cont. de la entrada.
La potra tan pronto se ha considerado una maldición para el que la tiene como una suerte: depende del punto de vista. Los pícaros y pordioseros eran de esta última opinión, pues mostrándola daba motivo para ser socorrido, como al del Buscón, que estaba riquísimo, pues "tenía una potra muy grande... poníase echado boca arriba en su puesto y con la potra de fuera tan grande como una bola de puente y decía: - ¡Miren la pobreza y el regalo que hace el Señor al cristiano!" (Cl. C., 240.13); de esta opinión picaril viene la frase familiar recogida por la Acad. "tener potra uno: ser dichoso" y potroso en el sentido de "dichoso y afortunado", que muestran el vasto influjo ejercido sobre el castellano común por este género literario. Pero claro está que predominaría la opinión opuesta, de la cual nos da testimonio el propio Quevedo en su soneto Al Mosquito de la Trompetilla: "¿Por qué me avisas si picarme quieres?/ Que pues que das dolor a los que cantas,/ de casta y condición de potra eres"; hay aquí una alusión a la frase cantarle la potra a uno "sentir el quebrado algún dolor en la parte lastimada, lo que comúnmente sucede en la mudanza de tiempo" (Acad). La potra además es achaque frecuente en la vejez, de donde el calificativo de "pobre viejo potrilla" que leemos en Quiñones de B. (NBAE XVIII, 364b), y el de "viejo clueco tan potroso como celoso" citado por Cej.
Pôtra es también voz portuguesa, de igual sentido, y aunque no tengo de ella documentación anterior a Bluteau, no veo razón alguna para dudar de que sea antigua y castiza en este idioma. Por lo demás nada parecido se halla en los demás romances; pero en cast. sigue siendo palabra viva en muchos lugares (ast., p. ej., R), aunque la concurrencia de quebradura y hernia, voces más nuevas y por lo tanto menos peyorativas, la haya relegado al uso de clases humildes, como ocurre en Sto. Domingo (BDHA V, 72).
Pôtra es también voz portuguesa, de igual sentido, y aunque no tengo de ella documentación anterior a Bluteau, no veo razón alguna para dudar de que sea antigua y castiza en este idioma. Por lo demás nada parecido se halla en los demás romances; pero en cast. sigue siendo palabra viva en muchos lugares (ast., p. ej., R), aunque la concurrencia de quebradura y hernia, voces más nuevas y por lo tanto menos peyorativas, la haya relegado al uso de clases humildes, como ocurre en Sto. Domingo (BDHA V, 72).