Vuelve a mirar las hierbas que ha arrancado. Se queda con ellas en la mano. Esa misma tarde corre el riesgo de matarse y termina con una mano magullada. El sol ya no pega tan fuerte. La tristeza se mantiene infinita.
Sueña con el amigo que tiene cáncer. Le llama de madrugada. El tiempo corre suyo en los sueños. Todo lo que aparenta ser se esconde. Se muere mientras calienta un arroz blanco.
El páncreas debe de ser. No llegarán las lluvias aunque las baile. Siente que la vida se le escapa. Siente que las horas le dicen algo. Balada de la muerte cantada en alto.
El murmullo del tren. Su tío carnal reposa en el féretro. No lo verá muerto. Era la juventud un afán. Era llegar un destino.
Ahora vuelve. Sabe que hoy caminar le dará miedo. Volverá su imagen a dejarle herido como aún le hiere no haberle honrado.
No era verano. No es invierno. No será en el otoño. No crecería en primavera. No hay estación para esta espera.