¡Viento, viento del norte
amaina en las antenas!
Perdidos en agujeros y en mármol
se ayudan o se queman;
prisioneros y libres cosechan
brazos y recogen
campanas.
Madrugada en el páramo.
Huellas en el barro
señalan la dirección
hacia las hojas rojas,
las que cubren la Tierra.
Dibujos infantiles conviven
con restos y fósiles;
hiela la cueva, calienta el aire.
Vuelan y nadan y corren.
Manadas de bestiarios
esperan en sus limbos;
bailan un vals dos duendes;
la mar es cortada por la quilla,
las cosquillas de la madera le provocan
remolinos de risa y espuma.
La muerta enamorada revive muerta.
Amantes
pequeños
inventan
deseos.
amaina en las antenas!
Perdidos en agujeros y en mármol
se ayudan o se queman;
prisioneros y libres cosechan
brazos y recogen
campanas.
Madrugada en el páramo.
Huellas en el barro
señalan la dirección
hacia las hojas rojas,
las que cubren la Tierra.
Dibujos infantiles conviven
con restos y fósiles;
hiela la cueva, calienta el aire.
Vuelan y nadan y corren.
Manadas de bestiarios
esperan en sus limbos;
bailan un vals dos duendes;
la mar es cortada por la quilla,
las cosquillas de la madera le provocan
remolinos de risa y espuma.
La muerta enamorada revive muerta.
Amantes
pequeños
inventan
deseos.