Sobre el Exilio interior hablaba y una muy querida lectora me comentó que lo hice extrañamente. Escribir como se habla, era lema de la preceptiva de Juan de Valdés. Hay días en los que construyo el relato sobre varias fuentes. Imagina, querida, que tengo sobre mi mesa varios libros y en mi mente bulle una idea -por ejemplo exilio interior-; esos libros alimentan esa idea y como si invocara el espíritu de las palabras, se produce una sinergia entre las páginas que señalo al azar y la idea que quiero desarrollar. Así a veces construyo el relato. Me parece forma adecuada a la vida: azar escrito, dedo que señala, confluencias.
Supongamos la palabra paganus que en su significado original quiere decir: habitante de un pago. Cómo luego va derivando hasta su significado de infiel se debe a causas absolutamente ajenas al origen. ¿Si no hubiera triunfado el cristianismo en la Roma partida se habría llegado a ese significado último? ¿Si San Agustín no hubiera optado por un latín cercano a la gentes, el latín que se habla en su tiempo, desdeñando el latín clásico o puro, querría significar hoy pagano infiel?
Dicen que las lenguas romances provienen del latín llamado vulgar. Grandes lingüistas rechazan esa idea e incluso se preguntan a qué se refieren -quienes defienden esa idea- con el adjetivo vulgar.
También hay quienes defienden la españolidad de los Sénecas, Marcial, Lucano. Como si España ya fuera esencia, substancia en los tiempos de la Roma Imperial. Exuberancia cordobesa, dicen.
Hoy construyo sobre retazos. No quiero tejer urdimbre que una los párrafos (por eso establezco entre ellos un doble espacio en blanco). Sin embargo creo que un hilo invisible (o inasible) los une. Un hilo que yo desconozco como desconocía la estrecha unión que entre la altura del diapasón chino y mi estado de ánimo existía el domingo 12 de junio de 2016.
Hoy construyo deconstruido.
Hay algo de ausencia en la construcción y restos de tartesos.
Supongamos la palabra paganus que en su significado original quiere decir: habitante de un pago. Cómo luego va derivando hasta su significado de infiel se debe a causas absolutamente ajenas al origen. ¿Si no hubiera triunfado el cristianismo en la Roma partida se habría llegado a ese significado último? ¿Si San Agustín no hubiera optado por un latín cercano a la gentes, el latín que se habla en su tiempo, desdeñando el latín clásico o puro, querría significar hoy pagano infiel?
Dicen que las lenguas romances provienen del latín llamado vulgar. Grandes lingüistas rechazan esa idea e incluso se preguntan a qué se refieren -quienes defienden esa idea- con el adjetivo vulgar.
También hay quienes defienden la españolidad de los Sénecas, Marcial, Lucano. Como si España ya fuera esencia, substancia en los tiempos de la Roma Imperial. Exuberancia cordobesa, dicen.
Hoy construyo sobre retazos. No quiero tejer urdimbre que una los párrafos (por eso establezco entre ellos un doble espacio en blanco). Sin embargo creo que un hilo invisible (o inasible) los une. Un hilo que yo desconozco como desconocía la estrecha unión que entre la altura del diapasón chino y mi estado de ánimo existía el domingo 12 de junio de 2016.
Hoy construyo deconstruido.
Hay algo de ausencia en la construcción y restos de tartesos.