[...] lo escuchaban [...] no pronunciábamos [...] no se escuchaba letanía ninguna ni siquiera suspirábamos como hacen los amantes cuando están sometidos a la vigilancia de sus censores [...] lo escuchaban [...] parecían arder, velas que se abren pálidas en noche sin luna cerca del templo de Afrodita donde una ninfa de Ártemis es violada por un hombre normal [...] cuando una ninfa es violada muere y su cuerpo se vuelve de mármol -frío e inmortal- [...] lo escuchaban y pronto, lo que tarda un colibrí en batir una sola vez sus alas, se instalaba en nuestras neuronas el deseo de lo no dicho, de lo no pronunciado, de lo no susurrado, de lo no suspirado [...] el deseo es el mal del hombre [...] la espera se adueña del mundo, todo gira elípticamente alrededor de un centro que tiene dos puntos, los lugares pierden su nombre, el aliento se hace divino [...] ser divino es estar dormido [...] estar dormido es no necesitar aire [...] ser aire [...] escuchaban nuestros latidos, escuchaban nuestros pasos, escuchaban nuestra saliva recorriendo su tracto lógico, se escuchaban -pábilos de sus velas, oídos de sus orejas, circunvoluciones de sus cerebros, dos centros para una sola curva, una anhelo para millones de espinazos [...] decíamos para nuestros adentros, ¡Parad! ¡Detened la escucha! ¡Permitid la soledad de un pensar sin efecto, de un existir sin motivo! ¡Dejadnos, aquí, en este presente que por ser tal aún no significa nada! ¡Huid! ¡Anidad en los cerebros de las aves! ¡Hundíos si no en las tripas de los peces abisales que son todo luz en mitad de la más pura oscuridad! ¡Os queremos pero alejaos! así podremos olvidaros como se ha de hacer con el sarmiento enfermo o con la tomatera recién plantada que se ha visto infectada por el pulgón verde. Hay que arrancarla. Tenemos que arrancaros de nuestros cuerpos como si fuerais pólipos, pliegues inflamados que pudieran llegar a ser cáncer, cáncer, cáncer [...]
Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.
51.- No albergo temor porque ya lo conozco. Lo que hace el páncreas es incendiarme. Doy unos cuantos alaridos, aprieto los dientes, maldigo un mundo que parece retorcerse con los cantos de sirena que lanzan los fantoches de la extrema derecha. Luego me calmo. Recuerdo el día, hace muchos años, en el que unos sicarios de Fuerza Nueva -los antecesores de Vox en España- me pusieron una pistola en la cabeza. Recuerdo el temblor que recorrió mi cuerpo cuando sentí que quizá mañana sería una noticia en los periódicos como en aquellos días de principios de la década de los 80 ocurría cada poco. Una mujer fascista nos salvó o de la muerte o de la paliza no por compasión sino porque el lugar donde habíamos sido rodeados era el bar que tenían justo al lado de su sede en la calle Mejía Lequerica de la ciudad de Madrid.
52.- Nunca vencimos los totalitarismos. Sencillamente se retiraron a sus cuarteles de invierno y fueron creando el momento propicio para lanzarse de nuevo al asalto del poder mientras éste lo dejaban en manos de gentes mediocres con más alma de funcionarios que de republicanos -en el sentido original del término: gestor de la cosa pública-.
53.- El sistema totalitario es siempre el mismo: conseguir que nuestra totalidad sea totalizadora, es decir, que nada que escape a nuestra forma de ver el mundo tenga cabida en ese mundo. La totalización de la Totalidad es el germen del Totalitarismo, según afortunada expresión del filósofo mexicano Enrique Dussel. Es lo que hoy se denomina -de nuevo un eufemismo para enmascarar el propósito- polarización. Y la clave de esta totalización de la Totalidad (la nuestra, la de cada uno) es la negación del Otro (sea quien sea Otro).
54.- Cae por su peso que una de las formas más eficaces de luchar contra el totalitarismo es la aceptación del Otro en la Totalidad de tu mundo. Al aceptar al Otro -pongamos que el Otro sea un fascista para un socialdemócrata convencido- lo primero que ocurre es que lo desactivas porque lo incluyes en tu Totalidad, le das eso que se llamaba en el derecho antiguo carta de naturaleza y lo segundo es que le restas poder porque menguas el temor que te provoca.
Ensayo
Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 20/05/2024 a las 18:11 | {0}...alguna vez estuviste en el frente... la mirada casi de algodón... la espalda desnuda y una ambición desmedida [...] La roca no se destruiría. Lo sabías. Lo sabías... ¿Le quisiste? Piénsalo bien. No hace falta que te precipites. Cálmate. Repasa. Quizás en una noche de invierno cuando él te arropó y besó tu frente. Calma. Calla. No respondas aún que tu respuesta se la llevará el viento y cual heraldo antiguo de una tragedia bien urdida se la entregará a quien corresponda [...] anagnórisis provocará tu respuesta, tú, sí, tú que alguna vez estuviste en el frente [...] ahora debes mantener alta la cabeza y sonreír ante la lluvia que llega a destiempo (como una invitada pintona que es bienvenida) [...] ¿en lo alto del acantilado le quisiste? ¿cuando te calmo por un desencuentro con tu madre?... ¡Ay, tu madre! [...] se lo pensó, sí, ¿lo hizo? ¿decidía postergarlo?... como tú ahora... no confundas postergar con no precipitarse... tienes que tomar decisiones... Él mismo se colocará frente a los fusiles, pegado al paredón; habrá ideado un ingenio para que nadie haya de apretar los gatillos sino que por medio de un movimiento suyo (¿de su boca? ¿de sus ojos?) se aprieten y las balas vayan todas dirigidas a su frente donde él ubica el pensamiento que no es sino un diálogo introspectivo que a nada lleva [...] ¿Ya lo sabes? ¿Te atreves? ¡Dispara!
Ensayo
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 15/05/2024 a las 19:51 | {0}
Me declaro libertino (en el sentido que a esta palabra se le daba en el siglo XVIII, es decir, en moderna terminología: librepensador). La reflexiones que voy a ir plasmando a lo largo de las próximas semanas tienen un carácter provisorio y se acogen a una de las características de uno de los métodos científicos: estas reflexiones son falsables. Incluso yo mismo, a lo largo de este periodo que hoy se inicia, podré mostrar la falsabilidad de algunas de ellas.
Estas reflexiones no pertenecen a ningún heterónimo. De cada una de las palabras que escriba en este libro el único responsable soy yo: Fernando García-Loygorri Gazapo. Por supuesto que cuando utilice citas facilitaré el nombre del autor y el título del libro o fuente de donde las haya sacado.
41.- Ha tomado sus manos entre las suyas. Aún tiene suave la piel.
42.- La duda cartesiana, la que se inaugura cuando el sentido común es reemplazado por el sentido de las matemáticas, anida desde entonces en el corazón de los hombres. Hay veces en que esa duda constante y metódica es vencida no por el lenguaje incompleto de las matemáticas (Gödel) sino por el sentido común que se alza absoluto y no deja lugar a dudas.
43.- A los mentirosos se les debería tener vedado el acceso a la cosa pública. Todo servidor de la cosa pública que lanzara un bulo o mintiera debería ser de inmediato apartado de su cargo y condenado a empresas privadas.
44.- No es el pueblo judío el que está asesinando a miles y miles de palestinos, es el gobierno de extrema derecha y teocrático que preside el nazista Benjamín Netanyahu.
45.- Al dejar de ser abramánicos se convirtieron en yahveícos y por lo tanto, como Yahvé en la Biblia, sólo saben de venganzas, razias y destrucción. Hablo de los ultraortodoxos judíos y su gobierno vengador y asesino.
46.- Yahvé es en realidad le Dieu trompeur.
47.- Sus manos suaves. Su mirada anciana. Las palabras, por fin, delicadas que le dedicó. Fue como una bendición.
48.- A los ególatras -pagados de sí mismos se decía antaño- hay que arrancarles su ego a base de acciones que no les impliquen para nada.
49.- ¿Por qué un ser humano se empeña en demostrar con tozudez de mosca que es miserable?
50.- Tras verla respiró más fuerte. Tras conversar con ella se sintió un poco más cerca de la noción de perdón. Tras sonreírse se aceptaron. Luego la puerta se volvió a cerrar y fue consciente de que seguía sin tener las llaves.
Ensayo
Tags : Reflexiones para antes de morir Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 12/05/2024 a las 19:29 | {0}Al desaparecer le dejaste sin memoria. La memoria -decía Augusto Góngora en el intenso documental titulado La memoria infinita- es necesaria para entender lo presente y lo porvenir; la memoria -esto que escribe ya sale de él- no es un anclarse en el pasado, es no perder de vista el muelle desde el que se partió para saber cuáles fueron los sucesos que generaron procesos que derivaron aquí. Si te fuiste, ya no hubo sucesos, ya no hubo procesos, nada desde ti derivó aquí. Lo que derivó vino desde la ausencia de ti. ¿Puede haber memoria ausente? Te irás diluyendo, piensa, y al final te habrás convertido en una memoria que pudo haber sido. Le robaste la memoria, siente. Le dejaste sin memoria de vosotros y así, sin ella, no puede intentar entender el presente; sin ella se quedó sin futuro.
No escribe sobre la verdad (Galileo y Descartes la mataron para siempre, bien lo sabe). No, la memoria es simple vida, con todos sus accidentes y sus mismos errores y sus mismos caminos que nunca se transitarán igual porque, le gustaría decirte, cada vez que surge un recuerdo se construye de nuevo. Parece ser que no hay archivos en la mente sino redes neuronales que conforman cada vez lo recordado y así, quizá, un día se recuerde un visillo en la ventana y otro no sea visillo sino cortina lo que corrió una muchacha que estaba dispuesta a besar a otra muchacha en su habitación. Tenían doce años (más tarde, cuando volvió a construirse el recuerdo, tenían trece)...
La memoria está viva si se alimenta de la vida si no languidece, se vuelve opaca como tantos cuadros decadentistas que mostraban l'ennui de las clases acomodadas.
Vuelve a pensar: le estás robando la memoria. La estás borrando... lo estás borrando...
Ensayo poético
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 07/05/2024 a las 18:38 | {0}
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Ensayo poético
Tags : Fantasmagorías Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 03/06/2024 a las 17:17 | {0}