero del último Kaua'i ò ò, las manos se extienden y parecen burlarse del momento, suena una vieja canción de un trovero cubano...

...la noche avanzaba. 
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 19/12/2023 a las 17:15 | Comentarios {2}



El hueso asomaba la cabeza [...] la selva exuberante sin deje de sequía miraba hacia el poniente y se ondulaba como la mar cuando despierta al oleaje, el hueso estaba ahí con su cabeza asomada [...] ¿cuándo se propondría el armisticio? ¿sobre qué atalaya la destrucción vence? [...] no sirvan las letanías por más que la cabeza del hueso asome ni tampoco se entonen plantos ni surja en nosotros las ansias proféticas tan sólo convengamos es que ya basta de barbarie [...] el hueso, siempre el hueso [...] ¿no se oponen la selva y el invierno? ¿no parece improbable un invierno selvático? eso era la náusea, lo capitular, aquello que inicia de forma barroca la interpretación de un suceso [...] Kant [...] ...y el hueso y su cabeza [...] propondríamos que sucediera a la hora del crepúsculo cuando la sangre aún reza y se mitigan las horas con los cantos; sería una reunión informal en la que charlaríamos sobre el tema producto de nuestros enojos y cuando apareciera en cualquiera de nosotros la cabeza de su hueso, todos, al unísono, como una misma fiera, lo rodearíamos y bailaríamos hasta enloquecer -derviches de pacotilla- y caer por el hondo abismo del mareo [...] ¡muéstranos la sal que te daremos espanto, hueso de rodilla, tronco de rosal! ¡muéstranos la espalda, deja que expresemos, vuélvete a cubrir! [...] morir así, con la cabeza del hueso descubierta, a la orilla de una mar que se olea, sin haber llegado a festejar el fin de la barbarie [...]
 

Cuento

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 15/12/2023 a las 19:04 | Comentarios {0}



Vuelo y me contengo. Siento por la tarde la convulsión. Devengo Subo. Queja. ¿Hará o no hará? ¿Cuándo? He de decirte que mi alma se deshace cada día un poco más. No cejes. Sigue a la tuyo. El viento me volvió loco. También que no cogiera la pelota, que la dejara en cualquier sitio. Yo sabía que no era él quien me enfadaba. Yo sabía. Por las nubes. Por las caídas. Por la hierba que las vacas se comen. No vuelvas nunca. Vuelve. Vuelve. No vuelvas nunca. Vuelve. Que me muero. No vuelvas. Que me muero. De edad tan avanzada. Suelto al final del rosario. Esas cuentas que no salen. Ese mirar hacia el Infierno y no encontrar más que guijarros, incertidumbre y ni rastro de azufre, ni rastro de amarillo, ni rastro de tu rastro. La fruta en el suelo. Las flores marchitas. El martillo pilón del invierno. Lo pardo de la montaña. La mente urbana en una estancia rural. Subo. Apoyo. Hago los ejercicios. Voy sintiendo el suave desfallecimiento, casi romántico, del diabético. Nervios de seda. Sangre sin dulzor. Y lo haré. ¿Lo haré? Vuelva la espera. No pierdo los nervios. Vuelve. No vuelvas. Que tu abrazo. Que tu mirada. Que la estela turquesa de un océano. ¿Sabes que la travesía de cualquier canoa que haya surcado las aguas de cualquier mar sigue estando? Mi mano sigue estando. Mi cuidado sigue estando. Aquellas noches de tu infancia siguen estando. Podría recuperarlas. Hacerlas mías de nuevo. Tus ojazos  que se van cerrando. Mi mano cogiendo la tuya. Mi espera. Mi vuelta. La roca blanca. Los bosques de Irlanda. Acompañar a John Falstaff hasta Windsor. Quisiera... el frío... mostrarte. Vuelve. No vuelvas. ¿Vuelves? ¿No vuelvas? Diciembre. La meseta castellana.
 

Narrativa

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 13/12/2023 a las 13:48 | Comentarios {0}



...o cualquier otro sitio donde pueda haber viento. Hay viento en el mundo que le rodea. Le hubiera gustado contárselo y que le hubiera respondido al cabo de un rato o le hubiera hecho una video llamada para que le enseñara, en el movimiento de los árboles, ese viento tan salvaje que vaga por los valles y las montañas , [...] eso es vivir, se decía y añadía, hay que tener cuidado y corregir si es posible. Venía entonces un largo silencio. La tarde había llegado. Los turistas sesteaban. No volaban los pájaros. En ese silencio había contemplación y pasmo y arrepentimiento e inspiración y calma y nostalgia y solemnidad y comedia y asunción y gesto, gesto de rebeldía (una mandíbula que se aprieta, la mano izquierda que adopta la forma de un puño, un latigazo de dolor en la geta), sólo gesto y ausencias y luego como si fuera una alimaña que va subiendo a la superficie de la tierra desde lo más hondo de su madriguera, la palabra de una sensación, la palabra de un milagro, la palabra de una duda, la palabra que invita al sosiego, que viene de Oriente, que no tiene fin: desapego, la palabra desapego [...] en cualquier sitio, también allá, allende allí, sí, también, descendido de la barca de Caronte, atravesada la laguna, en completa desnudez, en completa soledad, el espacio-tiempo se invierte, la juventud deviene feto, confín, succión, densidad tremenda, agujero negro rodeado de un horizonte inalcanzable de sucesos [...] y aquí, ¡qué hermoso gesto el de la pareja joven que tiene un hijo de unos nueve años y a los que les gusta montar en bicicleta! ¡qué hermoso él! ¡qué hermosa ella! ¡qué majo el crío! El viento azota. Clama a ratos. Golpea. [...] podría darse porque todo lo que se puede decir es posible [...]
 

Ensayo poético

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 09/12/2023 a las 16:06 | Comentarios {0}


1 ... « 18 19 20 21 22 23 24 » ... 461






Búsqueda

RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile