Arie van't Riet Lechuza
El genio es aquel cuyo intelecto traiciona a su destino (Schopenhauer)
Hay en la historia de los hombres un afán de reacción y no tanto un afán de acción
Afán
Al ver una película tan sencilla como The Artist que procura una emoción tan encendida... sin derroches... una mujer, un perro y un hombre
No creo en el hombre como centro de nada
Creo más en los hombres que admiten el mundo como representación propia
En los hombres que sienten la herida de saberse ignorantes del Mundo (que intuyen que existe El Mundo y saben que no pueden acceder a él)
Miradas que son puntos de vista
Acción entonces
Tres elementos conforman este viaje: nacer, vivir, morir: se nace para la vida; se vive para que la Vida viva; se muere para que la Vida siga viviendo
Somos en nosotros
Importa en tanto en cuanto accedemos a la sencillez de una Mujer, un Perro y un Hombre
Si con esos tres elementos somos capaces de construir un mundo ese afán entonces lo es todo
Arte como análisis
Arte fenoménico
El sudor de sentarse un día más, una vez más, en este silencio, el perro duerme en el sillón, el viento está rugiendo, mientras todo se acaba, en esta cabeza que funciona en su aire (o ventolera), deja que surjan las frases, sin solución de continuidad, despaciosamente, como se saborea un buen vino frente a una mujer bonita, en un lugar donde está lloviendo, la chimenea apagada, la cristalera frente al lago de aguas oscuras, un macizo de piedra a lo lejos, los restos de la nieve que cayó hace días, los ojos verdes de ella, los ojos con algo de amarillo de él -glaucos-
Las puertas
Las tuberías
El paseo con viento demoniaco que altera la calma de las verjas, la quietud de las tejas, la templanza de los arbustos y la terrenalidad de la tierra
Temor de que el aliento del mundo se lleve el tuyo
Tengo, en esta noche, ansiedad en el pecho por lo que aún no ha pasado
Tan humano
En este vergel de vidas (la serpiente que sólo se come los huevos que no están fecundados) el búho, superdepredador que espera a que la noche caiga para llevar la liebre que cazó al caer la tarde a sus polluelos casi, casi, de algodón carnívoro