Han sido tres meses desde que nació este Inventario. Y desde el principio habéis estado vosotros. Sin vosotros me hubiera ido amohinando como las hojas del árbol cuando el otoño avanza y saben que deben caer y al final una simple ráfaga de viento da con ellas en el suelo.
Hoy tengo el corazón desacompasado. No marca un ritmo uniforme sino que lo siento en mi pecho, me avisa de que está ahí, dispuesto a no sé qué. No espero un infarto de miocardio, ni una parada cardiorrespiratoria, no espero la muerte ni la enfermedad, tan sólo es el corazón que ansía un soplo de esperanza. Mi corazón espera lo que yo no espero cumpliéndose así ese pensamiento de Fernando Pessoa que dice si el corazón pudiese pensar se pararía. Le dejo entonces, porque me anima a seguir, a seguir cabalgando por esta Tierra, en este universo, instalados en un gran océano de nada aparente. He de hacerle caso porque me obliga a respirar hondo cada poco tiempo como si me dijera, Vamos, amigo, no pares, no desfallezcas, todo es luz y color (como escribí hace mucho tiempo en una obra de teatro). Aunque yo hoy, sinceramente, no vea sino un día gris (de un gris hermoso), rodeado de silencio, a solas con mis miedos que son muchos y poderosos y con tan sólo mi corazón luchando contra ellos.
Mi corazón y vosotros.
Hoy tengo el corazón desacompasado. No marca un ritmo uniforme sino que lo siento en mi pecho, me avisa de que está ahí, dispuesto a no sé qué. No espero un infarto de miocardio, ni una parada cardiorrespiratoria, no espero la muerte ni la enfermedad, tan sólo es el corazón que ansía un soplo de esperanza. Mi corazón espera lo que yo no espero cumpliéndose así ese pensamiento de Fernando Pessoa que dice si el corazón pudiese pensar se pararía. Le dejo entonces, porque me anima a seguir, a seguir cabalgando por esta Tierra, en este universo, instalados en un gran océano de nada aparente. He de hacerle caso porque me obliga a respirar hondo cada poco tiempo como si me dijera, Vamos, amigo, no pares, no desfallezcas, todo es luz y color (como escribí hace mucho tiempo en una obra de teatro). Aunque yo hoy, sinceramente, no vea sino un día gris (de un gris hermoso), rodeado de silencio, a solas con mis miedos que son muchos y poderosos y con tan sólo mi corazón luchando contra ellos.
Mi corazón y vosotros.