Partieron y acamparon
los hijos.
Sus hombres llegaron al tercer día.
Se estremecieron sus entrañas.
Produzca la tierra vegetación
y entonaré sobre los montes,
Cansado el tumulto
llegaré al hierro
A pie firme,
aniquilado, invoco con el rostro cubierto
porque los cielos son mi trono
y no me fatigo en vano.
Un bello tema bulle en mi corazón,
Si hubiésemos olvidado el nombre.
A acacia huelen tus vestidos.
Un bello tema bulle en mi corazón.
Heridas frescas de la planta del pie a la cabeza,
los ladrillos han caído,
también las palmeras y el junco en un mismo día.
Se diría que el firmamento come.
El necio y el noble
pactan la salvación:
dejan suelto al buey y al asno
como ofrenda a la Seguridad y Confianza eternas.
Estas hijas son mis hijas.
dijo,
En veinte años soy forastero. Siempre en tierra extraña,
dijo.
los hijos.
Sus hombres llegaron al tercer día.
Se estremecieron sus entrañas.
Produzca la tierra vegetación
y entonaré sobre los montes,
Cansado el tumulto
llegaré al hierro
A pie firme,
aniquilado, invoco con el rostro cubierto
porque los cielos son mi trono
y no me fatigo en vano.
Un bello tema bulle en mi corazón,
Si hubiésemos olvidado el nombre.
A acacia huelen tus vestidos.
Un bello tema bulle en mi corazón.
Heridas frescas de la planta del pie a la cabeza,
los ladrillos han caído,
también las palmeras y el junco en un mismo día.
Se diría que el firmamento come.
El necio y el noble
pactan la salvación:
dejan suelto al buey y al asno
como ofrenda a la Seguridad y Confianza eternas.
Estas hijas son mis hijas.
dijo,
En veinte años soy forastero. Siempre en tierra extraña,
dijo.