Marcha bien. Visión fugaz de un tiempo pasado. Sin saber por qué (sin venir a cuento, hermosa expresión que también podría querer significar: sin merecerse un cuento, es decir: sin avenirse a convertirse en cuento). Nostalgia. Se dice. Nostalgia que es un cuchillo y corta la respiración a la altura del diafragma e inunda el espacio del cerebro que, en el día de hoy, debía de haber estado calmado y listo para trabajar.
Se mantiene este estado hasta la caída de la tarde y pienso que en mis mundos el ocaso vespertino tiene algo de relajante, algo de medicinal y me veo, por fin, sonriendo mientras hago con Violeta unos problemas de geometría que en mi infancia suponían un quebradero para mi cabeza y hoy han supuesto un verdadero goce al ver que, por fin, tras tantos años, los entendía y sabía aplicar la fórmula (bueno, vale, he fallado en uno pero porque he leído mal, ¿eh?).
Le digo a P. que quizá pronto me vaya de su casa. Le alegra por mí. Me alegra por él. Ya está llegando el tiempo.
Se mantiene este estado hasta la caída de la tarde y pienso que en mis mundos el ocaso vespertino tiene algo de relajante, algo de medicinal y me veo, por fin, sonriendo mientras hago con Violeta unos problemas de geometría que en mi infancia suponían un quebradero para mi cabeza y hoy han supuesto un verdadero goce al ver que, por fin, tras tantos años, los entendía y sabía aplicar la fórmula (bueno, vale, he fallado en uno pero porque he leído mal, ¿eh?).
Le digo a P. que quizá pronto me vaya de su casa. Le alegra por mí. Me alegra por él. Ya está llegando el tiempo.