Inventario

Revista literaria y artística escrita y dirigida por Fernando Loygorri

Fragmentos


Fotografía de Roberto Donetta. ca. 1911
Fotografía de Roberto Donetta. ca. 1911

No puede ser que yo hable con propiedad de aquello en lo que no soy hábil [...] No puedo decir frases que empiecen con admoniciones, Deberías...  [...] La familia para mí es un territorio vedado [...] un completo desastre [...] ¿Cómo entonces voy a hablarle de la familia a nadie, de su familia? [..] No me atrevo a criticar. [...] Cada vez más soy incapaz de defender una idea. Llega un momento en el que no quiero defender nada, no quiero convencer de nada, quizá por eso los guiones que escribo para la radio los dejo cerrados, sin lugar a preguntas que no estén preparadas, respondidas de antemano [...] cada día me incomoda más el mundo, las personas -en su sentido etimológico de máscara- me producen una gran indignación [...] bufo en los encuentros mundanos [...] apenas me queda paciencia [...] narcisismo por complejo de inferioridad, imagino [...] y cuando siento el dolor en el ojo, la posibilidad de que me dé un ataque fuerte [...] es la época de los dolores, del verano al otoño, del invierno a la primavera. Exclamaría, si lo sintiera, ¡Malditos equinoccios!  No puedo gritarlo: disfruto los otoños, sobre todo los otoños, más que las primaveras; no puedo maldecir los equinoccios, no puedo menospreciar el otoño [...] lo pienso, me digo, mañana lo llamarás y le dirás que le ocurre algo, que quizá debiera ir al médico porque si no un día de éstos... un día de éstos [...] viejo y solo, eso que tanto temen las máscaras [...] será porque el vacío se nos escapa entre las manos, porque quizá en él se encuentre el sentido de que un hombre sueñe con otro hombre la noche anterior a que surja en la vigilia tras casi treinta años sin saber de él [...] el sentido de todo esto tiene que estar en el vacío porque estamos construidos casi completamente por él [...] en la nada están las respuestas [...] ruego que ilumines estos pocos años que me quedan, dame paciencia, dame diligencia
 

Ensayo

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 04/10/2023 a las 23:45 | Comentarios {0}


Fragmentos



El inicio del día fue consecuencia de los sueños [...] esa inquietud que surge y provoca cierta tendencia a la ira durante las primeras horas [...]
No quisiera verse desnuda [...] demasiadas veces ha esperado encontrarse inmaculada [...] luego acepta que los seres humanos somos, como todo ser vivo, maculados [...]
La inocencia estaba en mirar sin juicio lo que estaba ocurriendo.
Se puede abandonar a un niño porque el mundo no está preparado nunca para su nacimiento (Szymborska) [...] toallitas, biberones, pucheros, contemplaciones [...] hay que aceptar entonces que tu hijo no te quiera pero no por una mala praxis tuya sino por algo mucho más simple como es la antipatía [...] también lo opuesto: ella es la prueba: nunca fue querida por sus padres ni siquiera al final cuando los padres se vuelven viejos y se reinventan a su favor [...] ni siquiera entonces [...]
El sol cae sobre las hortensias y los abejorros trajinan sobre ellas [...] nada hay más plácido que la contemplación de un lagarto tomando el sol (siempre y cuando el lagarto ignore que está siendo contemplado) [...] cabriolea [...] espuma [...] tumba y tumbarse [...]
 
Dreams de Wondrus Bansky
Dreams de Wondrus Bansky

Ensayo

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 02/10/2023 a las 13:35 | Comentarios {0}


Fragmentos de un libro de preguntas y respuestas de autor anónimo (de momento) aunque el editor tiende a pensar que podría ser un libro de juventud escrito por Isaac Alexander (1936-†2015)


Esopo de Diego Velázquez. ca. 1638
Esopo de Diego Velázquez. ca. 1638

Preguntas:
13.- ¿Qué saben los otros de uno?

45.- ¿Debemos escuchar? o ¿Cómo no escuchar?

119.- Si de nosotros mismos apenas sabemos ¿cómo se puede soportar la opinión de otro que aún sabiendo menos se erige con su opinión en sabio de ti?

4.- A más a más ¿Cómo se aguanta una opinión hiriente sobre un tema que mata?

Respuestas:
56.- Los otros no saben nada. Somos la especie que tiene el instinto del comadreo. Somos -por el maldito don de las lenguas- animales vanidosos. Todo se podría resolver en una máxima que la podría haber pronunciado mi admirado Juan de Mairena: Si necesitas que alguien te eche una mano, mírate al final de tu brazo.

607.- Sí, debemos escuchar por pura educación y al mismo tiempo tener en cuenta que si todas las opiniones son dignas de ser escuchadas, eso no implica que todas sean dignas de ser respetadas. También, claro, se puede no escuchar. Sólo se recomienda que esa no escucha se haga con otros que no nos importen un ardite, como su opinión, si no las consecuencias de no querer escuchar pasarán su factura emocional.

7.- A la pregunta 119 se responde con tener muy claro el concepto de estulticia. Cualquiera que emita una opinión tajante sobre otro es un estulto y como tal hay que tratarle: conmiseración y esperanza de días mejores.

328.- La última pregunta 4 es difícil de responder porque aguantar -que sería una posibilidad- una opinión hiriente sobre un tema que nos mata no se le puede pedir a nadie. En ese caso tiendo a pensar que los extremos son lo mejor: o cambias de tema de inmediato, y por lo tanto dejas claro que no quieres seguir escuchando o, como decía la tata Julia, más vale ponerse un vez rojo que cien amarillo y entonces, ¡ah, querido! lánzate a degüello contra el opinador e intenta callarlo para siempre.
 

Ensayo

Tags : Fantasmagorías ¿De Isaac Alexander? Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 29/09/2023 a las 11:15 | Comentarios {0}


Peonza. Fotografía con retoque digital de Olmo Z. Septiembre 2019
Peonza. Fotografía con retoque digital de Olmo Z. Septiembre 2019
Debió de ocurrir allende lo conocido, en un mundo inventado. Estaba escrito en un cuaderno el cual había estado olvidado años y años y aún así debió de ocurrir que aquella mujer quiso sincerarse con su hermana. Las primeras palabras de lo que parecía que iba a ser una larga carta fueron escritas un mes de noviembre de 1999 y se retomó la escritura casi veinticinco años más tarde, cuando corría sus últimos metros el mes de septiembre [...] parece ser que la mujer que escribe fue maltratada por su hermana y lo que buscaba con esa carta era conocer los motivos de ese maltrato [...] escribe: ¿Recuerdas la pizarra marrón? Nuestro padre te obligó a que me dieras clase de matemáticas y geografía los miércoles por la tarde. ¿Recuerdas las bofetadas que me dabas? ¿Recuerdas los capones que me dabas? ¿Recuerdas los tirones de pelo? Yo sé que no se te han podido olvidar [...] y más adelante escribe: Yo dejé de quererte porque pasé a temerte y no hará falta que te diga que por mucho que buscaras paradojas, lo que se teme no se puede querer. Lo que no sé -y quizá por eso te escribo- es ¿por qué no me quisiste? ¿por qué no me cuidaste? ¿por qué no me enseñaste con  cariño o cuando menos con paciencia? ¿qué crees tú que veías en mí para que siendo tu hermana pequeña con aquella tartamudez que me diferenciaba de todo y provocaba las burlas, tú no me defendieras siendo como eras respetada en el colegio? [...] Y por último transcribo un deseo: ¿Llegarás a leer esto que te escribo?  y si lo lees ¿serás capaz de regalarme tus explicaciones? incluso ¿cabría una disculpa por tu parte, un querer arreglar lo roto, un querer recomponer los añicos de una relación tan tortuosa para mí? ¿es esto el síndrome de Estocolmo? La mujer se despide con unas hermosas palabras, [...] un saludo de esta vieja hermana tuya que hoy ya no te teme y sí goza la debilidad de quererte.
 

Ensayo

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 24/09/2023 a las 12:43 | Comentarios {0}


Medias cuerdas. Retoque digital de Olmo Z. Encierro 2020
Medias cuerdas. Retoque digital de Olmo Z. Encierro 2020

No están las llaves en el fondo del mar
He visto desde la cumbre la sima
Era un abejorro negro y hermoso como un agujero negro
Sirio estaba allí. Lo sé. Le hice un mapa en una hoja cuadriculada de un viejo cuaderno de notas de mi segunda novela, la que más concienzudamente escribí, la que no me llevó a ningún sitio
El cielo estaba más bajo. Cabe la posibilidad de que fuera porque nos encontrábamos cerca del ecuador
Sabíamos lo que medía el diámetro terrestre. No por ello alardeamos
Sin previo aviso (no hubo un sonido, un movimiento extraño de las aguas, un Maelstrom) surgió de las profundidades del Atlántico una manada de ballenas jorobadas
Besé en la playa de Zahara de los Atunes. Hice el amor bajo la mirada atentísima de una vaca
La tuve entre mis brazos y me quiso un tiempo. Luego se fue. Quizá nunca vuelva
Se le rompió el corazón y es incapaz de recomponerlo. Es cierto que lo intenta recomponer escuchando una y otra vez For Bunita Marcus de Morton Feldman y ni aún así
Se dieron las manos y bailaron en un salón de baile harto humilde en algún pueblo de las islas Canarias. También se quisieron
En él el miedo se viste de inseguridad
Muchas mañanas, sí, muchas mañanas, se encuentre donde se encuentre muchas, muchas mañanas
Se dejó la ventana abierta en lo alto de la montaña y durmió con frío en los pies. Se decía, ¿Por qué hoy este frío?
Calma chicha
Los bajos fondos de un crucero
Por un paquete de Winston (¿título de algo?)
La comisaría portuaria de Cádiz
Margarita Perla quemada viva en la discoteca Alcalá 20. ¡Qué bonita enfermera de noche! A ella le escribió -en vida y joven- uno de sus más sentidos poemas
Ya huyó el verano
Ya volvieron los regatos
Ya se acercan los meses oscuros
También en otros lugares del mundo
 

Ensayo

Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 23/09/2023 a las 12:28 | Comentarios {0}


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