Puede ser el frío (sólo una sábana. Apartada la colcha)
Primero es un amigo replicado. Es dos, que le muestra lo injusto de sus apreciaciones.
El dice, Me siento solo. El doble amigo le contesta, Mira.
Él siente miedo pero decide seguir.
Se suceden casas. Habitaciones.
Recuerda la esencia muerta de su hija como si flotara, vacía, unos centímetros por encima de la cama.
Piensa en levantarse y escribir lo que ha soñado.
No lo hace. Sueña que se despierta y cuando se da cuenta de que no está despierto en vez de luchar por despertarse de verdad sigue, aterrado, al siguiente sueño. Se suceden personas, situaciones, evidencias. Es la primera vez que siente miedo y que decide vivir ese miedo, atravesarlo, enfrentarlo, con la curiosidad del explorador que no sabe si tras el próximo machetazo a la vegetación alta y enrevesada, se encontrará el abismo.
Su mano dormida encuentra la colcha. El calor añadido le acuna. Deja de soñar. Está vivo.