Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri
Los tambores han redoblado.
No ha llegado a llover.
No he tenido conciencia de ello.
Redobla un nuevo ritmo. Ahora son más. Los tambores son un estruendo, un sonido lleno de amenazas. Son una mezcla entre trueno y ráfaga de proyectil. Aunque ande una Virgen en andas y sean los llantos más fuertes que las lágrimas. Luego se alejan, en ese redoble fuerte. Y asoman a lo lejos los ecos de unas trompas.
También hay en el tambor algo de saltimbanqui gordo y ágil.
Las gentes nos las veo.
Ni veo los pasos.
Sólo escucho el redoble de los tambores.
El aire de nuevo se serena.
Y puedo escuchar los dedos sobre las teclas.
El día ha transcurrido entre interrupciones y descubrimientos
como cuando se está en una línea de meta y aún no ha empezado la carrera.
Miro la luz.
Miro la luz en los espacios. Estudio la luz. Ahora, en una de las buhardillas del edificio, donde se tiende la ropa, el sol en las sábanas blancas. Desde abajo. Una toma japonesa, si se puede decir así. Tomar la luz a lo largo del día y rodar también el hueco de las escaleras interiores, recordarlo ahora que vuelven los tambores.
Ir con cuidado. Descubriendo la luz. Asomado a otro mundo. En estos interiores.
Voy a rodar un rato.

Diario

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 11/04/2009 a las 19:33 | Comentarios {0}


Algo ha vuelto la noche a mí
Como una dama madura la noche ha vuelto a mí. Escucho a través de unos cascos a Michael Boggioni en un tema titulado Blues Reflections en Radio IO -una radio por internet que en una de sus secciones Real Jazz es una auténtica maravilla-, tecleo y la noche avanza. El día ha transcurrido en otro mundo. Estoy en otro mundo. La luz. La sequedad de la nariz. Los olores y los horarios ¡Ay, los horarios! Mañana pasarán por mi ventana las procesiones de Semana Santa y lejos -en un lugar muy querido- seguirá el silencio de la primavera con sus vecinos, sus árboles y sus montañas arrullando a las gatas que quizás esta noche tengan frío y la luna iluminará una cama donde una mujer, hermosa como una india al amanecer, duerme y escucha y en un salón junto a un jardín un muchacho dormirá vestido imaginando un beso, una apuesta o sencillamente sonriendo un deseo. Junto a él un perro sueña que es Carusso.

Como una dama, conocida, una antigua amante, la noche me ha envuelto y me ha dicho, Acompáñame un rato, hace mucho que no me visitas. Esta ausencia del trajín de la luz. Los recuerdos. La gana. La decisión. Muerden y acarician y vagan y se esconden en mis oídos donde el ritmo de una batería arde en su compás.

Lo futuro, sin embargo, ha terminado por desvanecerse. La nada es lo que más se me asemeja a él. Lo miro y no veo y pienso más y siento más que la vida es presente y pasado, el futuro sólo es un tiempo posible, un añadido de algunas culturas que han visto más allá, donde todo es noche.

Silueta el día. Paseo por las calles viejas. Tiempos diferentes de luz.

Diario

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 09/04/2009 a las 03:54 | Comentarios {1}


Apócrifo atribuido a Isaac Alexander


No estará de más sencillamente deleitarse con las definiciones. Quizá se pueda atribuir al inconsciente la elección de la palabras o incluso el tomo elegido para encontrarlas.

Paladear: Poner al recién nacido miel u otra cosa suave en el paladar, para que con aquel dulce o sabor se aficione al pecho, y mame sin repugnancia ni dificultad. Parece que no me diste leche sino vinagre y que no me paladeaste con miel, como suelen a los otros niños, sino con hiel y con acíbar. (Fray Cristóbal de Fonseca, Vida de Cristo).

Palillo: Figuradamente se llama la conversación, especialmente la que se tiene después de comer. Es tomado de que se quedan con el palillo mondándose los dientes.

Palomo (Tipos de ): Argentado, azafranado, azul, bayo, botafogo, filacotón, gabino tostado, gabino vero, mongín, pelo de canes, pelo de ratón, overo, royo, tenado, xalandrino.

Palpar la ropa: Frase con que se explica que algún enfermo está en los últimos términos de la vida porque esta acción , hecha entonces sin deliberación, es señal mortal.

Pan de perro: Metafóricamente vale daño o castigo que se hace o da a alguno. Es tomada la alusión de que en el pan suelen darse a los perros lo que llaman zarazas, para matarlos.

Panetela: Especie de sopa, con papas, que se hace con caldo, pan rallado y azúcar, que mantiene mucho, y es muy útil para los que padecen del pecho y personas delicadas. Hácese también de otras maneras, aunque comúnmente siempre entra el pan rallado, por lo que se le dio este nombre. Todo el toque de esta panetela está en que ha de salir muy blanca. (Francisco Martínez Montiño, Arte de Cocina).

Paparrasolla: Nombre inventado para poner miedo a los niños, para que callen cuando lloran. Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana dice Paparesolla y que se formó del nombre Papo y el verbo resollar; porque resollando con él les amedrentan.

Papialbillo: Especie de comadreja. Tiene el color entre azafranado y negro, que inclina a castaño oscuro. El cuello por debajo del tragadero es blanco, por lo cual le dieron este nombre. El pellejo es oloroso y parece que tiene almizcle. Se domestican fácilmente, si no los enojan, y cuando viven en los campos tienen el estiércol algo oloroso. Algunos le llaman patialbillo. Fuera de éstas hay otras especies de comadrejas a las cuales llamamos en Castilla Papialbillos. (Gerónimo de Huerta, Traducción de la Historia Natural de Plinio lib. 8 cap. 55)

Ensayo

Tags : ¿De Isaac Alexander? Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 08/04/2009 a las 16:35 | Comentarios {0}


Autor: Fernando Loygorri. Calle de Alcalá. Madrid
Autor: Fernando Loygorri. Calle de Alcalá. Madrid
¿Qué pasó ayer? ¿eran los tambores? ¿era una sucesión de miradas o de encuentros o de olores? Caía la lluvia muy al norte y alguien venido de muy atrás se animó conmigo. Animarse desde las casualidades que algunos llaman -quieren llamar- sincronicidades que puede ser realmente un término más ajustado al cual le falta, sin embargo, el aire del azar.

Camino de nuevo por las calles de Madrid. He cogido el metro tras varios años sin hacerlo. Miro los edificios y las obras. Sueño mientras recorro.

Ahora me voy a nadar a mi pueblo, posiblemente deje el coche allí y tome el autobús y vuelva a ser un caminante con bastón, ojos atentos y bandolera.

Diario

Tags : Archivo 2009 Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/04/2009 a las 11:46 | Comentarios {0}


Lleno de arrogancia, se dijo. Lleno de observador, se dijo. En mitad del llano miraba las estrellas que habían ido apareciendo tras irse largas bandadas de nubes. Imaginó a aquellos hombres que creían que la bóveda celeste era de piedra y las estrellas agujeros por donde asomaba el fuego que rodeaba a esa gigantesca esfera; imaginó a aquellos hombres deduciendo la música de las esferas porque -se decían- si la bóveda celeste es sólida y nosotros vivimos en un medio sólido y giramos como gira la bóveda celeste, ese movimiento tiene que producir una fricción y esa fricción ha de producir un sonido y no puede ser de otro modo que esos sonidos creen una relación y que la relación de esos sonidos sea ni más ni menos que música. La noche cantó una pausa entre dos notas.

Cuento

Tags : La Solución Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 06/04/2009 a las 20:46 | Comentarios {0}


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