¿Cuál será? Las grandes corporaciones se oponen pero hay en el ganado humano (Toynbee) un sustrato de lobo o jabalí que de repente embiste y se come al pastor como si fuera hierba. ¿Aparecerán hordas de desesperados a una misma hora de un mismo día pactado secretamente mediante embases de una marca determinada asaltando todas las sacrosantas de mierda casas de la representación popular llamadas ampulosa y abyectamente parlamentos? ¿Surgirá un movimiento interestelar que invadirá la tierra y dará por fin el reinado a quien realmente lo detenta: los insectos? ¿O nacerán tres mil nuevos Mesías el mismo día a la misma hora en cuarenta y dos países; los definitivos que ya no necesitarán morir crucificados ni ausentarse bajo la sombra de una higuera ni dormir sobre el lomo de una serpiente para transmitir todo el sentido de esta colosal estafa que consiste en el velo de maya que oculta la esencia real de los hombres: la esclavitud? ¿Será la sorpresa arrancarnos ese velo y negando la paciencia y la virtud arrasar con esta cultura de la opresión y la mentira elevada a rango de verdad? ¿O quizá la negación de toda la especie a colaborar en el hundimiento y así tal día de tal año los millones de trabajadores de este mundo se negarán a poner el despertador, no se levantarán, no aguantarán atascos, apretones y ansiedades; no llevarán a sus hijos a las escuelas públicas que forman a nuevos esclavos -mientras las de pago forman a nuevos amos- y se quedarán mirando la mañana como si fuera la primera y la última y nadie comprará y nadie venderá y todo será un profundo estar y cuando llegue la noche no se encenderá farola alguna?
¡Cuál será esa gran sorpresa histórica que está a la vuelta de la esquina de la Avenida Capitalismo!