Iba a escribir sobre un torbellino de perros y lagunas
Iba a escribir sobre la ausencia y la magnitud de los poderes
Iba a escribir, si quería, sobre la dulce sombra de un pecho
o sobre la nota que teje en lo alto un sonido de araña
Iba a escribir la turbulencia, la asiduidad, la torpeza, el ansia, el vuelo, la loza, la sierra, la labia
del hombre que sabe detenerse ante sí mismo y no reprocharse nada
Iba a escribir acerca de tiranos, reyezuelos, ególatras, caimanes, playas, desiertos placeres que abundan tan poco (o escasean tanto)
Iba a escribir sin esconderme, a brazo partido, luchando contra la lucha, a favor de la quietud, consciente de todos los síndromes de abstinencia que atesoro
Iba a escribir, ¡Tengo el mono y lo estoy viviendo!
Iba a escribir, ¡Alabadas sean las faldas y las medias!
Iba a escribir, La tormenta se alejó bramando y dejó en nosotros el abrazo
Iba a escribir, La tarde está tan bonita...
Paul Delvaux