Mismo decorado que en la escena 1ª.
Día siguiente por la tarde
FERNANDO: (Se rasca el antebrazo derecho por encima del jersey. Lo hará cada poco) La figa ta mare. La figa ta tía. Cullera. Cuchara. Naranjas y limones. (Calla. Se le saltan las lágrimas. Se rasca) La montaña se me hace grande. ¡Que se me viene encima! ¡Al abordaje! Tendré que tomar una decisión. El agua me llega al cuello. Llueve agujas de fuego. Llamo a Virgilio. ¿Porqué quiero escuchar a Elis Regina? La figa ta mare. La figa ta tía. (Se rasca el antebrazo. Traga saliva. Se queda mirando la vacío).
Larguísima pausa. Fuera cae la noche. Fernando tiene varios escalofríos. Se le saltan alguna vez las lágrimas. Sonríe con una dulzura final. Se rasca. Se mesa los cabellos. Vuelve a mirar a la nada. Abre la boca como si fuera a decir algo. La cierra. Mira frente a su escritorio, de espaldas a la caída de la tarde. Se rasca. Suspira hondo. Intenta cantar. No consigue sacar sonido alguno de su garganta.
Cuando vuelvas la noche habrá caído y la ausencia se habrá acumulado tanto que me habrá enterrado bajo ella. No quieras decirme. No quieras darme explicaciones. No las puede haber. Habrá caído tanto la noche que será una noche sin esclavas y los eunucos se masturbarán impotentes y llorarán sobre su charquito de líquido seminal. Cuando vuelvas sonará el aria de una gran ópera y haremos oídos sordos a la guerra que se acaba de desatar. Será tan grande. Tantas toneladas se habrán acumulado.
Se levanta. Pasea por la habitación como si a un mismo tiempo buscara y deambulara. Se detiene ante las estanterías. Acaricia el lomo de un libro.
Vase de escena.
VOZ DE FERNANDO:
¡Vamos! ¡Vamos! ¡Otra vez! Siempre alerta. Ale hop. Sacúdela. Mírate. No rompas el espejo. Así, bien. Otra vez. Y una más. Quisiera lanzarme desde esta ventana. Ser gavilán. Con mis garras. Ale hop. La figa ta tía. La figa ta mare. Cullera. Cuchara. Naranjas y limones. La mar. La chirla...
Sale a escena
...me gustan las patatas con chirlas. Eso voy a hacer. Subiré. Lo conseguiré. Aunque de mí se avergüencen los cercanos. A pasos cortos. Sin miedo a caerme. Lo haré. Se lo dedicaré a la mujer que lleva gafas y nunca habla. La que dicen que vive cerca de aquí. La que dicen que un día ganó un premio. ¡Aleluya, un propósito! Patatas con chirlas. Subir hasta el castillo. Naranjas y limones. Cullera. Cuchara. La figa ta tia. La figa ta mare. (Se rasca con fruición el antebrazo). Lo haré, lo juro por dios que jamás me miró también lo juro por el altísimo satanás que tampoco nunca me miró. ¡Brahma! ¿Tú también, Brahma? Vamos, vamos, cogeos las manos, retorceos las manos, nada os lo impide, yo estoy aquí para no cuidaros.
Pausa larga. Fernando se sigue rascando el antebrazo derecho. También empieza a dejar caer un hilo de baba por la comisura derecha de su boca.
La figa ta tía, la figa ta mare,,, la figa... la flor... ta mare... ta tía... la figa del mond... el mond... el carmesí, al alimón... así.. dulcemente... así me iré desgajando... me iré arrancando... un día y el mond y la figa del mond y la figa ta tía y la figa ta mare... poco a poco... sin anocheceres. No abrazos. (Se abraza a sí mismo fuerte, muy fuerte). No, no abrazos. No manos. No piel. No ardor. No cuesta. No estelas. No sino. No causa. La figa ta tía. La figa ta mare. La figa del mond.
Cierra los ojos. Se mece muy, muy lentamente. Se escuchan los rebuznos de unos burros.