Desde las manos se lo decía [...] El mundo entero o medio mundo [...] A veces, muy pocas, reía con sus chistes malos; uno decía, en las salas de espera de los oftalmólogos se lee muy poco [...] también el inicio de un cuento, Esta tarde hemos enterrado a mi suegra en el jardín, quizás aquí, previamente se podría poner una nota aclaratoria que dijera, Basado en un hecho real [...] Así lo haría, con las manos todo, una expresión matizada, una expresión experta [...] es lo que significa, es una melodía, también el ritmo distinto [...] lo dejará descansar hasta mañana [...] hacer con él [...] la noche había llegado al camino [...] renunciar es un verbo conflictivo [...] era la música, un acento y si lo quisiera un silencio de lugar remoto, gran desierto, altura sideral, vacío absoluto, universo en una pequeña habitación de una casa de aldea. La oscuridad de las noches de las montañas. La ausencia casi absoluta de sirenas. El no gentío. El trajín de las pequeñas cosas [...] eso que ocurre en la calles de las grandes ciudades y que no supone ni anécdota: un tropiezo, un estornudo, un aroma, un lapsus, un olvido, un escalón, la repentina iluminación de un escaparate [...] ¿esas cosas?
Fragmentos
Las aceitunas fueron confiscadas, eso es todo lo que sabemos. ¿Nos serán devueltas? ¿Navegan rumbo a un puerto del Atlántico Norte? [...] ¿era eso? o ¿es un mensaje cifrado? [...] venga, no tengas miedo, la noche ya está cerca [...] si no vuelven benditas sean [...] la tristeza ya está hecha [...] no te detengas, no describas, esconde la mano, escóndete [...] la noche fuera de luna nueva [...] esos bichos que aparecen se quedan arriba, ¿acechan los cielos? ¿son súcubos? ¡Qué débil es la gravedad! Vigila cuando caiga la noche [...] se calza, se mira en el espejo [...] así no se consigue respeto, con la esclerótica inflamada y nebulosas y desequilibrios [...] no pienses en las que zarparon, contempla lo que va a ocurrir [...] acepta tus decisiones [...] no rezongues y no porque te estemos mirando sino porque la cultura está dando uno de sus giros dramáticos [...] no ha sido la aurora la señora, ha sido más bien un señor llamado Amanecer y ahora mira, observa desde lo alto o hasta donde tú llegues en qué queda todo y no te quejes, no te quejes nunca, todo es una suma y en ese acto memorístico no hay juicios de valor... deberías como buen samaritano desprenderte de ellos y hablar, conseguir llegar a escribir sin prejuicios de ti mismo, la forma de tus uñas, la cadencia de tu paso, tu cegueras, tus animaladas, tus salidas de tono, el mostrar que no aguantas más [...] una marea en estos últimos años cuando ves cómo se acerca la Parca -y con ella la peur-, se va haciendo grande, casi gime y la ves en instantes supremos como hace una semana en la que disfrazada de Land Rover casi acaba con tus días en una carretera de la nación; sería un instante, te partiría ese cuello tan rígido que tienes, muestra inequívoca te dices de tu rigidez mental (antes la mente fue llamada espíritu y aún antes alma se la llamó) [...] la prosodia es otra [...] hoy por vez primera una vaca te ha asustado, te hemos visto pegar un brinco y tu corazón saltaba en el pecho como una gacela herida [...] vuelve por donde has venido, asume la no queja, tienes suerte, cabronazo, que no se te olvide, que nadie te lo quiete, ni tú mismo cuando aparece tu alma de niño y como tal vuelves a ser un tanto mendaz [...]
Ensayo
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 08/10/2023 a las 18:06 | {0}Fragmentos
Pietro Berretini da Crotona Tabulae Anatomicae XVI
No lo conseguirás
Ahora tan sólo esperas que la muerte sea nada [...] sobre todo no juicio [...] también nadie [...]
El hecho: caminas con el perro por una calle; el perro hace sus necesidades; te planteas, es cierto, si recoger una de sus deposiciones -; sueles recogerlas; que tú hayas visto eres el único que lo hace. Sale un hombre de su casa y de malas maneras te afea el hecho de que utilices su calle como meadero y cagadero; tienes una bolsa en la mano; le respondes que lo ibas a recoger; el hombre insiste, te vio el otro día dejando una bolsa bajo un matorral; es cierto, lo hiciste; también es cierto que no hay una sola papelera en toda esa zona; le dices que ya está bien; el hombre sigue con la voz alta y de repente estallas, le gritas que no te siga hablando en ese tono; él no ceja y saca su móvil y parece que te hace fotografías, tú le insistes en que ni se le ocurra fotografiarte, que le denuncias, él sigue y contesta que muy bien, que lo denuncies; entonces te acercas a él, levantas el bastón, lo amenazas; él, muy seguro de sí, te anima a que le atices; desde la casa se escucha la voz de su mujer que repite, cansinamente, el nombre de su marido; tú te das cuenta de lo que estás a punto de hacer; bajas el bastón; te alejas; reflexionas, te apesadumbras; no soportas que te griten; llegas a tu casa; dejas al perro; vuelves en busca del hombre que ahora está comentando con una vecina lo ocurrido; desde lejos le dices que vienes a disculparte; lo haces, le ofreces la mano, te la acepta; habláis con calma; no te interesa y escuchas; vuelves a tu casa decepcionado contigo; podrías argüir motivos para tu ira pero no te confortaría y está bien que así sea; sólo sientes que has vuelto a cometer uno de los dos únicos pecados: la impaciencia. Y eso, para ti, es imperdonable. Por eso esperas que en la muerte no haya juicios, ni calles sin papeleras, ni perros con ganas de hacer pis, ni personas que se planteen lo que sí tienen que hacer, ni vecinos dispuestos a gritar, ni cánceres dolorosos, ni enésimas guerras israelí-palestinas (Goliat contra David), ni deseos sexuales, ni seres como tú; es más, en la muerte esperas que no haya personas [...] nada ni nadie [...]
Ensayo
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/10/2023 a las 15:52 | {0}Este poema lo escribí hace ahora 30 años.
Fragmentos
No puede ser que yo hable con propiedad de aquello en lo que no soy hábil [...] No puedo decir frases que empiecen con admoniciones, Deberías... [...] La familia para mí es un territorio vedado [...] un completo desastre [...] ¿Cómo entonces voy a hablarle de la familia a nadie, de su familia? [..] No me atrevo a criticar. [...] Cada vez más soy incapaz de defender una idea. Llega un momento en el que no quiero defender nada, no quiero convencer de nada, quizá por eso los guiones que escribo para la radio los dejo cerrados, sin lugar a preguntas que no estén preparadas, respondidas de antemano [...] cada día me incomoda más el mundo, las personas -en su sentido etimológico de máscara- me producen una gran indignación [...] bufo en los encuentros mundanos [...] apenas me queda paciencia [...] narcisismo por complejo de inferioridad, imagino [...] y cuando siento el dolor en el ojo, la posibilidad de que me dé un ataque fuerte [...] es la época de los dolores, del verano al otoño, del invierno a la primavera. Exclamaría, si lo sintiera, ¡Malditos equinoccios! No puedo gritarlo: disfruto los otoños, sobre todo los otoños, más que las primaveras; no puedo maldecir los equinoccios, no puedo menospreciar el otoño [...] lo pienso, me digo, mañana lo llamarás y le dirás que le ocurre algo, que quizá debiera ir al médico porque si no un día de éstos... un día de éstos [...] viejo y solo, eso que tanto temen las máscaras [...] será porque el vacío se nos escapa entre las manos, porque quizá en él se encuentre el sentido de que un hombre sueñe con otro hombre la noche anterior a que surja en la vigilia tras casi treinta años sin saber de él [...] el sentido de todo esto tiene que estar en el vacío porque estamos construidos casi completamente por él [...] en la nada están las respuestas [...] ruego que ilumines estos pocos años que me quedan, dame paciencia, dame diligencia
Ensayo
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/10/2023 a las 23:45 | {0}
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Ensayo
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 13/10/2023 a las 20:09 | {0}