Si estuviera todavía en mis cabales me cagaría en las putas neuronas de Lars von Trier. Cogería su cara de cerda con barbas y le llevaría a que se mantuviera en silencio en un calabozo vigilado por skins que creyeran que era realmente judío.
No sé qué les pasa a estos caraculos que se creen que por hacer una película (toda obra de arte es nada, así de claro, nada. De ahí toda su grandeza) tienen el derecho a perorar sobre lo divino y lo humano. Porque no es lo mismo que John Galliano esté borracho en un bar y diga borracherías a que este gilipollas nacido en Dinamarca, en la rueda de prensa de un festival de cine diga, según declaraciones extraídas de Gregorio Belinchón, la siguiente boutade (y si no es una boutade, juro por mi alma de hombre sensato que le deseo que le cojan unos nazis, de los de verdad, no los de sus putas películas dogmáticas, y le pongan mirando a la cruz gamada mientras le recuerdan en su cuerpo lo que hicieron en miles y miles de seres humanos) : "Yo entiendo a Hitler aunque comprendo que hizo cosas equivocadas, por supuesto. Solo estoy diciendo que entiendo al hombre, no es lo que llamaríamos un buen tipo pero simpatizo un poco con él". ¡Qué asco me dan estos modernos! ¡estos revisionistas cuya mirada romántica envenena las verdaderas tragedias vividas! El artista debería firmar siempre Anónimo; una de las causas de la muerte del Arte, será la imagen pública de los artistas. Porque un artista no tiene por qué ser necesariamente inteligente y menos un director de cine. Un artista no debería tener terreno abonado para hablar de lo que quiera en los foros a los que tiene acceso no por él sino por su obra. En todo caso yo abogaría porque sólo pudieran hacer declaraciones las obras de los artistas.
Me cago en tus jocosas declaraciones Lars von Trier y en tu puta boca y que te jodan tu puto puño en el que escribes Fuck (¿por qué no lo escribes en danés?) mientras sonríes con cara de estúpido intelectual. Va a ir a ver tu película el espíritu de Goering y quizá mientras comen verduras frescas Eva Braun y tu simpático Adolfo, comenten, ¡Viendo lo que hace este danés, me dan ganas de bombardear Copenhagen!
No sé qué les pasa a estos caraculos que se creen que por hacer una película (toda obra de arte es nada, así de claro, nada. De ahí toda su grandeza) tienen el derecho a perorar sobre lo divino y lo humano. Porque no es lo mismo que John Galliano esté borracho en un bar y diga borracherías a que este gilipollas nacido en Dinamarca, en la rueda de prensa de un festival de cine diga, según declaraciones extraídas de Gregorio Belinchón, la siguiente boutade (y si no es una boutade, juro por mi alma de hombre sensato que le deseo que le cojan unos nazis, de los de verdad, no los de sus putas películas dogmáticas, y le pongan mirando a la cruz gamada mientras le recuerdan en su cuerpo lo que hicieron en miles y miles de seres humanos) : "Yo entiendo a Hitler aunque comprendo que hizo cosas equivocadas, por supuesto. Solo estoy diciendo que entiendo al hombre, no es lo que llamaríamos un buen tipo pero simpatizo un poco con él". ¡Qué asco me dan estos modernos! ¡estos revisionistas cuya mirada romántica envenena las verdaderas tragedias vividas! El artista debería firmar siempre Anónimo; una de las causas de la muerte del Arte, será la imagen pública de los artistas. Porque un artista no tiene por qué ser necesariamente inteligente y menos un director de cine. Un artista no debería tener terreno abonado para hablar de lo que quiera en los foros a los que tiene acceso no por él sino por su obra. En todo caso yo abogaría porque sólo pudieran hacer declaraciones las obras de los artistas.
Me cago en tus jocosas declaraciones Lars von Trier y en tu puta boca y que te jodan tu puto puño en el que escribes Fuck (¿por qué no lo escribes en danés?) mientras sonríes con cara de estúpido intelectual. Va a ir a ver tu película el espíritu de Goering y quizá mientras comen verduras frescas Eva Braun y tu simpático Adolfo, comenten, ¡Viendo lo que hace este danés, me dan ganas de bombardear Copenhagen!