Desde las manos se lo decía [...] El mundo entero o medio mundo [...] A veces, muy pocas, reía con sus chistes malos; uno decía, en las salas de espera de los oftalmólogos se lee muy poco [...] también el inicio de un cuento, Esta tarde hemos enterrado a mi suegra en el jardín, quizás aquí, previamente se podría poner una nota aclaratoria que dijera, Basado en un hecho real [...] Así lo haría, con las manos todo, una expresión matizada, una expresión experta [...] es lo que significa, es una melodía, también el ritmo distinto [...] lo dejará descansar hasta mañana [...] hacer con él [...] la noche había llegado al camino [...] renunciar es un verbo conflictivo [...] era la música, un acento y si lo quisiera un silencio de lugar remoto, gran desierto, altura sideral, vacío absoluto, universo en una pequeña habitación de una casa de aldea. La oscuridad de las noches de las montañas. La ausencia casi absoluta de sirenas. El no gentío. El trajín de las pequeñas cosas [...] eso que ocurre en la calles de las grandes ciudades y que no supone ni anécdota: un tropiezo, un estornudo, un aroma, un lapsus, un olvido, un escalón, la repentina iluminación de un escaparate [...] ¿esas cosas?
Una escena de teatro Kabuki. Japón ca. 1865