Lo sabe

Redactado por Fernando García-Loygorri Gazapo el 27/04/2013 a las 10:10

Hace tanto sol. Ya llega a la pared. Unas señoras mayores se abren un poco para que pueda darse impulso con los pies. Un joven, minutos antes, le ha dicho que tiene una espalda que parece de nadador. Ahora nada a espalda bajo un sol de verano, en una piscina pública que ha acotado tres calles para nadadores y el resto de la piscina para juegos de niños.

Al colocarse encima de la plataforma de aire que permite flotar, él no flota. No puede volar. Entonces es una guitarra y una antigua canción de amor y se dice que por mucho que se quiera el llanto y la risa no son lo mismo, no tienen el mismo grado de intensidad ni de importancia. Aunque eso sea un puto juicio de valor pues que sea un puto de juicio de valor. Se lo repite: el llanto y la risa no son, en absoluto, lo mismo.

Cuando le sobreviene el recuerdo, la herida se abre y sangra y escuece. Quisiera olvidarlo. Lo sabe. Los recuerdos no se pueden olvidar cuando aparecen con ímpetu tal. Es aconsejable dejarlo ser y como en una meditación antigua permitir que llegue y pase sin detenerse. La mente, ha pensado, no es una estación de servicio.

También.

Luego el baile.

Y una montañita que, persitente (casi obstinada), mantiene en su cima una coronita de nieve.

Volar sobre la sábana.
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