Cuando yo era joven
tenía el pelo negro,
los ojos muy bonitos,
la cara de porcelana.
Ahora que soy vieja
tengo ojos de besugo
y la cara de persiana.
Me dan ganas de llorar.
Mis dientes eran iguales,
blancos como el azahar
y ahora que soy vieja
unos van para alante
y otros van para atrás.
Me dan ganas de llorar.
Mis brazos eran hermosos,
tentadores para abrazar
y ahora que soy vieja
son dos tacos de billar.
Me dan ganas de llorar.
Mis pechos, ¡qué bonitos!
duros como el pedernal.
Ahora no los encuentro,
yo no sé dónde estarán.
Otra cosa que no encuentro
y estoy cansada de buscar...
se lo preguntaré a Eva
por si se lo llevó Adán.
Me dan ganas de llorar.
Mis muslos muy bien formados,
finos y con suavidad
y ahora que soy vieja
son dos cañas de pescar.
Me dan ganas de llorar.
Mis pies siempre fueron feos
pero ahora no va más.
Tengo durezas como tablas de planchar,
en cada dedo tengo un callo
y mis juanetes son dos canicas de cristal.
Ahora sí es cuando me pongo a llorar.
Julia Maestre Alarcón 2006
tenía el pelo negro,
los ojos muy bonitos,
la cara de porcelana.
Ahora que soy vieja
tengo ojos de besugo
y la cara de persiana.
Me dan ganas de llorar.
Mis dientes eran iguales,
blancos como el azahar
y ahora que soy vieja
unos van para alante
y otros van para atrás.
Me dan ganas de llorar.
Mis brazos eran hermosos,
tentadores para abrazar
y ahora que soy vieja
son dos tacos de billar.
Me dan ganas de llorar.
Mis pechos, ¡qué bonitos!
duros como el pedernal.
Ahora no los encuentro,
yo no sé dónde estarán.
Otra cosa que no encuentro
y estoy cansada de buscar...
se lo preguntaré a Eva
por si se lo llevó Adán.
Me dan ganas de llorar.
Mis muslos muy bien formados,
finos y con suavidad
y ahora que soy vieja
son dos cañas de pescar.
Me dan ganas de llorar.
Mis pies siempre fueron feos
pero ahora no va más.
Tengo durezas como tablas de planchar,
en cada dedo tengo un callo
y mis juanetes son dos canicas de cristal.
Ahora sí es cuando me pongo a llorar.
Julia Maestre Alarcón 2006