Fabian Marcaccio
Migas de pan en el bosque se van haciendo piedra
Alguien las pisará
Las migas se convierten en semillas y se hunden en la tierra
El bosque se convierte en campo de trigo
Al llegar la primavera las espigas ensombrecen las copas de los árboles
Al llegar el verano todo está en barbecho
Deciden los hombres si el otoño será bueno para fumar en cachimba junto al fuego de un tronco de roble
Los pájaros se hartan a trigo
Los nidos chillan de ahítos
Las águilas sobrevuelan los caminos
El tiempo se detiene sin descanso
Se decide retrasar los relojes
El mundo aplaude el lento año nuevo
Un niño, en el cementerio más cercano, ha cantado a pulmón muerto el himno Good save the Queen
Sita en el Cementerio de los Ingleses de la ciudad de Madrid
Redoblan los truenos de una tormenta en agosto
Las migas aparecen de nuevo a la vista de los rastreadores
Nadie quiere perderse la hazaña
El bosque se echa a temblar
La nieve, por su parte, se hará esperar
Nada queda, dice uno
Nada queda, corean todos
El general, entonces, con su fusil de mando lanza salvas de ordenanza.
El pueblo se alía con los molineros
Los cielos se alumbran
Ha llegado el día de que se haga definitivamente la luz
Las diosas se adorarán de cintura para abajo
Los demonios se erguirán en sus lentas cabezas
Dirán los sacerdotes que un silogismo categórico acabó con todo
Todos los hombres son feos
Sócrates es un hombre
Luego Sócrates es feo
En general las niñas descubrirán las combas
Particularmente no sé por qué